Fumar cigarrillo tradicional, electrónico y pipa de agua es igual de dañino
Construcción esquemática de cigarrillos de tabaco, cigarrillos electrónicos y pipas de agua con sus correspondientes topografías de inhalación. Imagen: European Heart Journal

Fumar y vapear, ya sea con cigarrillo de tabaco, electrónico o pipa de agua, endurece las arterias, causa inflamación y daña el ácido desoxirribonucleico (ADN), que se traduce en diversos problemas de salud, según investigadores y clínicos de la Sociedad Europea de Cardiología.

En esta primera comparativa de productos del tabaco no hay lugar para la duda, como se deduce de las claras conclusiones de este estudio publicado hoy en European Heart Journal.

En esta ocasión, la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta de Estados Unidos (CDC), la Food and Drug Administration de ese país (FDA) y la Sociedad Europea de Cardiología (SEC) se han unido para lanzar un mensaje conjunto a los fumadores, en el sentido de que abandonen este hábito, independientemente del método de fumar que utilicen.

Este estudio es la primera comparativa mundial sobre los efectos de las tres formas de fumar y vapear para la salud humana y la función de las células que recubren los vasos sanguíneos (el endotelio).

Proporciona una visión general de la evidencia disponible sobre los productos químicos nocivos producidos y los mecanismos por los cuales fumar y vapear afectan al organismo.

Enfermedades pulmonares

Los investigadores también observaron los efectos de cada uno en condiciones médicas que van desde derrames cerebrales hasta ataques cardíacos y cáncer de pulmón.

También localizaron estudios en los que, en general, se demuestra que los cigarrillos de tabaco eran más dañinos que los electrónicos. Sin embargo, hay pocos estudios serios y grandes sobre los efectos adversos de las pipas de agua (a menudo denominadas shisha o narguiles) y cigarrillos electrónicos sobre la disfunción endotelial, por lo que la evidencia fue más variable.

tabaco
En esta imagen se exhiben compuestos tóxicos, mecanismos de enfermedades, resultados clínicos y efectos adversos para la salud asociados con cigarrillos tradicionales, electrónicos y pipas de agua. La OMS, CDC, FDA y la SEC hacen un llamamiento conjunto para que los fumadores abandonen el hábito. Imagen: European Heart Journal

En su opinión, los efectos a largo plazo de las pipas de agua y los cigarrillos electrónicos deben investigarse más a fondo. Mientras tanto, coinciden en advertir de que «fumar pipa de agua no es menos dañino que fumar tabaco y, por lo tanto, no puede considerarse una alternativa saludable».

Revisaron una variedad de estudios que proporcionan niveles de evidencia fuertes, buenos o medios sobre la nocividad de los tres tipos de fumar y vapear. En comparación con los no fumadores, los cigarrillos de tabaco aumentaron el riesgo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en un 704% (buen nivel de evidencia), pipas de agua en un 218% (fuerte) y cigarrillos electrónicos en un 194% (bueno).

Los cigarrillos y pipas de agua aumentaron el riesgo de cáncer de pulmón en un 1210% (fuerte) y 122% (fuerte) respectivamente, mientras que el nivel de evidencia de los cigarrillos electrónicos no fue suficiente para sacar conclusiones confiables.

Fumar endurece las arterias

También observaron en qué medida las tres técnicas de fumar endurecieron las arterias, un indicador pronóstico importante para el riesgo de problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

En comparación con los no fumadores, los cigarrillos de tabaco aumentaron la rigidez arterial en un 10%, las pipas de agua en un 9% y los cigarrillos electrónicos en un 7% (nivel medio de evidencia para los tres).

El primer autor de la revisión, el profesor Thomas Münzel, del Departamento de Cardiología del Centro Médico Universitario de Mainz (Alemania), subraya que “nuestra revisión se centra principalmente en los efectos adversos de estas tres técnicas de tabaquismo y vapeo en la disfunción endotelial y la relación con el estrés oxidativo. Y, en segundo lugar, con la enfermedad clínica. Las tres formas de fumar y vapear conducen a una mayor producción de radicales libres derivados del oxígeno en el tejido de los vasos sanguíneos, como el superóxido. Esto descompone el óxido nítrico, que es liberado por el endotelio. Es importante para ayudar a que los vasos sanguíneos se dilaten y para proteger contra la inflamación y la obstrucción de las arterias”.

