Vinculan el uso del teléfono móvil con mayor riesgo de hipertensión
Los investigadores examinaron la relación entre hacer y recibir llamadas telefónicas y la hipertensión de nueva creación. Foto: katemangostar/Freepik

Tras analizar datos de un total de 210.046 adultos de ambos sexos, de entre 37 y 73 años sin diagnóstico de hipertensión, un equipo interdisciplinar de investigadores de la Universidad de Guangzhou (China) concluye que utilizar el teléfono móvil unos treinta minutos a la semana se traduce, entre otras cosas, en un mayor riesgo de hipertensión.

En un estudio que aparece en European Heart Journal – Digital Health, de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), los investigadores examinaron la relación entre hacer y recibir llamadas telefónicas y la hipertensión de nueva creación.

La información sobre el uso de un teléfono móvil para hacer y recibir llamadas se recopiló a través de un cuestionario de pantalla táctil autoinformado en la línea de base, incluyendo años de uso, horas por semana y la utilización de un dispositivo/altavoz de manos libres. Los participantes que usaban un teléfono móvil, al menos, una vez a la semana para hacer o recibir llamadas se definieron como usuarios de teléfonos móviles.

El profesor Xianhui Qin, director de este estudio, opina que sobre el número de minutos que la gente pasa hablando en un móvil, “importa para la salud del corazón, lo que significa un mayor riesgo».

“Los años de uso o el empleo de una configuración de manos libres -añade- no tuvieron ninguna influencia en la probabilidad de desarrollar presión arterial alta. Se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos”.

Diversas estadísticas coinciden en destacar que casi tres cuartas partes de la población mundial de 10 años tienen un teléfono móvil. Cerca de 1.300 millones de adultos de entre 30 y 79 años en todo el mundo tienen hipertensión, que como es bien sabido es un factor de riesgo importante para que se produzca un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Radiofrecuencia del teléfono móvil e hipertensión

También es bien conocido por los expertos que los teléfonos móviles emiten bajos niveles de energía de radiofrecuencia, que se ha relacionado con aumentos en la presión arterial después de la exposición a corto plazo.

Ahora, estos científicos chinos sostienen que los resultados de estudios anteriores sobre el uso del teléfono móvil y la presión arterial fueron inconsistentes, potencialmente porque incluían llamadas, mensajes de texto y juegos, entre otros.

Los investigadores analizaron la relación entre el uso de estos dispositivos y la hipertensión de nueva aparición después de ajustar por edad, sexo, índice de masa corporal, raza, privación, antecedentes familiares de hipertensión, educación, estado de tabaquismo, presión arterial, lípidos en la sangre, inflamación, glucosa en la sangre, función renal y uso de medicamentos para reducir los niveles de colesterol.

La edad media de los participantes era de 54 años: el 62 % eran mujeres y el 88 % usuarios de teléfonos móviles. Durante una media de seguimiento de 12 años, 13.984 (7%) participantes desarrollaron hipertensión.

Los usuarios de teléfonos móviles tenían un riesgo un 7 % mayor de hipertensión en comparación con los que no lo utilizaban. Aquellos que hablaron con su móvil durante 30 minutos o más por semana tenían un 12 % más de probabilidades de tener una nueva presión arterial alta que los que pasaron menos de 30 minutos en llamadas telefónicas. Los resultados fueron similares para mujeres y hombres.

Riesgo genético

Mirando los resultados con más detalle, en comparación con los participantes que pasaron menos de cinco minutos por semana haciendo o recibiendo llamadas de teléfono móvil, el tiempo de uso semanal de 30 a 59 minutos, entre 1 y 3 horas, entre 4 y 6 horas y más de 6 horas se asoció con un aumento del 8%, 13%, 16% y 25%, respectivamente del riesgo de presión arterial alta.

Entre los usuarios de teléfono móvil, los años de uso y el empleo de un dispositivo/altavoz de manos libres no estaban relacionados significativamente con el desarrollo de la hipertensión.

Los investigadores también examinaron la relación entre el tiempo de uso (menos de 30 minutos frente a esa cifra o más) y la hipertensión de nueva actividad, de acuerdo con si los participantes tenían un riesgo genético bajo, intermedio o alto de desarrollar tensión arterial alta.

Por último, destacar que el número de adultos de entre 30 y 79 años con hipertensión ha aumentado de 650 millones a 1.280 millones en los últimos 30 años, según el primer estudio que llevó a cabo en 2021 el Imperial College de Londres, en colaboración con la OMS. Casi la mitad de esas personas no sabían que tenían hipertensión.

La hipertensión puede detectarse fácilmente midiendo la tensión arterial, en casa o en un centro de salud, y a menudo puede tratarse eficazmente con medicamentos de bajo coste.

 

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