
La magnitud del deterioro cognitivo persistente en pacientes que han sufrido Covid 19 grave es similar en promedio a la que se produce con un envejecimiento de 20 años, entre los 50 y los 70 años, y además equivale a perder 10 puntos del coeficiente intelectual, según las conclusiones de un estudio británico.
Un equipo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Cambridge y del Imperial College de Londres, dirigidos por el profesor David Menon, es el autor del estudio observacional que aparece en eClinicalMedicine.
Los resultados sugieren que los efectos son detectables más de seis meses después de haber padecido la enfermedad, en su fase aguda, y que cualquier recuperación es, en el mejor de los casos, gradual.
Lamentablemente, las iniciales especulaciones de algunos neurocientíficos, entre ellos el doctor Tomás Segura, colaborador de Biotech Magazine & News, sobre los efectos en el cerebro de la infección por SARS-CoV-2, que causa Covid-19, se están cumpliendo.
Cada vez hay más pruebas de que la pandemia puede causar problemas cognitivos y de salud mental con una preocupante duración. Algunos pacientes que la han superado reconocen meses después una serie de síntomas, entre ellos, fatiga, niebla mental, problemas para recordar palabras, trastornos del sueño, ansiedad e incluso trastorno de estrés postraumático.
En este trabajo, los científicos encontraron que cerca de una de cada siete personas encuestadas reconoció tener síntomas que incluían dificultades cognitivas 12 semanas después de una prueba positiva de Covid-19.
Pérdida de 10 puntos en el coeficiente intelectual
Si bien incluso los casos leves pueden provocar síntomas cognitivos persistentes, entre un tercio y las tres cuartas partes de los pacientes hospitalizados explican que todavía sufren síntomas cognitivos entre tres meses y seis meses después.
Con el fin de ahondar en este vínculo con mayor detalle, estos investigadores analizaron datos de 46 personas que recibieron atención hospitalaria, en planta o en la unidad de cuidados intensivos, por Covid-19 en el Addenbrooke’s Hospital, que forma parte de Cambridge University Hospitals NHS Foundation Trust.
De ellos, 16 pacientes recibieron ventilación mecánica durante su estancia en ese centro hospitalario. A todos los pacientes, admitidos entre marzo y julio de 2020, se les reclutó para NIHR Covid-19 BioResource.
Se les sometió a pruebas cognitivas informatizadas durante un promedio de seis meses después de superar la enfermedad en su fase aguda, con ayuda de la plataforma Cognitron. Este ingenio cuantifica diferentes aspectos de facultades mentales como la memoria, la atención y el razonamiento. También se evaluaron escalas que midieron ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático.
En el trabajo mencionado se dice, entre otras cosas, que los sobrevivientes de Covid-19 fueron menos precisos y con tiempos de respuesta más lentos que la población de control. Estos déficits aún eran detectables cuando los pacientes estaban en seguimiento seis meses después.
Los efectos secundarios fueron mayores en aquellos que requirieron ventilación mecánica. Al comparar a los pacientes con 66.008 personas en general, los investigadores estiman que la magnitud de la pérdida cognitiva es similar en promedio a la que se produce con un envejecimiento de 20 años, entre los 50 y los 70 años, y que esto equivale a perder 10 puntos del coeficiente intelectual.
Deterioro cognitivo en Covid persistente
Para el profesor Menon “el deterioro cognitivo es común a una amplia gama de trastornos neurológicos, incluida la demencia e incluso el envejecimiento rutinario, pero los patrones que vimos, la huella digital del deterioro cognitivo de Covid-19 era distinto de todas ellas”.
Ahora se acepta que aquellas personas que se han recuperado de una enfermedad grave de Covid-19 pueden tener un amplio espectro de síntomas de mala salud mental: depresión, ansiedad, estrés postraumático, baja motivación, fatiga, bajo estado de ánimo y trastornos del sueño.
En este sentido, los científicos británicos descubrieron que la gravedad de la enfermedad aguda predecía mejor los déficits cognitivos. “Seguimos a algunos pacientes hasta 10 meses después de su infección aguda -explica Menon- por lo que pudimos ver una mejora muy lenta. Si bien esto no fue estadísticamente significativo, al menos va en la dirección correcta, pero es muy posible que algunas de estas personas nunca se recuperen por completo”.
Covid persistente en gran número de pacientes
Hay varios factores que podrían causar los déficits cognitivos en Covid persistente, dicen los investigadores. La infección viral directa es posible, pero es poco probable que sea una causa importante; en cambio, es más probable que contribuya una combinación de factores, incluido el suministro inadecuado de oxígeno o sangre al cerebro, el bloqueo de vasos sanguíneos grandes o pequeños debido a la coagulación y hemorragias microscópicas.
Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que el mecanismo más importante puede ser el daño causado por la propia respuesta inflamatoria y el sistema inmunitario del cuerpo.
Por su parte, el profesor Adam Hampshire, del departamento de Ciencias del Cerebro del Imperial College London, coautor del estudio, recuerda que unas 40 mil personas con Covid-19 han pasado por cuidados intensivos en Inglaterra y muchas más habrán estado muy enfermas, pero no admitidas en los hospitales. Esto significa que hay una gran cantidad de personas que aún experimentan problemas cognitivos muchos meses después. “Necesitamos urgentemente ver qué se puede hacer para ayudarlas”, apunta.
El profesor Menon, junto con el profesor Ed Bullmore, del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge, forman parte del Estudio de Neurociencia Clínica COVID-19 (COVID-CNS), que tiene como objetivo identificar biomarcadores relacionados con las deficiencias neurológicas producidas por la infección del SARS-CoV-2 y los cambios de neuroimagen asociados.