Con ayuda de tijeras moleculares, un equipo de científicos de la Universidad de Lund ha conseguido identificar un gen clave de la leucemia mieloide aguda (AML).
La AML es una de las formas más comunes de cáncer de sangre entre los adultos y se asocia con una baja tasa de supervivencia. Su aparición conduce a la inhibición de la formación sanguínea normal.
Ahora, en la Universidad de Lund, en Suecia, se ha conseguido identificar uno de los genes que, según concluyen estos científicos en Cell Reports, es la base para la supervivencia y multiplicación de las células madre de leucemia.
Este carcinoma es el resultado de cambios genéticos adquiridos en las células madre que forman la sangre y, entre otras cosas, afecta los genes que controlan la maduración y el crecimiento de las células. Aunque la enfermedad ocurre en todas las edades, desde la infancia en adelante, es más común entre los mayores.
Marcus Järås, coordinador de este equipo de investigadores, explica que “las células madre de la leucemia en la médula ósea son las que impulsan la enfermedad y es por eso que queríamos investigar qué genes controlan estas células madre. Mediante el uso de tijeras genéticas especiales, CRISPR, hemos podido, utilizando un modelo animal, estudiar unos 100 genes al mismo tiempo”.
‘Tijeras moleculares’
Las CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats) se producen en el genoma de ciertas bacterias, de las que el sistema se ha descubierto. Se trata de una endonucleasa asociada a CRISPR (una enzima), conocida por actuar como tijeras moleculares que cortan y editan, o corrigen, en una célula, el ADN asociado a una enfermedad.
Esta tecnología tiene la capacidad de ofrecer a los investigadores la posibilidad de alterar o corregir directamente los cambios asociados a la enfermedad subyacente en el genoma.
Su potencial, coinciden en señalar los expertos, es enorme en biomedicina, alimentación, agricultura y medioambiente.
Como se sabe, el investigador español Francisco Mojica, de la Universidad de Alicante, fue el primero en estudiar las secuencias CRISPR, a las que él mismo puso nombre. Fue en 1993, cuando comenzó a estudiar un microorganismo con una tolerancia extrema a la sal, encontrado en las costas de la localidad alicantina de Santa Pola.
El nuevo método que utiliza las tijeras de genes significa que los investigadores pueden controlar el gen que está desactivado, lo que les permite estudiar su función y comprender mejor cómo surgen las enfermedades.
Gen esencial para la supervivencia de las células madre de leucemia
Los investigadores de Lund descubrieron que el gen CXCR4 es esencial para la supervivencia de las células madre de leucemia. Cuando cortaron este gen, las células madre de leucemia no pudieron sobrevivir, ya que dependen totalmente de la proteína que produce el gen.
Ramprasad Ramakrishnan, primer autor del estudio, detalla que, cuando apagaron CXCR4, “se creó estrés oxidativo y las células madre de leucemia maduraron en células con una vida útil limitada. El estrés oxidativo surge debido a los productos de desecho formados cuando el oxígeno se convierte en energía. Es un proceso que está bien regulado en la célula, pero cuando hay un aumento en los productos de desecho, se traduce en toxicidad que conduce a su muerte”.
En este sentido, recuerda también que, en la formación sanguínea normal, la interacción entre las proteínas CXCL12 y CXCR4 es importante para las células madre sanguíneas.
Así, descubrieron que CXCL12 no es necesario para las células madre de leucemia, lo que muestra una diferencia fundamental en cómo se regulan y también las células madre sanguíneas normales.
Para el científico, este hallazgo podrá utilizarse como base para conseguir nuevos fármacos contra la leucemia mieloide aguda.