
¿La hidratación puede influir en el envejecimiento? Las personas de mediana edad cuyo sodio sérico supera los 142 milimoles por litro (mmol/l) tienen más riesgo de ser biológicamente mayores, desarrollar enfermedades crónicas y morir a una edad más temprana. Esta es la principal conclusión de un innovador estudio de investigadores estadounidenses.
En el trabajo que aparece en las páginas de EBioMedicine, se explica cómo un equipo de investigadores de National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI), pertenecientes a los INH, utilizaron datos de salud de un total de 11.255 adultos, recopilados durante 30 años, para analizar los vínculos entre los niveles séricos de sodio, que aumentan cuando disminuye la ingesta de líquidos, y varios indicadores de salud.
Así, descubrieron que los adultos con niveles séricos de sodio en el extremo superior de un rango normal, tenían más probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas y mostrar signos de envejecimiento biológico avanzado que aquellos con niveles séricos de sodio en los rangos medios. Los adultos con niveles más altos también tenían más probabilidades de morir a una edad más temprana.
Como afirma Natalia Dmitrieva, del Laboratorio de Medicina Regenerativa Cardiovascular de NHLBI y autora principal de este trabajo, “los resultados sugieren que una hidratación adecuada puede retrasar el envejecimiento y prolongar una vida libre de enfermedades”.
Este estudio amplía otro anterior de marzo de 2022, en el que estos investigadores encontraron vínculos entre rangos más altos de niveles normales de sodio sérico y mayores riesgos de insuficiencia cardíaca.
Estudio ARIC, el origen
Ambos hallazgos provienen del Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC), que incluye subestudios en los que participaron miles de adultos negros y blancos de Estados Unidos. El primer subestudio ARIC comenzó en 1987 y ha ayudado a los investigadores a comprender mejor los factores de riesgo de las enfermedades cardíacas, al tiempo que da forma a las pautas clínicas para su tratamiento y prevención.
Ahora, los investigadores evaluaron la información que los participantes del estudio compartieron durante cinco visitas médicas: las dos primeras cuando tenían 50 años y la última cuando tenían entre 70 y 90 años.
Para permitir una comparación justa entre cómo la hidratación se correlacionaba con los resultados de salud, se excluyeron a los adultos que tenían niveles altos de sodio sérico en los controles iniciales o con afecciones subyacentes, como la obesidad, que podrían afectar esos datos.
Luego evaluaron cómo los niveles séricos de sodio se correlacionaban con el envejecimiento biológico, que se evaluó a través de 15 marcadores de salud, entre ellos la presión arterial sistólica, el colesterol y el azúcar en la sangre.
Estos datos proporcionaron información sobre cómo funcionaban los sistemas cardiovascular, respiratorio, metabólico, renal e inmunológico de cada persona. También ajustaron factores como la edad, la raza, el sexo biológico, el tabaquismo y la hipertensión.
En los resultados destaca que los adultos con niveles más altos de sodio sérico normal, con rangos normales entre 135 y 146 miliequivalentes por litro (mEq/L), tenían más probabilidades de mostrar signos de un envejecimiento biológico más rápido.
Hidratación óptima
Esto se basó en indicadores como la salud metabólica y cardiovascular, la función pulmonar y la inflamación. Por ejemplo, los adultos con niveles séricos de sodio por encima de 142 mEq/L tenían un aumento asociado del 10 al 15% en las probabilidades de ser biológicamente mayores que su edad cronológica, en comparación con rangos entre 137 y 142 mEq/L.
Asimismo, los niveles por encima de 144 mEq/L se correlacionaban con un aumento del 50%. Y los niveles de 144,5-146 mEq/L se asociaron con un aumento del 21% en el riesgo de muerte prematura en comparación con los rangos entre 137-142 mEq/L.
De manera similar, los adultos con niveles séricos de sodio superiores a 142 mEq/L tenían hasta un 64% más de riesgo asociado de desarrollar enfermedades crónicas como insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, fibrilación auricular y arteriopatía periférica, así como enfermedad pulmonar crónica, diabetes y demencia. Por el contrario, aquellos adultos con niveles séricos de sodio entre 138 y 140 mEq/L tenían el riesgo más bajo de desarrollar enfermedades crónicas.
No obstante y como señalan los autores del estudio, estos hallazgos no prueban un efecto causal, por lo que hacen hincapié en que se necesitan ensayos controlados aleatorios para determinar si una hidratación óptima puede promover un envejecimiento saludable, prevenir enfermedades y conducir a una vida más larga.
Hidratación y envejecimiento
“Aquellas personas cuyo sodio sérico es de 142 mEq/L o más se beneficiarían de una evaluación de su ingesta de líquidos”, opina Dmitrieva. Según esta investigadora, la mayoría de las personas pueden aumentar su ingesta de líquidos de manera segura para alcanzar los niveles recomendados, lo que se puede hacer con agua y otros líquidos, como zumos o verduras y frutas con un alto contenido de agua. Las Academias Nacionales de Medicina, por ejemplo, sugieren que la mayoría de las mujeres consumen alrededor de 6 a 9 vasos (1,5 a 2,2 litros) de líquidos al día y para los hombres, 8 a 12 vasos (2 a 3 litros).
“El objetivo es garantizar que los pacientes tomen suficientes líquidos, mientras se evalúan los factores, como los medicamentos, que pueden conducir a la pérdida de líquidos”, destaca el doctor Manfred Boehm, miembro de este equipo y director del Laboratorio de Medicina Regenerativa Cardiovascular. «Es posible que los médicos también deban diferir el plan de tratamiento actual de un paciente, como limitar la ingesta de líquidos para la insuficiencia cardíaca», añade.
Diversos estudios coinciden en destacar que, aproximadamente, la mitad de las personas en todo el mundo no cumplen con las recomendaciones para la ingesta diaria total de agua, que a menudo comienza en 6 vasos (1,5 litros).
Como explica la profesora Dmitrieva, “la disminución del contenido de agua corporal es el factor más común por el que se aumenta el sodio sérico. Mantenerse bien hidratado puede ralentizar el proceso de envejecimiento y prevenir o retrasar las enfermedades crónicas”.