Los investigadores aseguran que los principales productos químicos tóxicos en el vapor del cigarrillo electrónico incluyen formaldehído y acroleína, así como trazas de productos químicos llamados metales de transición y compuestos orgánicos volátiles (COV), que se sabe que dañan las células.

Compuestos tóxicos en las tres variedades de fumar

En contraste, los cigarrillos de tabaco y el humo de la pipa de agua contienen una mezcla mucho más compleja de productos químicos nocivos y otras sustancias. El humo de la pipa de agua tiene partículas sólidas, que se originan principalmente del carbón utilizado para quemar el tabaco.

Esto también está presente en concentraciones más bajas en el humo del cigarrillo. La nicotina está presente en los tres productos de tabaco, es adictiva y es responsable de los efectos biológicos nocivos.

En opinión del profesor Münzel “estos perfiles diferentes y superpuestos de compuestos tóxicos pueden ser una clave para comprender las similitudes y diferencias en los efectos adversos para la salud del tabaquismo y el vapeo, y deben investigarse en mayor detalle en futuros estudios”.

Coronavirus SARS-CoV-2 ‘versus’ fumar

Otro elemento de riesgo es que el coronavirus SARS-CoV-2, que produce la enfermedad COVID-19, tiene especial preferencia por los fumadores, con lo que aumentan el riesgo de ser infectados.

En este estudio, los investigadores observaron también los efectos del tabaquismo y el vapeo en las infecciones por coronavirus. “Según lo descrito por la OMS -apuntan-, fumar cigarrillos de tabaco y pipas de agua puede contribuir a una mayor carga de síntomas debido a COVID-19, en comparación con no fumar, incluyendo el ingreso en cuidados intensivos de los fumadores, que requieren ventilación mecánica”.

Concluyen: “No hay duda de que dejar de fumar es y seguirá siendo el enfoque más poderoso para prevenir la enfermedad cardiovascular y respiratoria inducida por este hábito”.

En este sentido, el profesor Münzel recuerda que ante los daños bien establecidos asociados con el consumo de tabaco y la exposición al humo de segunda mano, la OMS recomienda que los consumidores de tabaco deban dejar de fumar.

“Las intervenciones probadas para ayudar a los usuarios a dejar de fumar -añade- incluyen líneas gratuitas para dejar de fumar, mensajes de texto móviles, programas para abandonar el tabaco, terapias de reemplazo de nicotina y otros medicamentos aprobados, especialmente si ha fumado durante mucho tiempo y si usa cigarrillos de tabaco y pipas de agua”.

Finalmente, hace hincapié este investigador alemán en que la OMS también advierte de que aunque los cigarrillos electrónicos parecen ser menos dañinos que los cigarrillos de tabaco, “existe una creciente evidencia de que también pueden causar efectos secundarios en los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos y que el uso de cigarrillos electrónicos puede aumentar el riesgo de sufrir COVID-19”.

La publicidad de los e-cigarettes no es clara

En este informe, los autores también abordan el tema de la publicidad del tabaco. En la Unión Europea (UE), la publicidad de cigarrillos y productos de tabaco está prohibida en televisión y radio. Algunos países, como Eslovenia y Noruega, tienen leyes estrictas que prohíben todo tipo de publicidad, incluso en el punto de venta. Alemania es el único país de la UE en el que los productos de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, se pueden anunciar en espacios públicos a través de vallas publicitarias.

En Estados Unidos, se permite la publicidad de productos de tabaco y cigarrillos electrónicos en las vallas publicitarias. Este estudio incluye mapas para mostrar en qué parte del mundo las ventas de cigarrillos electrónicos son legales y dónde en Europa se permite la publicidad.

Para el profesor Münzel “los cigarrillos electrónicos se consideran principalmente productos de tabaco, pero las regulaciones en su publicidad no siempre son claras”.

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