
Desde la Universidad de Sevilla (España) científicos y clínicos resaltan en un nuevo estudio las aportaciones beneficiosas del ácido oleico, que representa entre el 70 y el 80% de la composición del aceite de oliva.
En un estudio que difunde Nutrients, un equipo multidisciplinar de clínicos e investigadores de la Universidad de Sevilla y del hospital malagueño Costa del Sol, dirigidos por Francisco Sobrino, concluyen que el ácido oleico es un inmunomodulador con función antiinflamatoria que, “junto con una fracción insaponificable del aceite de oliva, favorece el uso de esta grasa dietética en la dieta mediterránea”.
El ácido oleico es el principal ingrediente del aceite de oliva -recuerdan en este trabajo, que forma parte de un número especial de la publicación científica sobre el papel de los neutracéuticos en el sistema inmunitario- y es responsable de muchas propiedades beneficiosas para la salud. Se produce por la dieta y la síntesis en el propio organismo. Es el ácido graso monoinsaturado (MUFA) más abundante en la dieta humana.
Los especialistas andaluces reconocen que los efectos positivos del aceite de oliva, a menudo, se han atribuido a sus componentes menores; sin embargo, su contenido de ácido oleico (OA) (70-80%) es responsable de sus muchas propiedades para la salud.
En este sentido, subrayan que OA “es una biomolécula eficaz, aunque el mecanismo por el cual media los efectos fisiológicos beneficiosos no se comprende completamente. Influye en la fluidez de la membrana celular, los receptores, las vías de señalización intracelular y la expresión génica. Puede regular directamente tanto la síntesis como las actividades de las enzimas antioxidantes”.
Alto porcentaje de ácido oleico en el aceite de oliva
Aseguran también que su efecto antiinflamatorio “puede relacionarse con la inhibición de las citocinas proinflamatorias y la activación de las antiinflamatorias. El mecanismo mejor caracterizado destaca al OA como un activador natural de la sirtuina 1 (SIRT1). La oleoiletanolamida (OEA), derivada de OA, es un ligando endógeno del receptor nuclear del receptor alfa activado por el proliferador de peroxisomas (PPARα)”.
Y subrayan que “la oleoiletanolamida regula la ingesta de grasas y la homeostasis energética y, por lo tanto, se ha sugerido que es un agente terapéutico potencial para el tratamiento de la obesidad. Tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Los efectos beneficiosos del aceite de oliva pueden relacionarse con las acciones de OEA. Nueva evidencia sugiere que el ácido oleico puede influir en los mecanismos epigenéticos, abriendo una nueva vía en la exploración de terapias basadas en estos mecanismos. El OA puede ejercer efectos antiinflamatorios beneficiosos al regular la expresión de microARN”.
En el cerebro, es un componente principal de los fosfolípidos de membrana y abunda en las vainas de mielina. Se ha observado -explican- una disminución significativa del nivel de ácido oleico en los cerebros que padecen trastornos depresivos mayores y enfermedad de Alzheimer.
Asimismo, recuerdan que, como todos los ácidos grasos libres, tiene como función principal la de molécula energética y componente de las membranas celulares. Uno de sus efectos más característicos son sus propiedades antioxidantes, ya que puede regular directamente tanto la síntesis como la actividad de las enzimas antioxidantes.
Otra propiedad beneficiosa es su efecto hipocolesterolemiante; esto es, inhibe la expresión de proteínas asociadas al transporte de colesterol, reduciendo la absorción de colesterol y previniendo así la aterosclerosis.
El ácido oleico también se reconoce como una molécula anticancerígena debido a sus efectos inhibitorios sobre la sobreexpresión de oncogenes y sus efectos sobre la muerte celular programada.