Pocos meses de vapeo se traducen en enfermedades en la boca
Los investigadores encontraron que la colección de bacterias orales en la boca de los usuarios diarios de cigarrillos electrónicos está repleta de potentes organismos causantes de infecciones, que ponen a los vapeadores en riesgo de sufrir enfermedades que van desde disfunciones de las encías hasta cáncer. Foto: master1305 / Freepik

Los científicos de la Universidad estatal de Ohio que han examinado por primera vez las bacterias en la boca de jóvenes sanos habituales consumidores de vapeo subrayan que el potencial de futuras enfermedades se encuentra bajo de la superficie.

Los investigadores encontraron que la colección de bacterias orales en la boca de los usuarios diarios de cigarrillos electrónicos está repleta de potentes organismos causantes de infecciones, que ponen a los vapeadores en riesgo de sufrir enfermedades que van desde disfunciones de las encías hasta cáncer.

Aunque no tenían una enfermedad activa, la composición de las bacterias orales de los participantes se parecía a la de las personas con periodontitis, una infección de las encías que puede provocar la pérdida de dientes y, si no se trata, es un factor de riesgo para la aparición de enfermedad cardíaca y pulmonar.

Los efectos dañinos se observaron con o sin nicotina, lo que llevó a los científicos a creer que los líquidos calentados y presurizados en los cartuchos de cigarrillos electrónicos son, probablemente, los principales culpables de transformar las bocas de los vapeadores en un hogar acogedor para una peligrosa combinación de microbios.

El cambio ocurre dramáticamente y en un corto período de tiempo”, señala la profesora Purnima Kumar, de la Universidad estatal de Ohio y autora principal del estudio publicado en Science Advances.

Acceso bacteriano a la boca por vapeo

Incluso los fumadores de cigarrillos convencionales, cuyo hábito de fumar les habría dado a los microbios causantes de enfermedades un acceso más fácil a la boca, tenían los perfiles orales más dañinos vinculados al vapeo después de entre tres y 12 meses de uso de cigarrillos electrónicos.

La profesora Kumar hace hincapié en que este hallazgo cuestiona las afirmaciones de que vapear reduce el daño causado por fumar.

“Si deja de fumar y comienza a vapear, no retrocede hacia un perfil bacteriano saludable sino que cambia al de vapeo. Sabiendo que el perfil de vapeo es rico en patógenos, no te estás haciendo ningún favor al usar el vapeo para dejar de fumar”, dice muy gráficamente esta investigadora.

Estos científicos recogieron muestras de placa bajo las encías de 123 personas que no mostraban signos actuales de enfermedad oral: 25 fumadores, 25 no fumadores, 20 usuarios de cigarrillos electrónicos, 25 ex fumadores que usaban cigarrillos electrónicos y 28 personas que simultaneaban el hábito de fumar y vapear.

Las bacterias bajo las encías son la última línea de defensa contra enfermedades ya que son las que menos alteran los cambios ambientales en la boca, como los alimentos, la pasta de dientes y el tabaco.

Microbioma oral

La profesora Kumar y su equipo realizaron una secuenciación profunda del ADN de los genomas de las bacterias para identificar no solo los tipos de microbios que viven allí, sino también cuáles eran sus funciones.

El perfil para el estudio del microbioma oral fue de vapeadores que nunca habían fumado, jóvenes (de 21 a 35 años) y sanos. Habían utilizado cigarrillos electrónicos entre cuatro y 12 meses. Los resultados sorprendieron a los investigadores.

Las características más preocupantes fueron los niveles de estrés en la comunidad microbiana, que se detectaron mediante la activación de genes que contribuyen a la creación de una capa de limo similar a un moco que rodea a las comunidades bacterianas.

El sistema inmunitario está acostumbrado a ver las bacterias reunidas como comunidades claramente definidas, pero la profesora Kumar destaca que en los usuarios de cigarrillos electrónicos, estas comunidades envueltas en limo parecen invasores extranjeros y desencadenan una respuesta inflamatoria destructiva.

“La razón por la que estamos saludables es porque nuestro sistema inmunológico ha reconocido estas bacterias y sus funciones desde el nacimiento y ha establecido una sensación de armonía”, explica la profesora Kumar. “El problema -añade- es cuando lanzas una bola curva con un cambio ambiental como este, tu sistema inmunológico ya no reconoce a las bacterias como amigos. Tienes que llamar a la policía y eso provoca una gran respuesta inflamatoria”.

Perfil bacteriano más dañino en la boca tras vapeo

Los investigadores descubrieron que las personas que habían intercambiado cigarrillos por un dispositivo de vapear tenían un perfil microbiano peor.

Sabiendo que las muestras de bacterias representaban una instantánea del entorno oral de una persona, los científicos utilizaron una boca falsa para validar lo que habían encontrado en los participantes del estudio.

Crearon condiciones que simulan bacterias orales normales en la saliva artificial e introdujeron una nube de vapor o aire limpio en la boca falsa.

La presencia de aerosol de cigarrillo electrónico puso en marcha el desarrollo del perfil bacteriano más dañino que se ve en la boca de los vapeadores. Y el aerosol sin nicotina que consiste en glicerol y glicol, fluidos viscosos de alcohol de azúcar que generan la nube cuando se exhalan, funcionaba como una fuente de nutrición para alimentar el ambiente oral alterado.

“Para imitar el efecto de fumar, la combinación de glicerol-glicol mantiene la nicotina en la garganta para dar la sensación de golpe de esta sustancia y produce una nube de vapor gigante. Es un componente muy esencial del vapeo”, detalla Kumar.

Este estudio recibió ayuda financiera de los Institutos Nacionales de la Salud y de la FDA.

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