
Un grupo interdisciplinar de investigadores de Estados Unidos encontró que la apnea del sueño no tratada acelera el proceso de envejecimiento biológico pero, con un tratamiento adecuado, se puede retrasar o revertir esta tendencia.
Es bien sabido que la apnea del sueño está relacionada con mayor riesgo de hipertensión, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, diabetes y otras afecciones crónicas.
En un estudio que publicita European Respiratory Journal, el professor Rene Cortese, principal autor y miembro de la Universidad de Missouri, recuerda que hay 22 millones de personas en Estados Unidos que sufren apnea del sueño.
“Al no tratar esta afección -añade- se acelera el proceso de envejecimiento natural, pero con un año de tratamiento con CPAP (Continuos Positive Airway Pressure) se puede revertir el proceso”. En el estudio participaron 16 voluntarios no fumadores, diagnosticados con este trastorno.
La prueba de aceleración de la edad implica un análisis de sangre que analiza el ácido desoxirribonucleico (ADN) y utiliza un algoritmo para medir la edad biológica de una persona. Los científicos denominan aceleración epigenética de la edad al fenómeno de que la edad biológica de una persona supere su edad cronológica y está vinculado a la mortalidad general y a una serie de enfermedades crónicas.
«La aceleración de la edad no es exclusiva de la apnea del sueño -explica el profesor Cortese- y puede ser causada por una variedad de factores ambientales como fumar, una dieta deficiente o la contaminación. En la cultura occidental no es raro que las personas experimenten una aceleración de la edad epigenética, pero queríamos saber cómo la apnea del sueño afecta a la aceleración de la edad sistémica, en comparación con aquellos que no padecen esta afección».
Tratamiento con CPAP para revertir el proceso
A los voluntarios que participaron en el estudio se les comparó con un grupo control integrado por ocho personas, sin apnea. El objetivo fue evaluar su impacto en la edad epigenética durante un año. Después de un análisis de sangre de referencia, el grupo de apnea recibió tratamiento de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) durante un año antes de volver a hacerse la prueba.
“Nuestros resultados encontraron que las interrupciones del sueño inducidas por la apnea y los niveles más bajos de oxígeno durante el sueño promovieron una aceleración de la edad biológica más rápida en comparación con el grupo de control”, detalla el profesor Cortese.
“Sin embargo, los pacientes con apena que se adhirieron a CPAP mostraron una desaceleración de la edad epigenética, mientras que las tendencias de aceleración de la edad no cambiaron para el grupo de control. Nuestros resultados sugieren que la aceleración de la edad biológica es al menos parcialmente reversible cuando se implementa un tratamiento eficaz de la AOS”, añade.
En su opinión, la clave del éxito de CPAP en la desaceleración de la edad es una fuerte adherencia al uso del dispositivo durante al menos cuatro horas por noche. No está claro cómo la aceleración de la edad afectará los resultados clínicos y cómo se aplica a otros grupos de riesgo o niños con apnea del sueño.
El profesor Cortese reconoce que los niños reciben un trato diferente que los adultos, por lo que serán necesarios más trabajos en esta línea para resolver dudas sobre los mecanismos moleculares que están detrás de los hallazgos de su estudio.
Apnea del sueño
También conocida en la jerga científica por las siglas AOS, es un trastorno del sueño potencialmente grave en el que la respiración se detiene al menos 10 segundos y recomienza repetidas veces.
Un síntoma característico de AOS, según expertos de Mayo Clinic, es que si se ronca sonoramente y se siente cansancio incluso después de una noche completa de sueño, es posible que se padezca apnea del sueño.
La apnea del sueño ocurre cuando los músculos en la parte posterior de la garganta se relajan. Estos músculos sostienen el paladar blando, la porción triangular de tejido que cuelga del paladar blando (úvula), las amígdalas, las paredes laterales de la garganta y la lengua.
Cuando los músculos se relajan, las vías aéreas se estrechan o se cierran cuando se respira. No se recibe suficiente aire, lo que puede bajar el nivel de oxígeno en la sangre.
El cerebro detecta que no se puede respirar y despierta a la persona que lo experimenta muy brevemente para que pueda volver a abrir las vías aéreas.