Científicos y pacientes cuestionan el rechazo a un fármaco para cáncer de pulmón
El profesor Mariano Barbacid es muy crítico con la decisión gubernamental de rechazar la aprobación del único fármaco con menos toxicidad contra un tipo de cáncer de pulmón. Foto: Fundación Lilly

En la Comunidad biomédica se comenta con cierta preocupación la actitud que, desde hace un tiempo, adopta la Agencia Española del Medicamento en tomar una decisión sobre medicamentos innovadores que ya han recibido luz verde por la Agencia Europea.

Se ha llegado a calificar de «sectarismo» y también de «falta de profesionalidad» la actuación de algunos altos cargos de este organismo, dependiente del Ministerio de Sanidad, que tiene como objetivo principal dar la luz verde a los fármacos, previamente aprobados por la Agencia Europea del Medicamento, para que se incorporen al Sistema Nacional de Salud de nuestro país.

En este caso, como en todos los que maneja la Agencia española, es una repetición de pruebas con los mismos fármacos para fijar el precio. Y, por tanto, una gran pérdida de tiempo. Pero no se trata, ahora, de abundar y denunciar hasta el cansancio el retraso en la aprobación de medicamentos innovadores, en este caso los antineoplásicos, para que se beneficien los pacientes españoles.

Da igual 469 días de retraso en financiar la innovación oncológica que otra cifra menor. Los pacientes españoles no se merecen la inacción de los responsables del Ministerio de Sanidad.

Hace unos días, la Agencia Española del Medicamento rechazó la aprobación de un fármaco sintetizado de la molécula sotorasib, para “tratamiento en monoterapia en adultos diagnósticos de cáncer de pulmón no microcítico (conocido también como carcinoma de células no pequeñas) avanzado, con mutación G12C en el gen KRAS y que hayan progresado tras una línea de tratamiento sistémico previo”.

Aprobado por la Comisión Europea en 2021

El acuerdo, en sí, es uno más en la larga lista de despropósitos de la Agencia Española del Medicamento, ya que al haberlo rechazado de modo definitivo, no se volverá a valorar.

Cabe subrayar que este fármaco fue aprobado por la Comisión Europea el 21 de mayo de 2021 como el primer inhibidor de KRASG12C, desarrollado tras más de 40 años de investigaciones.

Por fin los científicos habían logrado una molécula para tratar farmacológicamente una mutación, que los clínicos creían intratable.

El fármaco de la biotecnológica Amgen es el primero de su clase para el tratamiento de adultos con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) avanzado con la mutación KRASG12C que hayan progresado tras recibir al menos una línea de tratamiento sistémico previo.

Las personas que pueden beneficiarse de este fármaco son sólo el 8 % de todos los cánceres de pulmón de España, por lo que diversos analistas coinciden en afirmar que el gasto -unos 5.000 euros, aproximadamente, el tratamiento por paciente- no va a arruinar al Sistema Nacional de Salud.

En enero de 2021, el doctor Miquel Balcells, director médico de esa compañía biotecnológica en España, explicó que “puede suponer un avance importante en los resultados terapéuticos en pacientes que sufren este cáncer de pulmón, considerado muy difícil de tratar. Este descubrimiento científico histórico ha permitido a los investigadores introducir el primer inhibidor de KRASG12C en la práctica clínica y esperamos poder ofrecer esta importante innovación a más pacientes de todo el mundo y con otros tipos de tumor”.

La decisión de la Comisión Europea siguió la recomendación de aprobación del Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) y se basó en los resultados positivos del ensayo clínico de fase 2 CodeBreaK 100 en cáncer de pulmón no microcítico, el mayor ensayo realizado hasta la fecha en pacientes con la mutación KRASG12C

Como se deduce fácilmente, la Agencia Española del Medicamento ha tardado dos años aproximadamente en emitir una valoración; en este caso, negativa. A esto hay que añadir que la molécula sotorasib se comercializa en la Unión Europea, Japón, Emiratos Árabes. Corea del Sur, Hong Kong, Suiza, Taiwan y Qatar.

Además, Amgen participa en la iniciativa Project Orbis de la FDA, en Canadá y Reino Unido y ha presentado solicitudes de autorización de comercialización en Australia, Brasil, Canadá, Gran Bretaña, Singapur e Israel.

También se está evaluando por las agencias reguladoras en Argentina, Colombia, Kuwait, Macao, Malasia, Méjico, Rusia, Arabia Saudí, Tailandia y Turquía.

Posiblemente, cuando esté leyendo estas líneas, algunos de estos países habrán dado luz verde a este medicamento.

