
Es posible detectar el autismo, en niños de entre 18 y 30 meses de edad, con un breve cuestionario que han elaborado investigadores ingleses de la Universidad de Cambridge. Para ello, utilizan un breve cuestionario, pero matizan que no es posible identificar a todos los niños a una edad temprana que luego se diagnosticarán como autistas.
Los resultados del estudio realizado por especialistas del Centro de Investigación del Autismo en Cambridge aparecen en The BMJ Paediatrics Open.
Los científicos realizaron un estudio prospectivo de detección de población de unos 4.000 niños de corta edad, utilizando un informe de los padres. Lo han denominado Lista de verificación cuantitativa para el autismo en niños pequeños (Q-CHAT). A los pequeños se les examinó a los 18 meses y se les siguió hasta los 4 años.
El Q-CHAT es una revisión del CHAT original publicado por primera vez por los mismos autores en la década de los años noventa. Conserva los elementos clave, pero incluye otros adicionales que analizan el desarrollo del lenguaje, los comportamientos repetitivos y sensoriales, así como otros aspectos de la comunicación social.
Como señalan en su trabajo, cada uno de los 25 elementos contiene una variedad de opciones de respuesta, lo que permite respaldar una tasa reducida de comportamientos clave. Al utilizar una escala de frecuencia de cinco puntos, permite la variabilidad en las respuestas y una mejor comprensión de las distribuciones entre los rasgos específicos. La revisión -aclaran- tenía el objetivo de mejorar la precisión de las pruebas de detección de autismo en niños pequeños.
Detección temprana del autismo en niños
En la primera fase de este estudio, se pidió a un total de 13.070 cuidadores que completaran el Q-CHAT de sus hijos de entre 18 y 30 meses de edad. De esa cifra, 3.770 devolvieron el cuestionario y se invitó a 121 para llevar a cabo una evaluación de diagnóstico de la enfermedad.
En la fase dos, se hizo un seguimiento de la muestra cuando los niños tenían 4 años, utilizando la Prueba de detección del autismo infantil (CAST) y una lista de verificación que preguntaba si a alguno de los pequeños se le había derivado o diagnosticado con alguna afección del desarrollo, incluido el autismo. Las evaluaciones del autismo se realizaron utilizando métodos reconocidos internacionalmente.
Para la doctora Carrie Allison, directora de Estrategia de Investigación en el Centro de Investigación del Autismo y coordinadora de este estudio, “nos dice que el autismo se puede detectar durante los años de la niñez y que otros niños solo se pueden identificar como autistas más tarde. Repetir el cribado y la vigilancia en todo el desarrollo pueden ser un mejor enfoque en lugar de depender de un único punto temporal”.
La proporción de niños autistas identificados correctamente por el Q-CHAT como autistas (sensibilidad) en la fase dos es del 44%, y la proporción de niños que no son autistas y que tienen identificado por el Q-CHAT como no autista (especificidad) es del 98%.
Los resultados también demuestran que el valor predictivo positivo (la proporción cuyos resultados positivos en el Q-CHAT se diagnosticaron con autismo) es del 28%.
Este estudio demuestra que la detección temprana y el diagnóstico del autismo es posible usando el Q-CHAT, ya que los 11 niños que se clasificaron como autistas puntuaron por encima del punto de corte de 39.
Algunos niños no muestran síntomas de autismo hasta más tarde
El Q-CHAT no identificó a todos los niños durante la infancia que posteriormente se les diagnosticó autismo a la edad de 4 años. Esto probablemente refleja que algunos niños autistas no muestran síntomas de suficiente gravedad hasta más tarde.
En otros estudios, este equipo multidisciplinar de neurocientíficos británicos ha encontrado que algunas personas autistas no reciben un diagnóstico hasta la adolescencia o incluso la edad adulta, tal vez porque el apoyo familiar amortigua la necesidad de un diagnóstico hasta que aumentan las demandas sociales, por ejemplo, en la transición a la escuela secundaria o a la edad adulta.
El profesor Tony Charman, del Kings College de Londres y miembro del equipo, subraya que “la detección del autismo en la infancia significa que los niños pueden pasar rápidamente a la intervención temprana, lo que sabemos que puede conducir a mejores resultados para muchos de ellos. Este es un avance emocionante porque la mayoría de las otras medidas de detección del autismo en niños pequeños no han sido objeto de rigurosos estudios de población de este tipo”.
Por último, el profesor Sir Simon Baron-Cohen, director del Centro de Investigación del Autismo y también miembro del equipo, recuerda que hace 15 años fueron los primeros en demostrar que el autismo se podía examinar y diagnosticar desde los 18 meses de edad. “Este nuevo estudio -añade- demuestra cómo nuestro instrumento de detección original, el CHAT, se ha modificado para convertirlo en otro mejor, el Q-CHAT, que puede detectar a los niños que necesitan un diagnóstico de autismo”.
Trastornos del Espectro Autista
Como detallan expertos de los CDC de Atlanta (EE UU), los TEA son una discapacidad del desarrollo que puede provocar problemas sociales, de comunicación y conductuales significativos.
A menudo, no hay indicios en el aspecto de las personas con TEA que los diferencien de otros, pero es posible que quienes tienen este trastorno se comuniquen, interactúen, se comporten y aprendan de maneras distintas a otras personas.
Las destrezas de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con TEA pueden variar: desde personas con muy altos niveles de capacidad hasta las que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan menos.
Actualmente, el diagnóstico de TEA incluye muchas afecciones que solían diagnosticarse por separado e incluyen el trastorno autista, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado de otra manera y el síndrome de Asperger. Hoy en día, a todas estas afecciones se las denomina Trastornos del Espectro Autista (TEA).