Identifican una proteína clave vinculada al envejecimiento
La acumulación de células senescentes en los tejidos puede contribuir a la degeneración de los órganos y las enfermedades relacionadas con la edad. Foto: pressfoto / Freepik

Científicos del Instituto Pasteur y del CNRS demuestran que el agotamiento progresivo de una proteína conduce a las células en proliferación al envejecimiento irreversible. Además, este agotamiento es un desencadenante muy temprano y, por lo tanto, un determinante del envejecimiento celular o senescencia.

La mayoría de las personas mayores mueren, en la actualidad, por enfermedades no transmisibles, como eventos cardíacos, cáncer y diabetes, en lugar de enfermedades infecciosas o parasitarias, incluso en los países en desarrollo.

Una mejor comprensión de los mecanismos fundamentales que conducen al envejecimiento allanará el camino hacia una longevidad más saludable, que es un problema socioeconómico importante para las próximas décadas.

La senescencia, que es un proceso que limita la proliferación de células dañadas en respuesta a varios tipos de estrés, se asocia con el envejecimiento. La acumulación de células senescentes en los tejidos puede contribuir a la degeneración de los órganos y las enfermedades relacionadas con la edad.

Como resultado, la eliminación de estas células se relaciona con un envejecimiento más lento y una mayor vida útil en modelos animales.

La ausencia de proteína CSB causa envejecimiento temprano

Este factor, llamado CSB, está involucrado en el síndrome de Cockayne, una enfermedad que afecta a aproximadamente una de cada 200.000 personas en países europeos. La ausencia de proteína CSB o su disfunción causa envejecimiento temprano, fotosensibilidad, trastornos neurológicos progresivos y déficit intelectual en pacientes con ese síndrome de Cockayne.

La doctora Miria Ricchetti, del Instituto Pasteur y miembro de este equipo de científico, recuerda cómo hace unos años demostraron que la ausencia o el deterioro de CSB también es responsable de la disfunción de las mitocondrias, el centro de energía de las células. “En este nuevo estudio se revelan las mismas alteraciones en la senescencia replicativa, un proceso estrictamente relacionado con el envejecimiento fisiológico”, aclara.

La importancia de este hallazgo, publicado en Nature Communications, es que demuestra que un factor que se consideraba estable en las células normales se agota progresivamente cuando proliferan. Cuando esto sucede, la célula está irreparablemente comprometida con el callejón sin salida de la senescencia.

Alteraciones epigenéticas

El agotamiento de CSB se impulsa por alteraciones epigenéticas; esto es, modificaciones reversibles y reguladas de la expresión génica, sin alterar el ácido desoxirribonucleico (ADN), que bloquean su expresión.

Además, una molécula previamente identificada por estos investigadores, capaz de revertir los defectos de las células de pacientes con síndrome de Cockayne, también puede atenuar el compromiso de las células normales con la senescencia.

La doctora Ricchetti subraya que “estos estudios demuestran un vínculo importante entre el proceso de envejecimiento acelerado [patológico] y el normal, y también revelan a la proteína CSB como factor clave contra el envejecimiento celular”.

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