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Ante la sombría realidad de que una de cada ocho mujeres hará a lo largo de su vida un cáncer de mama, existe una luz de esperanza que debemos tener muy en cuenta al respecto. Pero sin dejar de ser conscientes de esta realidad. La concienciación por parte de la mujer es la primera arma para combatir la enfermedad.
En primer lugar, nuestra lucha es cómo evitarlo. Aquí no se trata de la pandemia actual, nosotros sabemos por qué se produce el cáncer, cuáles son los factores predisponentes, cómo podemos evitarlo y finalmente cómo podemos vencerlo y sin secuelas en una gran mayoría de los casos.
Sabemos cuáles son los factores predisponentes como el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo, la dieta rica en grasa, el alcohol y sobre todo el tabaco. Por ello, si llevamos una alimentación saludable, una vida activa, si hacemos deporte con frecuencia, si también evitamos el sedentarismo y la obesidad desterrando el tabaco, habremos ganado mucho.
También los embarazos precoces y la lactancia materna son factores que protegen y hemos de tenerlo en cuenta.
Igualmente, es muy importante en el caso de que aparezca el cáncer, el diagnostico precoz. Con él, no solamente salvaremos la vida en la gran mayoría de los casos, sino que además, con una mínima operación, salvaremos también la mama sin ni siquiera necesidad de ingreso.
El diagnóstico precoz basado en la concienciación por parte de la mujer comienza a partir de los 18 ó 20 años con la auto inspección, de pie, delante del espejo y cambiando de posición los brazos. Así podrá observar deformaciones.
Por ejemplo, alteraciones del pezón y de la piel y más anomalías antes no existentes que la pongan en alerta. Seguidamente tumbada con la mano plana comprimirá la mama contra las costillas en toda su superficie pudiendo detectar dolor, abultamientos, durezas, incluso derrames por el pezón.
La importancia de las unidades de mama
Todo ello realizado después de la regla que es cuando la mama esta más blanda. Ante cualquier anomalía o en caso de duda debe dirigirse a una Unidad de Mama que, actualmente, existe en la mayoría de los hospitales públicos y privados en donde no hay lista de espera y en donde la mujer debe saber que van a atenderla profesionales dedicados a la patología mamaria y donde van a solucionar su problema sin pérdida de tiempo.
En primer lugar, la recibirá el senólogo, teniendo en cuenta que el 95% de los casos van a ser afecciones benignas que curarán con tratamiento. Allí le harán mamografía, ecografía, resonancia magnética y las punciones si son necesarias. Con los datos obtenidos y en las sesiones clínicas diarias se analizará el caso y el mismo senólogo se lo comunicará a la paciente.
En el caso de ser cáncer, el tratamiento si es diagnosticado tempranamente consistirá en una cirugía muy sofisticada realizada por expertos de la Unidad de Mama, que utilizando isótopos radioactivos y marcadores, podrán extirpar el cáncer con una cirugía mínimamente invasiva que deja la mama en la mayoría de los casos igual que estaba. La paciente será dada de alta a las pocas horas y sin ingreso y, en la mayoría de los casos, curada.
Si la mujer es consciente de esta realidad evitará otras actuaciones y se dará cuenta de las medidas para evitar la enfermedad y las normas a realizar para, en el caso de que aparezca, el cáncer sea detectado precozmente. Y, desde luego, que es a las unidades de mama donde tiene que acudir para sus chequeos, inquietudes y dudas.