
Las dietas vegetarianas han sido ampliamente promovidas por su papel protector en la salud cardiometabólica. Sin embargo, en la literatura reciente se sugiere encarecidamente que la calidad de estas dietas varía sustancialmente de unas a otras.
Un estudio, publicado en European Heart Journal, examinó el vínculo entre la cantidad y la calidad de los alimentos de origen vegetal y la salud del corazón durante un período de 10 años.
“Nuestro estudio destaca la calidad nutricional variable de los alimentos vegetales”, apostilla la doctora Matina Kouvari, de la Universidad de Harokopio, en Atenas, e investigadora principal.
“Este hallazgo fue más evidente en las mujeres. Investigaciones anteriores han demostrado que las mujeres tienden a comer más alimentos de origen vegetal y menos productos de origen animal que los hombres. Pero nuestro estudio sugiere que esto no garantiza opciones de alimentos más saludables y, a su vez, un mejor estado de salud”, añade.
La mayoría de los estudios dietéticos definen las dietas basadas en plantas simplemente como vegetarianas, por lo que tratan a todos los alimentos vegetales como iguales. El aspecto único de este estudio fue que examinó el tipo de alimentos de origen vegetal consumidos, además de la cantidad total.
Los productos vegetales saludables fueron principalmente los alimentos menos procesados, como cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos, aceite de oliva y té / café. Los productos vegetales no saludables consistían en zumos, bebidas azucaradas, granos refinados, patatas y cualquier tipo de dulces (por ejemplo, chocolate, postres tradicionales griegos, etc.).
Dietas vegetarianas saludables y no saludables
Entre los años 2001 y 2002, el estudio ATTICA seleccionó aleatoriamente una muestra de adultos que vivían en Atenas y que no tenían enfermedades cardiovasculares u otras afecciones crónicas. El análisis actual se realizó en 146 participantes obesos con presión arterial, lípidos en sangre y azúcar en sangre normales.
La dieta se evaluó mediante un cuestionario sobre hábitos habituales en el año anterior. Se contabilizaron 156 alimentos y bebidas que se consumen comúnmente en Grecia, con imágenes para ayudar a definir el tamaño de las porciones.
En una década, casi la mitad de estos participantes obesos habían desarrollado hipertensión (presión arterial alta), nivel de lípidos y azúcar altos. Una combinación que es peligrosa para el corazón.
Los varones que consumían más alimentos de origen vegetal tenían menos probabilidades de tener este deterioro en su estado de salud. También se observó una tendencia en las mujeres, pero no alcanzó significación estadística.
Con respecto a la calidad de los alimentos de origen vegetal, las opciones más saludables se relacionaron con el mantenimiento de la tensión arterial, los lípidos en sangre y el azúcar en sangre normales. Por el contrario, el consumo de alimentos de origen vegetal no saludables se asoció con el desarrollo de presión arterial alta, lípidos en sangre altos y azúcar en sangre alta. Estas relaciones eran más fuertes en las mujeres que en los hombres.
En opinión de la doctora Kouvari, “comer menos carne es beneficioso para la salud del corazón, especialmente cuando se reemplaza con alimentos vegetales nutritivos como cereales integrales, frutas, verduras, nueces y aceite de oliva”.