Llegados a este punto, hay que recordar los resultados del ensayo, en fase 3, coordinado por el oncólogo español Luis Paz-Ares, con la participación de 32 investigadores de 22 países, entre ellos Países Bajos, EE UU, Francia, Grecia, Suiza, Alemania, Japón, Corea y España.

El objetivo de este ensayo de fase 3 abierto y aleatorizado, cuyos resultados aparecieron en The Lancet, era comparar la eficacia de sotorasib como el medicamento docetaxel.

Participaron 148 centros de 22 países. Reclutaron pacientes de al menos 18 años con NSCLC avanzado con mutación en KRAS G12C, que progresaron después de una quimioterapia previa basada en platino y un inhibidor de PD-1 ó PD-L1.

Los criterios de exclusión clave incluyeron lesiones cerebrales nuevas o en progresión no tratadas o lesiones cerebrales sintomáticas, mutación conductora oncogénica previamente identificada distinta de KRAS G12C para la cual hay una terapia aprobada disponible (p. ej., EGFR o ALK), tratamiento previo con docetaxel (se permitió docetaxel neoadyuvante o adyuvante si el tumor no progresó dentro de los seis meses posteriores a la finalización de la terapia), tratamiento previo con un KRAS G12C directoinhibidor, terapia anticancerosa sistémica dentro de los 28 días posteriores al día uno del estudio y radioterapia paliativa o terapéutica dentro de las dos semanas posteriores al inicio del tratamiento.

Los investigadores asignaron aleatoriamente (1:1) pacientes a sotorasib oral (960 mg una vez al día) o docetaxel intravenoso (75 mg/m 2una vez cada tres semanas), de manera abierta usando tecnología de respuesta interactiva.

También las asociaciones de pacientes, lógicamente, son contrarias a la medida adoptada por la Agencia Española del Medicamento. En este sentido, Bernard Gaspar, presidente de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón, recuerda que “se nos llena la boca diciendo que somos líderes en ensayos clínicos pero España tiene un retraso de, al menos, 15 meses en financiar la innovación oncológica”.

Bernard Gaspar hace hincapié en que lo sucedido ahora con la molécula sotorasib ocurre también con muchos otros fármacos en Oncología. “Y la consecuencia -concluye- es que se van perdiendo vidas en el camino”.

Un fármaco para una sola mutación de KRAS

Este fármaco que sólo funciona contra una de las múltiples formas mutadas de KRAS, la KRASG12C, la más frecuente en cáncer de pulmón, ha sido aprobado en medio mundo, pero no en España porque no aumenta la overall survival, según este ensayo, pero sí incrementa un poco la progression free survival y sobre todo la calidad de vida ya que es muy poco toxico.

Como señala el profesor Mariano Barbacid, “parece que al Ministerio de Sanidad y, por tanto, al Gobierno de Pedro Sánchez, le importa poco el sufrimiento de los pacientes que van a tratarse por la Seguridad Social porque no pueden pagar este fármaco. Le importa muy poco”.

Este investigador es, posiblemente, el que mejor conoce el oncogen KRAS y, por tanto, la agresividad de sus mutaciones. A él se debe su descubrimiento hace ahora 41 años.

En su opinión, la molécula sotorasib “ha sido uno de los primeros agentes en demostrar que KRAS es realmente farmacológico. Supone la traducción del esfuerzo del trabajo concentrado en ciencia básica de muchos investigadores, no sólo el mío, durante décadas, en soluciones para los pacientes. No es el único, hay otra molécula, adagrasib, de otro laboratorio farmacéutico, con un perfil similar».

Cabe recordar que Mariano Barbacid también fue crítico con las autoridades sanitarias durante la pandemia de Covid-19, al pedir en reiteradas ocasiones que abriesen los Centros de Investigación que, como el CNIO donde investiga, se cerraron por la entonces responsable del Instituto de Salud Carlos III, la cardióloga Raquel Yotti, que ahora está al frente de la Secretaría General de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Directamente de ella dependen el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Agencia Estatal de Investigación, el Instituto de Salud Carlos III, el Ciemat (antigua Junta de Energía Nuclear), el Instituto de Astrofísica de Canarias y el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Recordemos que del Instituto de Salud Carlos III dependen orgánicamente, entre otros, el CNIO, el CNIC, el CIEN, la red de Laboratorios de Alerta Biológica y los Institutos de Enfermedades Tropicales y Raras.

Como vemos, la doctora Yotti es algo más que la segunda autoridad en el Ministerio de Ciencia e Innovación.

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