El exoesqueleto mejora la función intestinal
En este estudio los científicos utilizaron dos tipos de exoesqueletos, ReWalk y Ekso GT. Esta imagen muestra un Ekso GT en el Tim & Caroline Reynolds Center for Spinal Stimulation, en Kessler Foundation. Foto: Kessler Foundation

Un equipo de investigadores estadounidenses ha demostrado que los planes de intervención física que incluían caminar asistido por exoesqueleto ayudaron a las personas con lesiones en la médula espinal a evacuar de manera más eficiente y mejoraron la consistencia de sus heces.

En este estudio, que se explica en Journal of Clinical Medicine, han participado Peter H. Gormande la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, Gail F. Forrest, del Centro de Estimulación Espinal Tim y Caroline Reynolds de la Fundación Kessler, William Scott, del Sistema de Atención Médica de VA Maryland, así como Pierre K. Asselin, Stephen Kornfeld, Eunkyoung Hong y Ann M. Spungen, del Centro Médico James J. Peters VA.

La disfunción intestinal, un efecto secundario común después de una lesión de la médula espinal, puede provocar estreñimiento e incontinencia crónicos, lo que provoca malestar y frustración.

En una encuesta, más de un tercio de los hombres con lesión de la médula espinal informaron que la disfunción del intestino y la vejiga tuvo el efecto más significativo en sus vidas después de la lesión.

Tradicionalmente, los profesionales de la rehabilitación han manejado la disfunción intestinal utilizando enfoques que se dirigen al sistema gastrointestinal o requieren intervención manual, pero algunas investigaciones más recientes sugieren que la actividad física y la postura erguida pueden mejorar la motilidad intestinal.

Sin embargo, pocos estudios han explorado la posibilidad de que la caminata asistida por exoesqueleto, en la que una persona con lesión de la médula espinal usa un traje robótico que le permite permanecer de pie y caminar, pueda ser una adición efectiva a los planes de intervención existentes.

Caminata asistida por exoesqueleto

En este estudio, se analizó si la caminata asistida por exoesqueleto mejoraba la función intestinal en personas con lesión crónica de la médula espinal. Realizaron un ensayo clínico cruzado, aleatorizado, controlado y en tres centros en el que 50 participantes completaron 36 sesiones de caminata asistida por exoesqueleto.

Los investigadores evaluaron la función intestinal como resultado secundario en 49 participantes. La función intestinal se midió mediante una encuesta de 10 preguntas, la Escala de forma de heces de Bristol y el instrumento Spinal Cord Injury Quality of Life Intestinal Management Dificults.

Los resultados demostraron que el programa de caminata asistida por exoesqueleto proporcionó alguna mejora en la función intestinal en comparación con el grupo de control. “Vimos una reducción notable en el tiempo de evacuación intestinal y el 24% de los participantes informaron una experiencia mejorada”, explica el doctor Forrest, coautor y director asociado del Centro de Investigación en Ingeniería de Movilidad y Rehabilitación de la Fundación Kessler.

“También notamos -añade- que las heces de los participantes tendían a una mejor consistencia, lo que respalda nuestra hipótesis de que esta intervención puede mejorar varias medidas de la función intestinal”.

Por su parte, el doctor Gorman, miembro de este equipo y jefe de la División de Medicina de Rehabilitación del Instituto de Rehabilitación y Ortopedia de la Universidad de Maryland, hace hincapié en que “nuestros resultados apoyan la idea de que caminar, y no solo estar de pie, puede tener un efecto beneficioso sobre la función intestinal. Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas con lesión crónica de la médula espinal”.

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