BAM 15, la proteína que puede combatir la obesidad
La proteína BAM 15 previene el aumento de peso, la acumulación de grasa y reduce el azúcar en la sangre, según los autores de este estudio. Imagen: Kathryn Pergola

En las conclusiones de un alentador estudio de científicos del Centro de Investigación Biomédica Pennington, en Estados Unidos, se ofrecen las primeras evidencias de que la proteína BAM 15 actúa como un desacoplador de energía y puede ser un fármaco eficaz para combatir la obesidad.

La obesidad afecta a más de 650 millones de personas en todo el mundo y provoca una serie de enfermedades, entre las que figuran la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y más de una docena de carcinomas con alta tasa de mortalidad. El gasto mundial para tratar la obesidad y las enfermedades relacionadas con ella se estima en más de 150.000 millones de dólares cada año.

John Kirwan, director del Centro Pennington, en Baton Rouge (Louisiana), al que pertenece el grupo de investigadores que ha realizado este estudio publicado en EMBO Molecular Medicine, recuerda que a pesar de estos datos “solo un puñado de medicamentos se aprobaron por la FDA para el tratamiento de la obesidad y las personas que los toman rara vez logran pérdida de peso a largo plazo”. En su opinión, detener la epidemia de obesidad requiere nuevos fármacos y más efectivos que los actuales.

Kirwan asegura que la investigación que han llevado a cabo “representa un paso muy prometedor. Esperamos que, en un futuro no muy lejano, BAM 15 o compuestos relacionados avancen al desarrollo clínico de medicamentos y se conviertan en un medio viable para el tratamiento de la obesidad”.

Mecanismo de acción de BAM 15 contra la obesidad

El mecanismo de acción de esta proteína es diferente al de los fármacos comercializados para controlar el peso, que funcionan en gran medida al reducir la cantidad de alimentos que una persona ingiere o las calorías que absorbe su cuerpo. Entre ellos el Xenican, de Roche.

Según Kirwan, funciona haciendo que las mitocondrias, las plantas de energía de la célula, sean menos eficientes. “El resultado -concluye- es que las mitocondrias queman más energía”.

A la vista de los resultados conseguidos con animales de laboratorio, estos investigadores creen que BAM 15 podría utilizarse también para tratar diabetes, enfermedad del hígado graso y algunos tipos de cáncer que afectan por lo general a personas con obesidad.

En este estudio, los científicos de Pennington Biomedical demuestran por primera vez que los ratones que reciben BAM 15 son resistentes al aumento de peso al quemar más calorías.

Siempre según este trabajo, otro beneficio de esta proteína es la disminución de los niveles de azúcar en sangre, independientemente de la pérdida de peso. Además, mejora la sensibilidad del músculo esquelético a los efectos de la insulina. Como se sabe, la resistencia a la insulina del músculo esquelético es un factor de riesgo primario para el desarrollo de diabetes tipo 2.

A todo esto hay que añadir que reduce la acumulación de grasa, en general, al restringir la acumulación de la del hígado, los riñones y la sangre.

En Estados Unidos, la obesidad es un problema significativo de salud pública que tiene serias implicaciones para la salud y el bienestar de la población. Según los Centros de Control de Enfermedades (CDC), entre los objetivos nacionales de salud de la iniciativa Gente Saludable 2010 (HP2010) figura la reducción del porcentaje de adultos obesos en un 15%.

Obesidad y cáncer

Se considera que una persona es obesa si su índice de masa corporal (IMC) es de 30 o más. El IMC se calcula utilizando la altura y el peso. La obesidad, según la raza/grupo étnico y el sexo, alcanzó el nivel más alto de prevalencia entre las mujeres negras no hispanas (39,0%), seguidas por los hombres negros no hispanos (32,1%). Y fue más alta en el sur (27,3%) y en el centro del país (26,5%), que en el noreste (24,4%) y en el oeste (23,1%).

Por otra parte, el sobrepeso y la obesidad se asocian con mayor riesgo de padecer 13 tipos de cáncer, que representaron aproximadamente el 40% de todos los casos de cáncer que se diagnosticaron en Estados Unidos en 2014, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.

En general, los casos nuevos de cáncer han disminuido desde la década de 1990, pero es probable que el aumento en la cantidad de carcinomas relacionados con la obesidad reduzca ese progreso.

“La mayoría de los adultos estadounidenses pesan más de lo recomendado y tener sobrepeso o ser obeso pone a las personas en mayor riesgo de padecer cánceres”, en opinión de Brenda Fitzgerald, directora de los CDC.

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