En la Universidad estadounidense de Emory, en Atlanta, un equipo multidisciplinar de científicos ha conseguido identificar los puntos calientes de la fiebre del dengue, también conocida como fiebre de los huesos rotos, gracias a los datos obtenidos en nueve ciudades de México. Este avance se traduce en la posibilidad de identificar el riesgo de Zika y Chikungunya, transmitidos por el mosquito Aedes aegypti.
El profesor Gonzalo Vázquez-Prokopec, de la Universidad de Emory, junto con otros investigadores de diversos centros mexicanos, explican en Lancet Planetary Health cómo han logrado hallar, gracias a los datos de nueve ciudades de México, la identificación de los puntos calientes de la fiebre del dengue, que proporciona un mapa predictivo de futuros brotes de zika y chikungunya. Las tres enfermedades virales son transmitidas por el mosquito A. aegypti.
El estudio analizó datos de 2008 a 2020 de varias ciudades del sur de México con una alta carga de casos de dengue durante ese período, junto con otros de las enfermedades más recientes de Zika y chikungunya. Entre estas poblaciones figuran Acapulco, Mérida, Veracruz, Cancún, Tapachula, Villahermosa, Campeche, Iguala y Coatzacoalcos.
Según estos resultados, encontraron una superposición del 62% de los puntos calientes para el dengue y el Zika y del 53% para los casos de dengue y chikungunya. Además, los puntos calientes de dengue entre 2008 y 2016 se asociaron significativamente con los de dengue detectados entre 2017 y 2020, en cinco de las nueve ciudades.
Este trabajo está basado en las conclusiones de un estudio previo sobre la superposición espacio-temporal de estas enfermedades, en Mérida, en la península del Yucatán, donde viven un millón de personas.
Brotes de dengue, zika y chikungunya

Ese estudio demostró que casi la mitad de los casos de dengue en Mérida de 2008 a 2015 se localizaron en el 27% de la ciudad. Estos puntos calientes de dengue contenían el 75% de los primeros casos de chikungunya reportados durante el brote de esa enfermedad en 2015, y el 100% de los primeros casos de Zika durante el brote de 2016.
Como subraya Vázquez-Prokopec, “en este último documento, hemos ampliado nuestro análisis en alcance y geografía para demostrar que los hallazgos son consistentes en estas nueve ciudades, de diferentes tamaños y en diferentes regiones”.
“Hemos confirmado -añade- que los brotes de dengue, zika y chikungunya tienden a concentrarse en áreas pequeñas de una ciudad y que estos puntos calientes son un pronóstico para saber dónde se concentrarán los casos futuros”.
Los esfuerzos de control de mosquitos generalmente involucran la fumigación al aire libre que cubre amplias franjas de una ciudad, pero el Aedes aegypti se ha adaptado para vivir dentro de las casas. El trabajo de Vázquez-Prokopec y su equipo ha demostrado que la mejor manera de controlar estos mosquitos y las enfermedades que propagan es rociando un pesticida de larga duración en interiores, en los techos, a lo largo de las bases de las paredes y en otras áreas de las casas donde los mosquitos tienden a agruparse.
Fumigación residual en interiores dirigida
Este enfoque, conocido como fumigación residual en interiores dirigida, es demasiado costoso y requiere mucho tiempo para aplicarlo en una ciudad.
Sin embargo, el marco estadístico del documento actual permite a los funcionarios de salud pública concentrar sus esfuerzos en los puntos calientes anteriores de enfermedades transmitidas por Aedes para controlar mejor, e incluso prevenir, los brotes.
Vázquez-Prokopec dirige actualmente un ensayo clínico aleatorizado en Mérida para probar la fumigación residual en interiores dirigida como una intervención contra las enfermedades transmitidas por Aedes. La prueba de cinco años de duración, se inició en 2020 y tiene una financiación de 6,5 millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud (INH) de Estados Unidos.
Sus líneas de investigación se centran en enfermedades transmitidas por vectores (las transmitidas por insectos) como los virus del dengue, del Nilo Occidental y la enfermedad de Chagas.
A través de observaciones de campo, experimentación y métodos cuantitativos complejos, el trabajo tiene como objetivo identificar los principales determinantes de la transmisión y propagación geográfica de enfermedades transmitidas por vectores de importancia para la salud mundial, cuantificar la contribución del paisaje urbano a los patrones de ocurrencia de enfermedades y diseminación geográfica, estudiar la ecología de los insectos vectores y huéspedes reservorios, y el papel del comportamiento humano así como de los vectores en la dinámica de transmisión de patógenos.
Dengue o la fiebre de los ‘huesos rotos’
A la fiebre del dengue se la conoce como fiebre de los huesos rotos, debido al dolor que produce en quién la sufre. Más de un tercio de la población mundial vive en áreas de alto riesgo de infección por el virus del dengue, una de las principales causas de enfermedad y muerte en los trópicos y subtrópicos.
El dengue es endémico en la mayor parte de México, donde se registran entre 75.000 y 355.000 casos al año, lo que se traduce en un coste económico de entre 150 millones y 257 millones de dólares anuales.
Por otra parte, el chikungunya rara vez es mortal, pero los síntomas pueden ser graves y debilitantes. El zika puede causar síntomas similares a los del dengue y la chikungunya, como dolores en las articulaciones y fiebre. Si bien el zika tiende a ser menos debilitante, o incluso asintomático. Si se infecta con él una embarazada, puede afectar gravemente al feto.