Descubren un vínculo entre hipertensión y diabetes
Los fármacos dirigidos al receptor GLP-1 ya están aprobados para su uso en humanos y se comercializan para tratar la diabetes. Además de ayudar a reducir el azúcar en la sangre, estos medicamentos también reducen la presión arterial. Sin embargo, hasta ahora, no se entendía bien el porqué.

Una pequeña proteína es clave en el vínculo entre hipertensión y diabetes, según las conclusiones de un estudio liderado por investigadores y clínicos de las universidades de Auckland y Bristol, con la participación de científicos de otros países.

Como explican en un estudio experimental que aparece en Circulation Research, se sabía que GLP-1 se libera de la pared del intestino después de ingerir alimento y actúa para estimular la insulina del páncreas, con el fin de controlar los niveles de azúcar en sangre. Lo que ahora se ha descubierto es que el GLP-1 también estimula un pequeño órgano sensorial llamado cuerpo carotídeo, situado en el cuello. Como es bien sabido por los neurólogos, el cuerpo carotídeo es un quimiorreceptor sensorial, situado cerca de la bifurcación carotídea.

El profesor Julian R. Paton, autor senior de este estudio y director del Centro Manaaki Mānawa, de la Universidad de Auckland, explica que “el cuerpo carotideo es el punto convergente donde el GLP-1 actúa para controlar simultáneamente el azúcar en la sangre y la presión arterial; esto es, coordinado por el sistema nervioso que es instruido por el cuerpo carotideo”.

Por su parte, el profesor David Murphy, de la Universidad de Bristol y miembro destacado de este equipo, destaca que “localizar el vínculo requirió perfiles genéticos y múltiples pasos de validación. Nunca esperábamos que GLP-1 apareciera en el radar, por lo que abre muchas oportunidades nuevas”.

Reducción de diabetes e hipertensión a la vez

El grupo de investigadores británicos utilizó una técnica genómica de alto rendimiento, denominada secuenciación de ARN, para leer todos los mensajes de los genes expresados en el cuerpo carotídeo en ratas con y sin presión arterial alta.

El profesor Murphy pertenece al equipo de Neuroendocrinología Molecular de la Universidad de Bristol, donde utilizan técnicas de transferencia de genes para estudiar la regulación neuronal del sistema cardiovascular.

Los objetivos de este científico son las neuronas hipotalámicas involucradas en el mantenimiento de la ósmosis del plasma y la integración de la señalización cardiovascular autonómica, por parte de las neuronas del tronco encefálico.

Las personas con hipertensión y/o diabetes tienen alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Incluso cuando reciben medicación -según este científico-, gran cantidad de pacientes permanecerán en alto riesgo. Esto se debe a que la mayoría de los fármacos solo tratan los síntomas y no las causas de la presión arterial alta y el nivel alto de azúcar en sangre.

Otro científico de Auckland, el profesor Rod Jackson, acreditado epidemiólogo, reconoce que “sabíamos que la presión arterial es muy difícil de controlar en pacientes con niveles altos de azúcar en la sangre, por lo que estos hallazgos son realmente importantes porque al administrar GLP-1 podríamos ser capaces de reducir el azúcar y la presión juntos”.

Finalmente, Audrys Pauza, autor principal del estudio, recuerda que los fármacos dirigidos al receptor GLP-1 ya están aprobados para su uso en humanos y se comercializan para tratar la diabetes. Además de ayudar a reducir el azúcar en la sangre -añade-, estos medicamentos también reducen la presión arterial. Sin embargo, no se entendía bien el porqué.

El siguiente paso es confirmar este hallazgo en personas. En este trabajo con animales de laboratorio han participado también investigadores de diversos Centros de Brasil, Alemania, Lituania y Serbia.

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