Covid-19 daña el cerebro de algunos infectados como hace el mal de Alzheimer
Este descubrimiento arroja luz para explicar por qué muchos pacientes con Covid-19 aseguran tener problemas neurológicos. Imagen: kjpargeter/freepik

Estos hallazgos pueden ayudar a explicar la confusión mental, la fatiga y otros síntomas neurológicos y psiquiátricos de Covid-19 persistente en el cerebro, según estos investigadores de la Universidad estadounidense de Stanford y de la Universidad alemana de Saarland.

Los detalles de este estudio molecular, el más completo realizado hasta ahora de cerebros de personas que murieron de Covid-19, aparece en Nature.

El equipo multidisciplinar de neurocientíficos de Stanford y Saarland coinciden en asegurar que lo que vieron se parece mucho a lo que se observa en los cerebros de personas que murieron de enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer y Parkinson.

Este descubrimiento arroja luz para explicar por qué muchos pacientes con Covid-19 aseguran tener problemas neurológicos. Estas quejas aumentan con la gravedad de la infección por SARS-CoV-2.

Y pueden persistir como un aspecto de Covid persistente, un trastorno de larga duración que, en ocasiones, surge después de una infección. Aproximadamente, un tercio de las personas hospitalizadas por Covid-19 dicen tener síntomas de pensamiento confuso, olvido, dificultad para concentrarse y depresión, según el profesor Anthony Wyss-Coray, de la Universidad de Stanford y miembro de este equipo.

Sin embargo, los investigadores no encontraron ningún signo de SARS-CoV-2 en el tejido cerebral que obtuvieron de ocho personas que fallecieron a causa de la enfermedad. Las muestras de cerebro de 14 personas que murieron por otras causas se utilizaron como controles para este estudio.

Para el profesor Wyss-Coray, “los cerebros de los pacientes que murieron de Covid-19 grave mostraron profundos marcadores moleculares de inflamación, aunque no tenían ningún signo clínico de deterioro neurológico”.

Otros científicos discrepan

Otros investigadores no están de acuerdo sobre que el SARS-CoV-2 esté presente en los cerebros de los pacientes con Covid-19, tras utilizar las mismas herramientas que el equipo de Stanford- Saarland.

Esa publicación científica advierte que “es un manuscrito sin editar que ha sido aceptado para publicación. Nature Research proporciona esta primera versión del manuscrito como servicio a autores y lectores. El manuscrito se someterá a corrección de estilo, composición tipográfica y revisión de pruebas antes de que se publique en su forma final. Durante el proceso de producción se pueden descubrir errores que podrían afectar el contenido”.

Hasta hace poco tiempo, se pensaba que la barrera hematoencefálica, que contiene células de los vasos sanguíneos muy unidas entre sí y pilares en forma de gota creados por las proyecciones de las células cerebrales que se aplastan contra los vasos, era exquisitamente selectiva para permitir el acceso a los vasos sanguíneos por células y moléculas producidas fuera del cerebro.

Pero el trabajo previo del grupo del profesor Wyss-Coray ha demostrado que los factores sanguíneos fuera del cerebro pueden enviar señales a través de la barrera hematoencefálica para encender respuestas inflamatorias dentro de este órgano.

Esto podría explicar por qué, como descubrió este investigador estadounidense, los factores en la sangre de los ratones jóvenes pueden rejuvenecer el rendimiento cognitivo de los roedores más viejos, mientras que la sangre de los ratones viejos puede afectar negativamente la capacidad mental de los más jóvenes.

Al examinar informes de síntomas neurológicos persistentes entre algunos pacientes con Covid-19, el profesor Wyss-Coray se interesó por cómo la infección por SARS-CoV-2 podría causar esos problemas, que se asemejan a los que ocurren debido al envejecimiento y a diversas enfermedades neurodegenerativas.

Tejido cerebral de pacientes fallecidos por Covid-19

Habiendo visto también informes contradictorios sobre la presencia del nuevo coronavirus en el tejido cerebral en otros estudios, Wyss-Coray quería saber si realmente penetra en el cerebro.

El tejido cerebral de los pacientes con Covid-19 es difícil de encontrar, ya que los neuropatólogos suelen ser reacios a extirparlo por la peligrosa exposición al SARS-CoV-2 y porque las leyes a menudo prohíben estos procedimientos para prevenir la transmisión viral.

Sin embargo, el investigador alemán Keller, que trabajó en el laboratorio de Wyss-Coray como profesor visitante en la Universidad de Stanford, pudo acceder a muestras de tejido cerebral de Covid-19 de autopsias realizadas en el hospital de la Universidad de Saarland.

Utilizando una secuenciación de ARN unicelular, los científicos registraron los niveles de activación de miles de genes en cada una de las 65.309 células individuales tomadas de muestras de tejido cerebral de pacientes con Covid-19 y sus controles.

Los niveles de activación de centenares de genes en todos los tipos de células principales en el cerebro difirieron en los pacientes con Covid-19 frente a los cerebros del grupo de control. Muchos de estos genes se asocian con procesos inflamatorios.

También vieron signos de angustia en las neuronas de la corteza cerebral, la región del cerebro que juega un papel clave en la toma de decisiones, la memoria y el razonamiento matemático. Estas neuronas, que en su mayoría son de dos tipos excitadoras e inhibidoras, forman circuitos lógicos complejos que realizan esas funciones cerebrales superiores.

Neuroinflamación en el cerebro por Covid-19

Como figura en este estudio, las capas más externas de la corteza cerebral de los pacientes que murieron de Covid-19 mostraron cambios moleculares que sugerían la supresión de la señalización de las neuronas excitadoras del cerebro, junto con una mayor señalización de las neuronas inhibidoras, que actúan como frenos a las excitadoras.

Este tipo de desequilibrio de señalización se ha asociado con déficits cognitivos y afecciones neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

Un hallazgo adicional fue que las células inmunes periféricas, denominadas células T, eran significativamente más abundantes en el tejido cerebral de pacientes fallecidos por Covid-19. En los cerebros sanos, estas células inmunes son escasas y distantes entre sí.

En este punto, el profesor Wyss-Coray subraya que “la infección viral parece desencadenar respuestas inflamatorias en todo el organismo que pueden causar señales a través de la barrera hematoencefálica que, a su vez, podría disparar la neuroinflamación en el cerebro”.

“Es probable -añade- que muchos pacientes con Covid-19, especialmente aquellos que exhiben problemas neurológicos o los hospitalizados, tengan estos marcadores neuroinflamatorios que vimos en las personas que analizamos y que habían muerto a causa de la enfermedad. Puede ser posible averiguarlo analizando el líquido cefalorraquídeo de estos pacientes, cuyo contenido refleja en cierta medida el del cerebro vivo”.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here