
Desde el inicio de la actual pandemia se han ido produciendo incipientes informes en la literatura médica sobre posible daño en el sistema auditivo causada por el nuevo coronavirus. Ahora, investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU), en colaboración con el Centro Médico Galilee, no han encontrado evidencia de pérdida de audición por este motivo.
El estudio, publicado en Otology and Neurotology, estuvo dirigido por la profesora Karen Avraham, de la Facultad de Medicina Sackler de la TAU. “Desde el comienzo de la pandemia, ha quedado claro que Covid-19 tiene algunos efectos a largo plazo, como la pérdida del sentido del olfato y el gusto”, recuerda la profesora Avraham. “La posibilidad de pérdida auditiva, sin embargo, ha sido debatida entre los médicos y algunos informaron de este síntoma en pacientes recuperados”, añade.
La cuestión es si esa pérdida de audición está causada por daños en el sistema auditivo, o si es un síntoma temporal original por líquidos que obstruyen el oído medio, como suele ocurrir con un resfriado común.
Los investigadores de TAU comenzaron a investigar esta posibilidad durante la primera ola de la pandemia, cuando el número de pacientes en Israel aún era relativamente pequeño.
En este estudio, incluyeron a ocho personas asintomáticas que habían dado positivo en la prueba de Covid-19 y a ocho voluntarios sanos que sirvieron como grupo de control. Ninguno de ellos informó haber tenido una pérdida auditiva previa. El estudio proporcionó por primera vez medidas cuantitativas para la calidad de la audición después de la exposición al nuevo coronavirus.
Sin evidencia de daño en el sistema auditivo por coronavirus
Como señala Amiel Dror, del Centro Médico Galilee, “nuestro estudio exploró si Covid-19 puede causar daño neuronal o sensorial permanente en el sistema auditivo. No encontramos evidencia de tal daño. Medimos los datos eléctricos del tronco del encéfalo para probar la ruta completa de las ondas sonoras a través del oído hasta que finalmente las ondas eléctricas se reciben en el cerebro. También examinamos la actividad de las células ciliadas del oído interno que intensifican y afinan el sonido. No encontramos ninguna diferencia entre los sujetos Covid-19 positivos y el grupo de control».
La investigación científica objetiva lleva mucho tiempo, la profesora Avraham detalla que comenzaron a reclutar voluntarios en abril, en el pico de la primera ola de la pandemia en Israel. “Hay muchas especulaciones sobre este virus y el daño infligido por él, pero hemos demostrado que al menos en el sistema auditivo no se detectaron daños” añade.
Por su parte, Dror opina que “es muy importante basar nuestro conocimiento del virus en estudios objetivos y abstenernos de conclusiones apresuradas. Las redes sociales han atribuido numerosas enfermedades y síntomas al coronavirus, pero a menudo la información es infundada y conduce a un estrés injustificado, así como a una presión innecesaria sobre los Sistemas de Salud”.
Finalmente, Eyal Sela, del Galilee, señala que este estudio concluye que el nuevo coronavirus no causa un daño neurológico extenso, sino que es bastante irregular y afecta principalmente al sentido del olfato.
“Además -dice- la discapacidad auditiva en algunos pacientes es, en su mayoría, transitoria y secundaria a la acumulación de líquido en el oído medio, como ocurre con el resfriado común”.
Estos científicos llevan a cabo, actualmente, un estudio similar con centenares de pacientes, incluyendo a muchos que habían estado gravemente enfermos e incluso con ventilación, para demostrar lo que ahora aseguran.