![cerebro-covid Dr. Tomás Segura: Secuelas neurológicas del coronavirus, el síndrome post-Covid-19](https://biotechmagazineandnews.com/wp-content/uploads/2021/03/cerebro-covid-696x464.jpg)
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La pandemia Covid-19 es, sin duda, uno de los problemas de salud más importantes que en la actualidad enfrenta la Humanidad. Esta enfermedad ha puesto en peligro la vida de muchas personas, colapsado los hospitales y generado una enorme alarma social.
La enfermedad es causada por un coronavirus, SARS-CoV-2, cuya principal amenaza para el hombre es su enorme capacidad infectiva, facilitada por su transmisión respiratoria a través de aerosoles. Cuando en marzo de 2019 la enfermedad llegó a Europa con toda su fuerza, los médicos observaron que la mayor parte de los pacientes infectados cursaban de manera asintomática o leve, un 15% de los mismos sufrían una neumonía bilateral con insuficiencia respiratoria y un 5% de los casos tenían además un fallo multiorgánico que podía conducir a la muerte.
La primera consideración hacia el virus fue, lógicamente, pensar que nos enfrentábamos a una enfermedad respiratoria; sin embargo, el completo colapso de la sanidad española durante las primeras semanas llevó también a los especialistas en neurología a la primera línea de la batalla hospitalaria contra la enfermedad.
De esta manera en mi centro, el Hospital Universitario de Albacete, que atendió una de las zonas entonces más castigadas por el virus, pronto se hizo evidente a los médicos neurólogos que atendían a los pacientes que estos presentaban con mucha frecuencia sintomatología de índole neurológica. En concreto, lo que más nos llamó la atención fue la presencia de encefalopatía (aturdimiento) en un porcentaje importante de los enfermos. Una concienzuda labor de recolección de todos los síntomas neurológicos en las centenas y centenas de casos que tuvimos ingresados durante el mes de marzo nos permitió apreciar la magnitud del problema y publicarla en la prestigiosa revista Neurology.
Virus neurotóxico
En esencia, en ese trabajo describíamos, por primera vez en el mundo occidental, que uno de cada cinco pacientes hospitalizados por la enfermedad sufría algún tipo de trastorno de conciencia, un 20% adicional tenía trastorno conductual o del sueño, hasta un 17% aquejaban dolor muscular, un 14% cefalea y así hasta completar una enorme pléyade de síntomas, que aisladamente o en combinación, llegaban a afectar al 57% de nuestros enfermos hospitalizados.
Dentro del compromiso neurológico, aunque de manera poco frecuente (1,7%), encontramos también infartos y hemorragias cerebrales. Durante el mes de abril seguimos recogiendo todos los casos ingresados en nuestro hospital por coronavirus, pero esta vez pusimos especial interés en las manifestaciones cerebrovasculares. A finales de abril habíamos recogido más de 1.800 pacientes y en algunos de ellos tuvimos la oportunidad de realizar biopsias cerebrales que nos permitieron confirmar histo-patológicamente la capacidad del virus para generar fenómenos micro-trombóticos y de destrucción del endotelio vascular (la capa celular que recubre venas y arterias) en la circulación cerebral.
Nuestros hallazgos (publicados en la revista Brain), junto a los de muchos otros grupos de investigación alrededor del mundo, nos permiten hoy afirmar que SARS-CoV-2 no es solo un virus respiratorio, sino también un virus neurotóxico. Y lo es por su facilidad para generar problemas al sistema nervioso tanto en la fase aguda (como ya hemos explicado antes) como también de manera diferida, conformando lo que se ha dado en llamar Covid persistente o síndrome post-Covid-19.
Síndrome post-Covid-19
Este síndrome consiste, sobre todo, en la presencia de fatiga, dolor muscular, cefalea, taquicardias, parestesias y la presencia de una extraña sensación de embotamiento cerebral, que se prolonga más allá de tres meses desde que la enfermedad aguda fue superada y las PCR del exudado nasal resultaron negativas. De nuevo, es probable que el origen de esta sintomatología tan diversa esté en un mal funcionamiento del sistema nervioso.
Algunos estudios epidemiológicos llevados a cabo en los últimos meses sugieren que entre el 20 y el 40% de todos los infectados por el virus pueden desarrollar estos síntomas, incluso aunque la infección aguda hubiera sido superada fácilmente. Si estos cálculos son acertados, en España, con más de tres millones de infectados confirmados, entre 600.000 y 1.200.000 pacientes necesitarán atención por este síndrome en los próximos meses.
Este enorme grupo de enfermos se encontrará entonces no sólo con un sistema sanitario exhausto y colapsado, sino también con las dificultades que toda enfermedad desconocida plantea para médico y paciente. En ese sentido, es de sumo interés intentar desentrañar los mecanismos potenciales del síndrome post-Covid-19. Dado que el Covid persistente aparece después de una enfermedad que sabemos que es capaz de generar trastorno inmunitario y afectación del endotelio vascular cerebral, nuestra hipótesis es que se trata de un cuadro generado por microinflamación cerebral mantenida. En el Hospital Universitario de Albacete hemos diseñado un estudio de investigación que en los próximos meses tratará de demostrar esta teoría utilizando biomarcadores específicos.