
Más de un tercio de los sanitarios, médicos, enfermeras, celadores, limpiadoras, etc. que atendieron a las víctimas durante la pandemia de COVID-19 en China sufrió insomnio. Es la conclusión más relevante de un estudio publicado hoy en Frontiers in Psychiatry sobre las consecuencias psíquicas en el personal sanitario chino.
Además, estos profesionales tenían más probabilidades de sentirse deprimidos, ansiosos y tener un trauma basado en el estrés, según el trabajo del doctor Bin Zhang, de la Universidad de Medicina del Sur, en Guangzhou.
En su opinión, por lo general, el insomnio relacionado con el estrés es transitorio y persiste durante unos pocos días, pero si el brote de COVID-19 continúa, el insomnio puede convertirse gradualmente en crónico en el entorno clínico.
Los resultados se basan en una serie de cuestionarios autoadministrados realizados online entre el 29 de enero y el 3 de febrero, durante el pico de la epidemia de COVID-19 en China. Los investigadores utilizaron la plataforma de redes sociales WeChat para recopilar respuestas de un total de 1.563 participantes sanitarios.
De ese número, 564 (36,1%) tuvieron síntomas de insomnio. Los autores del estudio señalan que la estadística es consistente con la investigación previa realizada sobre los efectos psicológicos del brote de SARS en 2002, un coronavirus relacionado que también causa dificultad respiratoria severa. Por ejemplo, el 37% de las enfermeras que trabajaban con pacientes con SARS experimentaron insomnio.
Depresión entre sanitarios con insomnio
El grupo de insomnio en el presente trabajo experimentó niveles significativamente más altos de depresión que el grupo sin insomnio (87,1% frente a 31%), especialmente en casos moderados (22,9 % frente a 2,8%) y severos (16,7 % frente a 1,8%). Los porcentajes y las diferencias entre los grupos también fueron similares para la ansiedad y el trauma.
El equipo del doctor Zhang también identificó ciertos factores que se correlacionaron con el insomnio. “El más importante fue tener una gran incertidumbre con respecto al control efectivo de la enfermedad entre el personal médico”, explica este investigador. La fuerte incertidumbre fue 3,3 veces mayor para aquellos que exhiben insomnio.
El personal sanitario con menos educación también fue propenso al trastorno del sueño. Específicamente, los investigadores encontraron que el riesgo de insomnio entre los sanitarios con educación secundaria o inferior era 2,69 veces mayor que los que tenían un doctorado. Especulan que menos educación conducía a más miedo basado en los resultados.
Los autores señalan que, en general, los sanitarios también estaban bajo un estrés increíble. Estuvieron en contacto cercano con pacientes infectados que podrían transmitirles la enfermedad. Estaban preocupados por infectar a su propia familia y amigos. El personal médico tuvo que usar una gama completa de equipos de protección personal (EPP) durante más de 12 horas seguidas, a menudo sin poder tomar un descanso porque corrían el riesgo de infección al quitárselo.
Estrategias para mitigar los trastornos del sueño
El estudio destaca algunas estrategias para mitigar los trastornos del sueño, incluida la terapia cognitiva conductual para el insomnio (CBTI), que incluye educación sobre higiene del sueño, terapia de relajación, control de estimulación, restricción del sueño y terapia cognitiva.
A pesar de estos resultados, el doctor Zhang reconoce que es necesario un estudio longitudinal para rastrear los cambios de los síntomas del insomnio entre los sanitarios, especialmente cuando se anuncien los fallecimientos del personal médico por la pandemia.