
Un equipo de científicos de la Universidad de California en San Diego ha creado novedosas herramientas CRISPR, para ayudar a contener la transmisión de enfermedades de los mosquitos Culex, posiblemente los menos estudiados, pero que transmiten, entre otros, los virus de la malaria aviar y del Nilo Occidental.
Cabe recordar que desde que empezaron a conocerse los primeros avances con la edición génica CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats), en diversos centros de EE UU y Europa grupos de científicos han trabajado para aprovechar la tecnología en el desarrollo de impulsores génicos, que se dirigen a mosquitos que propagan patógenos, como las especies Anopheles y Aedes, responsables de diseminar la malaria y el dengue, entre otras enfermedades con altas tasas de mortalidad.
Sin embargo, apenas se ha profundizado en la ingeniería genética de los mosquitos del género Culex, que propagan enfermedades provocadas por el virus del Nilo Occidental, la principal causa de enfermedades transmitidas por mosquitos en EE UU, así como de otros como el virus de la encefalitis japonesa (JEV) y el patógeno que causa la malaria aviar.
Ahora, estos científicos de San Diego han desarrollado varias herramientas de edición génica para evitar que Culex propague enfermedades. Los impulsores genéticos se han diseñado para difundir genes modificados, en este caso aquellos que inhabilitan la capacidad de transmitir patógenos.
Como se detalla en Nature Communications, Xuechun Feng y Valentino Gantz, junto con investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard y los Laboratorios Nacionales de Enfermedades Infecciosas Emergentes, desarrollaron un kit de expresión Cas9 / ARN, diseñado para el género Culex. Dado que se ha prestado poca atención a la ingeniería genética de Culex, se pidió a los investigadores que desarrollaran su conjunto de herramientas desde cero, comenzando con un examen cuidadoso del genoma de Culex.
‘Culex’, propagador del virus del Nilo
Gantz, coordinador de este equipo, cree que su trabajo será muy útil para los investigadores que trabajan en la biología del vector de Culex, “ya que se necesitan nuevas herramientas genéticas”.
El género Culex representa un riesgo mucho mayor para la salud en África y Asia, donde transmiten el gusano que causa la filariasis, una enfermedad que puede provocar elefantiasis.
“Estos ARNg modificados pueden aumentar el rendimiento del impulso genético en la mosca de la fruta y, potencialmente, podrían ofrecer mejores alternativas para futuros productos de impulso genético y de edición génica en otras especies”, argumenta Gantz.
La tecnología CRISPR actúa como unas tijeras moleculares que pueden cortar cualquier secuencia del ácido desoxirribonucleico (ADN) del genoma, de una forma precisa con la posibilidad de introducir cambios allí.
Los científicos coinciden en asegurar que el desarrollo de esta tecnología supone un nuevo capítulo para la ingeniería genética, ya que con esta herramienta es factible alterar, editar y corregir el genoma de cualquier célula de una forma muy económica y precisa.
Uno de los avances registrados con ayuda de esta tecnología lo protagonizaron, hace cuatro años, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts y de la Universidad de Harvard, dirigidos por D. Cox y J. Gootenberg.
Estos científicos diseñaron una nueva versión de esta tecnología que es capaz de editar ácido ribonucleico (ARN), con lo que se pueden corregir mutaciones en diferentes ventajas de tiempo. Concretamente, se centraron en el sistema CRISPR-Cas, que es utilizado como defensa por algunas bacterias para eliminar virus, entre otros agentes patógenos.