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La afectación del descanso nocturno y la preocupación por el virus durante el confinamiento se asocian a sintomatología depresiva. Además, la alteración del sueño y la preocupación por el SARS-CoV-2, que causa Covid-19, son los ingredientes tóxicos para desarrollar depresión.
¿Cómo ha afectado el confinamiento a la salud mental de los universitarios? Un grupo de investigadores del Reino Unido ha tratado de responder a esta cuestión. Para ello, han evaluado a través de cuestionarios a 254 estudiantes de Psicología.
Este cuestionario incluía preguntas dirigidas a evaluar el consumo de alcohol, el ritmo circadiano, la calidad del sueño, la presencia de sintomatología ansioso o depresiva, la soledad o la sensación de bienestar mental. Los participantes respondieron a este cuestionario en octubre de 2019 y en primavera de 2020, pocas semanas después de que se implementase el confinamiento en Reino Unido.
El 50% de los participantes declaraba que la pandemia y las medidas de confinamiento establecidas habían afectado a su salud mental. Un 70% refería estar preocupado por la posibilidad de contagiarse y un porcentaje aún mayor se mostraba preocupado por la posibilidad de que un familiar contrajera el virus. A pesar de todo, el 80% decía haberse adaptado adecuadamente a las restricciones y al aislamiento social.
El análisis longitudinal de los datos ha permitido a los investigadores evaluar el impacto que la pandemia ha tenido en los universitarios. Al comparar las respuestas obtenidas en otoño de 2019 frente a las obtenidas en primavera de 2020, los investigadores encontraron un aumento significativo de los síntomas depresivos reportados por los participantes, así como un deterioro de la sensación de bienestar mental. Sin embargo, no encontraron diferencias en cuanto a sintomatología ansiosa o la sensación de soledad.
Ansiedad y preocupación relacionada con el virus
Sorprendentemente, el incremento de la sintomatología depresiva observado en esta población parece asociarse a la ansiedad y la preocupación relacionada con el virus, más que a las restricciones de movilidad o de contacto social.
En otros estudios si han detectado un aumento en los sentimientos de soledad de la población durante la pandemia. Sin embargo, en este estudio todos los participantes son universitarios por lo que la media de edad es claramente inferior a la de los estudios previos. Por tanto, parece que las redes sociales y las nuevas tecnologías han podido favorecer más a los jóvenes que a los más mayores.
Respecto al consumo de alcohol, los investigadores han detectado una disminución, lo cual no es de extrañar puesto que los jóvenes suelen asociar el consumo de alcohol a eventos sociales o recreativos. Sin embargo, es necesario interpretar estos resultados con cautela puesto que la primera encuesta fue respondida en octubre de 2019, poco después de comenzar el curso, y es sabido que el consumo de los universitarios disminuye a medida que avanza el curso académico. A pesar de ello, es una buena noticia que los universitarios no hayan recurrido al alcohol como estrategia de afrontamiento.
Finalmente, la calidad del sueño de estos universitarios en términos generales no se ha visto afectada. No obstante, en la mayoría de los participantes que experimentaron sintomatología depresiva después de varias semanas de confinamiento el sueño si se había afectado.
Precisamente, de acuerdo con los resultados de este estudio, el deterioro en la calidad del sueño ha sido uno de los factores más fuertemente asociados al desarrollo de sintomatología depresiva, junto con la preocupación relacionada con el virus y el deterioro en el bienestar mental.
Este hallazgo tiene importantes implicaciones prácticas: cuidar el sueño y reducir la preocupación por el virus son elementos claves para proteger la salud mental de los jóvenes durante la pandemia. Es por tanto necesario identificar cuáles son las fuentes evitables de preocupación. En varios estudios se ha descrito que la lectura o visualización excesiva de noticias relacionadas con la Covid-19 produce una preocupación excesiva.