Alternar e-cigarette con tabaco, igual de dañino que fumar solo cigarrillos
A medida que se llevan a cabo estudios clínicos sobre su efecto en el organismo, los investigadores demuestran que los e-cigarrillos son igual de dañinos que fumar tabaco tradicional. Foto: senivpetro/freepik

Alternar e-cigarrillos con cigarrillos convencionales es igual de dañino que depender solo del tabaco tradicional. Esta es la conclusión principal del último estudio que acaba de publicar Circulation, órgano oficial de la American Heart Association.

El tabaquismo es un vínculo bien conocido con las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Hace pocos años aparecieron en el mercado los cigarrillos electrónicos (e-cigarette) y los vapeadores. Sin embargo, a medida que se llevan a cabo estudios clínicos sobre su efecto en el organismo, los investigadores demuestran que esos dispositivos son igual de dañinos que fumar tabaco tradicional.

Al analizar datos de más de 7.100 adultos estadounidenses mayores de 18 años, los investigadores estudiaron la asociación del tabaquismo y el uso de cigarrillos electrónicos con la inflamación y el estrés oxidativo.

La inflamación y el estrés oxidativo son factores clave que contribuyen a la enfermedad cardiovascular inducida por el tabaquismo y se ha demostrado que sus biomarcadores predicen la aparición de eventos cardiovasculares, incluidos ataques cardíacos e insuficiencia cardíaca.

“Este estudio es uno de los primeros en utilizar datos representativos a nivel nacional para examinar la asociación de conductas de uso de cigarrillos y cigarrillos electrónicos con biomarcadores de inflamación y estrés oxidativo”, enfatiza el profesor Andrew C. Stokes, de la Universidad de Boston, y primer autor del trabajo.

Como señala el investigador, “dado el lapso entre la exposición al tabaco y los síntomas y el diagnóstico de la enfermedad, es necesario identificar la asociación entre el uso de e-cigarrillos y los biomarcadores sensibles de lesión cardiovascular subclínica, para comprender los efectos a largo plazo de los productos de tabaco más nuevos, como los cigarrillos electrónicos”.

Biomarcadores de inflamación y estrés oxidativo

Los investigadores utilizaron datos del Estudio de Evaluación de la Población del Tabaco y la Salud (PATH), una cohorte longitudinal representativa a nivel nacional en EE UU que incluye la recogida de muestras de sangre y orina.

Así, se analizaron cinco biomarcadores de inflamación y estrés oxidativo. Los participantes se clasificaron en cuatro categorías según el uso de tabaco tradicional y e-cigarrillos electrónicos en un período de 30 días: no utilización de cigarrillos y e-cigarette; solo e-cigarette; solo cigarrillos convencionales; y doble uso de cigarrillos y cigarrillos electrónicos.

Para probar la solidez de los resultados iniciales, los científicos repitieron los análisis en subgrupos de encuestados, incluidos aquellos que no habían consumido ningún otro producto de tabaco en los últimos 30 días.

De los participantes del estudio, más de la mitad (58,6%) no usaba cigarrillos o cigarrillos electrónicos; casi el 2% exclusivamente e-cigarette; alrededor del 30% fumaba exclusivamente cigarrillos; y cerca del 10% utilizaba cigarrillos electrónicos y consumía cigarrillos tradicionales.

Como detallan en las conclusiones de su trabajo, aquellos que solo utilizaron e-cigarette mostraron un perfil de estrés inflamatorio y oxidativo similar al de las personas que no fumaban ni usaban cigarrillos electrónicos.

Además, los que fumaban exclusivamente tabaco convencional y los que usaban cigarrillos y e-cigarrillos tenían niveles más altos en todos los biomarcadores evaluados, en comparación con los participantes que no usaban cigarrillos o cigarrillos electrónicos.

Por último y en comparación con los participantes que fumaban solo tabaco de combustión, tenían niveles significativamente más bajos de casi todos los biomarcadores de estrés oxidativo e inflamatorio. Sin embargo, los que consumían cigarrillos y e-cigarrillos tenían niveles de todos los biomarcadores de estrés oxidativo e inflamatorio comparables a los que fumaban exclusivamente tabaco convencional.

Mensaje para consumidores de cigarrillos y e-cigarrillos

Rose Marie Robertson, coautora de este trabajo y subdirectora científica de la American Heart Association, subraya que “este se suma a las limitadas investigaciones que tenemos sobre medidas biológicas en aquellos que usan cigarrillos electrónicos”.

En su opinión, las conclusiones “tienen un mensaje importante para las personas que creen que usar cigarrillos electrónicos mientras continúan fumando algunos cigarrillos combustibles reduce su riesgo”.

Los investigadores también realizaron análisis exhaustivos para probar los resultados contra la influencia de comportamientos relacionados, como el uso de otros productos de tabaco y marihuana, y la exposición al humo de segunda mano. Los resultados se mantuvieron constantes en los análisis adicionales.

La gran muestra de población de este estudio avala que los hallazgos sean aplicables a la población adulta de EE UU. Una de las limitaciones del estudio es su enfoque transversal de observar los datos de la población en un momento determinado, lo que hace imposible establecer la causalidad.

Para el profesor Stokes, “los resultados podrían usarse para aconsejar sobre el riesgo potencial de usar tanto cigarrillos como cigarrillos electrónicos. Algunas personas que fuman cigarrillos comienzan a usar e-cigarrillos para reducir la frecuencia con la que lo hacen. A menudo, se convierten en usuarios duales de ambos productos, en lugar de cambiar por completo de uno a otro. Si los cigarrillos electrónicos se utilizan como medio para dejar de fumar, se debe reemplazar completamente el hábito de fumar y se debe recomendar un plan para finalmente lograr la independencia de todos los productos de tabaco”.

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