Alta tasa de suicidios entre personas autistas no diagnosticadas
Los investigadores encontraron evidencia de rasgos autistas elevados en el 10% de los suicidas, lo que indica un trastorno del espectro autista (TEA) probablemente no diagnosticado. Foto: jcomp/freepik

Un nuevo estudio de científicos británicos revela que un número significativo de suicidios en Gran Bretaña probablemente era en personas autistas, pero no habían sido diagnosticadas con esta afección relacionada con el desarrollo del cerebro.

En el trabajo dirigido por la doctora Sarah Cassidy, de la Universidad de Nottingham, y el profesor Simon Baron-Cohen, del Centro de Investigación del Autismo de la Universidad de Cambridge, se hace hincapié en que, hoy por hoy, en Inglaterra la evidencia de un diagnóstico del espectro autista elevado por lo general no se incluye en las investigaciones de los forenses.

En las conclusiones se hace un llamamiento para que los médicos forenses comiencen a recopilar sistemáticamente evidencia de autismo y rasgos autistas en las investigaciones, para ayudar a prevenir futuras muertes. También existe una necesidad urgente de trabajar con la comunidad de estas personas con trastornos del espectro autista para codiseñar estrategias de prevención del suicidio. Este equipo interdisciplinar ha sido el primero en examinar la evidencia de autismo y rasgos autistas en suicidas británicos.

Como explican en el estudio, analizaron en dos etapas los registros de la investigación de los forenses de 372 suicidas y también entrevistaron a sus familiares. La primera de estas etapas abarcó desde el 1 de enero de 2014 al 31 de diciembre de 2017 en dos regiones de Inglaterra. Estos científicos buscaron evidencia de que la persona que murió tenía autismo diagnosticado o posible autismo no diagnosticado (rasgos autistas elevados), así como riesgo identificado de marcadores.

En la segunda etapa, llevaron a cabo un total de 29 entrevistas de seguimiento con los familiares más cercanos de los que fallecieron. Así reunieron más evidencia de autismo y rasgos autistas utilizando herramientas validadas de detección y diagnóstico de autismo.

TEA no diagnosticado

Los investigadores encontraron evidencia de rasgos autistas elevados en el 10% de los suicidios, lo que indica un trastorno del espectro autista (TEA) probablemente no diagnosticado, como señalan. Ese porcentaje es 11 veces más alto que la tasa de autismo en el Reino Unido. El equipo de investigadores trabajó con las oficinas de los forenses en dos regiones de Inglaterra para identificar los registros.

Primero examinaron los trabajos de los forenses de cada suicida, en busca de signos de rasgos autistas elevados que indicaran un posible trastorno no diagnosticado o un diagnóstico definitivo de autismo.

Luego, un investigador independiente verificó la evidencia de autismo para asegurarse de que estas decisiones fueran ciertas. Asimismo, entrevistaron a 29 familias para recopilar más evidencia con el fin de corroborar los rasgos autistas elevados en los que murieron.

Así, encontraron evidencia de rasgos autistas elevados en más personas que murieron por suicidio (41%); porcentaje que es 19 veces mayor que la tasa de autismo en el Reino Unido.

Prevención de suicidios en autistas

Trabajos anteriores de estos mismos científicos demostraron que hasta el 66% de los adultos con espectro autista han pensado en quitarse la vida y el 35% han intentado suicidarse.

Para la doctora Sarah Cassidy su estudio demuestra que las personas autistas no diagnosticadas podrían tener un mayor riesgo de morir por suicidio. “Es urgente -añade-que se mejore el acceso a un diagnóstico de autismo y el apoyo adecuado después del diagnóstico. Esta es la principal prioridad de la comunidad del autismo para la prevención del suicidio”.

Por su parte, el profesor Simon Baron-Cohen opina que “incluso un solo suicidio es una tragedia terrible para la persona y una pérdida traumática para sus familiares y amigos. Las tasas de suicidio son inaceptablemente altas en las personas autistas y su prevención debe ser el objetivo número uno para reducir el preocupante aumento de la mortalidad en este colectivo. Las personas autistas, de promedio mueren 20 años antes que las personas no autistas, por el suicidio y la epilepsia. Publicamos en 2014 los datos preliminares sobre las tasas elevadas de suicidio, como llamada de atención a los gobiernos y, sin embargo, no se ha hecho nada”.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here