De acuerdo con un estudio publicado en Journal of Neuroscience, una ruta del hambre recientemente identificada en el cerebro puede modificar rápidamente la ingesta de alimentos al visualizarlos.
El estudio, realizado con ratones de laboratorio, abre las puertas a un futuro tratamiento de los trastornos alimenticios.
La ingesta de alimentos se modifica mediante señales a largo plazo, como las hormonas y las moléculas liberadas durante la digestión, pero un circuito recientemente reconocido en el hipotálamo puede cambiar el comportamiento de alimentación en una escala de tiempo más corta.
Shane Hentges y Andrew Rau, de la Universidad estatal de Colorado (EE UU) utilizaron imágenes de calcio fluorescente y registro electrofisiológico para identificar una vía en el hipotálamo que afecta la ingesta de alimentos y el peso corporal mediante la liberación del neurotransmisor GABA, que puede ocurrir debido a la detección, en lugar del consumo, de comida.
Hambre: modulación inhibitoria en el cerebro
“Estos datos proporcionan información importante sobre la modulación inhibitoria de los circuitos metabólicos”, explican los investigadores. “Y proporcionan un mecanismo a través del cual las neuronas de la proopiomelanocortina (POMC) en el núcleo arqueado del hipotálamo podrían inhibirse o desinhibirse rápidamente en respuesta a la disponibilidad de alimentos”.
Los investigadores descubrieron que los ratones privados de alimentos exhibían más actividad de las neuronas relacionadas con el neurotransmisor GABA, lo que indica que los estados de energía temporales pueden afectar directamente al comportamiento de la alimentación.
El conocimiento de esta vía mejora nuestra comprensión de cómo el cerebro controla el equilibrio energético.
Journal of Neuroscience es el órgano oficial de la Society for Neuroscience. Es la organización de científicos y médicos más grande del mundo dedicada a comprender el cerebro y el sistema nervioso. Esta sociedad científica sin fines de lucro, fundada en 1969, ahora cuenta con casi 37.000 miembros en más de 90 países, entre ellos España.