Así infecta el virus E de la hepatitis a las células
Las células de hepatoma que sobreexpresan la proteína EGFR aparecen en esta imagen en color verde. El núcleo celular, en azul. © Abteilung für Molekulare und Medizinische Virologie

Un equipo de virólogos de las universidades Ruhr de Bochum y Hannover, en Alemania, han conseguido visualizar cómo entra el virus de la hepatitis E en las células para infectarlas.

El proceso comenzó hace tres años con la consecución de un modelo de cultivo celular. “Utilizamos medicamentos para suprimir la actividad de la proteína EGFR en algunas líneas celulares en el momento de la entrada del virus”, explica la primera autora, Jil Alexandra Schrader, en el estudio experimental que difunde Hepatology.“En estos cultivos -añade- observamos que había significativamente menos células infectadas”. 

Para analizar este extremo, los investigadores utilizaron cultivos celulares en los que el co-receptor estaba sobreproducido. En este caso, se registraron más infecciones que en las células no tratadas.

Siendo la causa más común de hepatitis viral aguda con más de 20 millones de casos y 70.000 muertes anuales, el virus de la hepatitis E (HEV) “presenta una carga de salud desatendida y poco investigada durante mucho tiempo”, comienzan diciendo estos investigadores en su estudio.

Reconocen que, aunque el proceso de entrada de partículas virales es un objetivo atractivo para la intervención farmacológica, “hasta el momento no se han identificado factores del hospedador susceptibles de fármacos para restringir la entrada de HEV”.

En este estudio experimental, el equipo de Schrader demuestra que ha identificado el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) como nuevo factor huésped para el virus E de la hepatitis y “revelamos la importancia de EGFR para el proceso de entrada”.

Receptor EGF

Al utilizar ARNi, modulación química con medicamentos aprobados por la FDA y expresión ectópica de EGFR, “revelamos que EGFR es fundamental para la infección por HEV, sin afectar la replicación del ARN de HEV o el ensamblaje de la progenie del virus. Además, revelamos que el propio EGFR y su dominio de unión al ligando, en lugar de su función de señalización, son los responsables del efecto proviral». La modulación de la expresión de EGF en células HepaRG, así como en hepatocitos humanos primarios, afectó a la infección por HEV.

“La proteína EGFR es de gran importancia para el mecanismo de entrada del virus en las células”, puntualiza Jil Schrader. Además, «la parte de la proteína que se encuentra en el exterior de las células y a la que se unen los ligandos es importante para la entrada de los virus. Si falta, los virus no pueden penetrar en la célula”. 

En este extremo, la investigadora reconoce que se necesitan más estudios para determinar si se requieren otros jugadores para que el virus infecte las células o si el propio receptor introduce el virus. 

Para el virus C de la hepatitis, por ejemplo, «se sabe que se involucran incluso más receptores en la entrada de los virus en las células”, destaca por su parte el profesor Eike Steinmann, jefe del departamento de Virología Molecular de la Universidad Ruhr, de Bochum. “Este también podría ser el caso del virus de la hepatitis E”, añade.

La aportación de estos virólogos alemanes ofrece nuevos conocimientos sobre el ciclo de vida del virus de la hepatitis e identifica a la proteína HEV como posible objetivo para futuras estrategias contra este virus.

Cuatro genotipos del virus E de la hepatitis

Finalmente, el doctor Volker Kinast, de la Universidad Carl von Ossietzky, de Oldenburg, hace hincapié en que la evidencia de que el receptor EGF se involucra en la infección es particularmente interesante porque ya existen fármacos aprobados que suprimen su actividad. “Estos medicamentos están aprobados en Europa y EE UU para ciertos tipos de cáncer en los que el receptor es hiperactivo y puede causar un crecimiento celular descontrolado”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que la hepatitis E es una inflamación del hígado debida a la infección por este virus y que hay, al menos, cuatro diferentes tipos (genotipos 1, 2, 3 y 4).

Los genotipos 1 y 2 solo se han encontrado en el ser humano. Los genotipos 3 y 4 circulan en varios animales (entre ellos cerdos, jabalíes y ciervos) sin causarles enfermedad, e infectan ocasionalmente a personas.

El virus se excreta en las heces de las personas infectadas y entra en el organismo humano por el intestino. El contagio se produce principalmente por consumo de agua contaminada.

La infección suele remitir espontáneamente y desaparecer en un plazo de dos a seis semanas. Ocasionalmente, se desarrolla una enfermedad grave, la fulminante insuficiencia hepática aguda, que puede ser mortal.

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