
Un importante descubrimiento, publico hoy en Science, abre la puerta a nuevos fármacos; y es que una proteína especial es responsable de la replicación del coronavirus: la proteasa principal viral (Mpro o también 3CLpro). Un equipo de investigadores alemanes, dirigido por el profesor Rolf Hilgenfeld, de la Universidad de Lübeck, ha decodificado la arquitectura 3D de la proteasa principal del SARS-CoV-2. Además, han utilizado la luz de rayos X de alta intensidad de la instalación BESSY II, del Helmholtz-Zentrum Berlin (HZB).
Esta es, sin duda, una de las mejores noticias que ofrece la investigación básica en su lucha contra este coronavirus. Como hemos destacado en días precedentes, equipos de investigadores de todo el mundo trabajan sin cesar para lograr moléculas eficaces contra el SARS-CoV-2.
En este contexto, el análisis estructural de las proteínas funcionales del virus es muy útil para este objetivo. Como saben los científicos, la función de una proteína está estrechamente relacionada con su arquitectura 3D. Si se conoce esta arquitectura 3D, es posible identificar puntos específicos de ataque para sustancias activas.
Arquitectura 3D de la molécula de la proteína responsable de la replicación del coronavirus
El profesor Rolf Hilgenfeld es un reconocido virólogo que, hace años, logro desarrollar un inhibidor contra el virus SARS. Y, más recientemente, en 2016, consiguió descifrar una enzima calve del virus Zika.
Por su parte, el doctor Manfred Weiss, director del grupo de investigación de Cristalografía Macromolecular en HZB, destaca que “para estos temas de mayor relevancia, podemos ofrecer acceso rápido a nuestros instrumentos. En los denominados MX, se pueden analizar pequeños cristales de proteínas con una luz de rayos X muy brillante. Las imágenes contienen información sobre la arquitectura 3D de las moléculas de proteínas. La forma compleja de la molécula de proteína y su densidad electrónica se calculan mediante algoritmos informáticos”.
La arquitectura 3D proporciona puntos de partida concretos para el desarrollo de sustancias activas o inhibidores. Estas moléculas podrían atracar específicamente en los puntos de destino de la macromolécula e impedir su función.
Transmisión silente, responsable de la propagación en China
En relación con esta pandemia, investigadores de la Universidad de Columbia aseguran también en Science que los casos no detectados por infección del coronavirus, muchos de los cuales probablemente no fueron gravemente sintomáticos, fueron en gran medida responsables de la propagación de este agente patógeno en China.
El equipo de investigadores dirigido por Jeffrey Shaman recuerda que el 86% de todas las infecciones no estaban documentadas antes del cierre de Wuhan el 23 de enero pasado.
Por persona, estas infecciones indocumentadas fueron la mitad (52%) tan contagiosas como las documentadas, pero fueron la fuente de dos tercios de las infecciones documentadas.
Shaman opina que “la explosión de los casos de COVID-19 en China se impulsó en gran medida por personas con síntomas leves, limitados o sin síntomas que no fueron detectados. Dependiendo de su contagio y número, los casos no detectados pueden exponer a una porción mucho mayor de la población al virus de lo que ocurriría. Estas transmisiones sigilosas continuarán presentando un gran desafío para la contención de este brote en el futuro”.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos de Columbia utilizaron una plataforma informática que se basa en observaciones de infecciones reportadas y diseminadas dentro de China, junto con datos de movilidad del 10 al 23 de enero y del 24 de enero al 8 de febrero pasados.
«Si este coronavirus sigue el patrón de la gripe pandémica H1N1 2009, se convertirá en el quinto coronavirus endémico en la población humana”, opina Shaman.