
La investigadora Smita Iyer, del Centro de Inmunología y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de California, en Davis, y su equipo querían saber si los microbios rectales y vaginales, lugares habituales de la transmisión del virus VIH, interactuaron con una vacuna experimental similar a la HVTN 111, actualmente en ensayos clínicos con humanos.
Este preparado incluye dos dosis de fragmentos de ácido desoxirribonucleico (ADN) del VIH y un refuerzo final con una proteína del retrovirus, administrado a través de la piel. La profesora Iyer cree que una vacuna que produce anticuerpos en las membranas mucosas, donde se produce la infección por el virus del sida, es importante para prevenirla.
La evidencia de estudios en humanos y animales con otras vacunas sugiere que suplementos de bacterias Lactobacillus pueden aumentar la producción de anticuerpos, mientras que el tratamiento con antibióticos puede dificultar las respuestas inmunes.
El equipo de científicos de Davis estudió microbios vaginales y rectales de macaco Rhesus antes y después de que se les administrara el preparado. Descubrieron que los microbios vaginales no mostraban apenas diferencias antes y después de la vacunación.
Sin embargo, los microbios rectales mostraron cambios, y las bacterias Bacteroidetes, especialmente Prevotella, disminuyeron después de la vacunación.
En este trabajo de investigación básica, publicado en mSphere, han participado también especialistas de las Universidades de Louisiana, Emory y Pittsburgh.
Los microbios rectales debilitan el sistema inmune con VIH
Las bacterias intestinales Lactobacillus y Clostridia no cambiaron con la vacunación, pero las cantidades de estos microbios en el recto se correlacionaron con la respuesta inmunitaria.
Los investigadores encontraron que los animales con altos niveles de Lactobacillus o Clostridia produjeron más anticuerpos contra las proteínas gp120 y gp140 del virus del sida. Por el contrario, altos niveles de la bacteria Prevotella se correlacionaron con respuestas inmunes más débiles.
La profesora Iyer reconoce que todavía desconocen cuál podría ser el mecanismo para que algunas bacterias impulsen las respuestas inmunes locales en un sitio específico del cuerpo. Sin embargo -matiza- atacar estas bacterias podría ser importante para obtener el mejor rendimiento posible de las vacunas que no inducen una respuesta inmune particularmente fuerte, como es el caso del virus de la inmunodeficiencia humana.
En su opinión, el microbioma también podría ser un factor importante a tener en cuenta al evaluar las vacunas en humanos o animales.