JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ SOUSA-FARO
Presidente de PharmaMar
El trabajo publicado en Proceedings of The National Academy of Sciences (PNAS), que concluye que el genoma del SARS-CoV-2 se puede integrar en el nuestro, ha sido criticado por expertos virólogos. Los autores dicen encontrar secuencias quiméricas en muestras de pacientes. Esto es, seguramente, un artefacto conocido de la secuenciación, sin relevancia biológica.
En cualquier caso, no es necesario que se integre para explicar nada, las secuelas y el Covid-persistente tienen explicaciones alternativas más probables.
Además, hay una argumentación potente, que hace que eso sea muy difícil de creer:
- Jamás se ha descrito para ningún otro RNA Virus monocatenario (+) como los virus de la fiebre amarilla, del Zika, del Dengue, del Nilo occidental, de la encefalitis japonesa, de la poliomelitis, virus Chikungunya y todos los coronavirus como el SARS-1, el MERS, etc., y los estudiados que afectan a animales como el coronavirus respiratorio porcino o el coronavirus de la bronquitis infecciosa aviar.
- Ni tampoco se ha descrito ningún caso en los RNA Virus monocatenarios (-) como los virus de la gripe, del sarampión, de las paperas, de la rubeola, de la rabia, virus del Ébola, virus sincitial respiratorio, Rhinovirus, virus de Crimea-Congo, etc.
Jamás se ha descrito que ninguno de estos RNA Virus se integren en nuestro genoma. La excepción son los retrovirus, de genoma RNA, que están equipados con su propia maquinaria viral para poder integrarse: la integrasa y sus propias secuencias virales reconocibles de integración, además de la trancriptasa inversa, pues con la maquinaria de nuestras células no pueden integrarse y persistir.
Los DNA Virus de doble cadena, por contra, sí tienen la posibilidad de dejar parte de su genoma de DNA en el nuestro. Tal es el caso de casi todos los herpesvirus como el Varicela Zoster Virus (VZV), los Herpes Simplex Virus-1 y 2, el virus del Sarcoma de Kaposi o el virus Epstein-Barr.
Así que, hasta ahora, solo se ha descrito que los Retrovirus y algunos DNA-virus integren su genoma en el nuestro tras una infección.
Las conclusiones a las que llegan son difíciles de creer
Cuando el SARS-CoV-2 entra en nuestras células es inmediatamente pelado de todas sus proteínas excepto la proteína N (nucleoproteína) que esencialmente cumple dos funciones en su asociación con el RNA: proteger dicho RNA de 30.000 nucleótidos (por tanto muy vulnerable) y dirigirlo inmediatamente a las membranas del retículo endoplásmico para protegerlo, donde la proteína N se asocia en la membrana a la proteína celular eEF1A y se inicia el complejo de replicación del virus, que ya no se suelta para nada de las membranas (por lo tanto no va al núcleo) pues de ahí se traslada a las membranas del cis Golgi y de ahí al trans Golgi, donde se forman las vesículas de secreción de las nuevas partículas virales sintetizadas.
Por tanto, el RNA de los coronavirus no tiene necesidad de ir al núcleo para reproducirse ni está descrito que lo haga. Las conclusiones a las que llegan los autores de este artículo en PNAS son difíciles de creer y poco compatibles con el conocimiento que tenemos hoy de los RNA virus monocatenarios.