¿La resonancia magnética contamina el medio ambiente?
Las imágenes de resonancia magnética se llevan a cabo con frecuencia después de que a los pacientes se les inyecte un agente de contraste que contiene gadolinio, un elemento originalmente tóxico de tierras raras que se vuelve seguro para uso biomédico cuando se hace que no sea reactivo. Foto: Michal Jarmoluk

En las aguas de Tokio han encontrado restos de la tierra rara gadolinio, que se utiliza para llevar a cabo pruebas de diagnóstico por Resonancia Magnética Nuclear (RMN).

La ciudad del agua, como se la conoce desde hace siglos a la capital de Japón, está atravesada por varios ríos, entre ellos el Sumida y cerca de otros 100 más pequeños donde se puede navegar en los tradicionales yakatabune, que cruzan Tokio.

El hallazgo en relación a esta prueba diagnóstica, también conocida como imagen por resonancia magnética (IRM) o tomografía por resonancia magnética (TRM), lo han realizado investigadores de la Universidad Metropolitana de Tokio.

En laboratorio se ha demostrado que ese metal, que tiene muy buenas propiedades superconductoras, se vuelve tóxico cuando se expone a los rayos ultravioleta. Los investigadores encontraron niveles significativamente elevados, particularmente cerca de las plantas de tratamiento de agua de Tokio.

Como señala el profesor Kazumasa Inoue, coordinador del estudio publicado en Marine Pollution Bulletin, son necesarias nuevas políticas de salud pública y tecnologías.

Los analistas coinciden en destacar que la biomedicina le debe mucho a la resonancia magnética. Con su ayuda y como explica el National Institute of Biomedical Imaging and Bioingeniering, perteneciente a los INH de Estados Unidos, los escáneres de resonancia magnética son particularmente apropiados para obtener imágenes de las partes no óseas o de los tejidos blandos del cuerpo.

Difieren de la tomografía computarizada (TC) en que no usan la radiación ionizante dañina de los rayos X. El cerebro, la médula espinal y los nervios, así como los músculos, ligamentos y tendones se ven mucho más claros con la resonancia magnética que con los rayos X y la TC regulares. Por esta razón, se utiliza con frecuencia para obtener imágenes de lesiones de rodilla y de hombro.

Resonancia magnética, imágenes de tejidos blandos

En el cerebro, la RMN puede diferenciar entre la materia blanca y la materia gris, y también puede usarse para diagnosticar aneurismas y tumores. Debido a que no utiliza rayos X u otra radiación, es la modalidad de imágenes preferida cuando se requieren secuencias frecuentes para el diagnóstico o la terapia, especialmente en el cerebro.

gadolinio tierra rara
Los científicos tomaron muestras de los ríos alrededor de Tokio. Las mediciones de cantidades de elementos de tierras raras indican una cantidad claramente elevada de gadolinio, en comparación con la de lutita natural. imagen: Tokio Metropolitan University

Pero no todo son bondades con este ingenio. Hay que recordar que las imágenes de resonancia magnética se llevan a cabo con frecuencia después de que a los pacientes se les inyecte un agente de contraste, para visualizar las características internas del organismo.

Este contraste contiene gadolinio, un elemento originalmente tóxico de tierras raras que se vuelve seguro para uso biomédico cuando se hace que no sea reactivo. El compuesto se elimina por la orina dentro de las 24 horas siguientes a la prueba, abriéndose paso -como dice gráficamente el profesor Kazumasa Inoue- a través de las aguas residuales.

En las plantas de tratamiento de aguas residuales comunes no pueden eliminarlo, por lo que pasa directamente al medio ambiente, aunque en pequeñas cantidades. Al exponerse a la luz ultravioleta, los experimentos de laboratorio han demostrado que puede transformarse nuevamente en estado tóxico. Esto hace que sea vital rastrear la cantidad de gadolinio que llega al medio ambiente.

Cifras elevadas de gadolinio en el agua

Los científicos tomaron muestras de varios lugares a lo largo de los principales ríos de Tokio. Corrigiendo las cantidades esperadas en lutitas gasíferas, realizaron un amplio estudio de tierras raras utilizando espectrometría de masas y encontraron cifras elevadas de gadolinio en el agua.

Es importante destacar que notaron grandes picos en las cantidades dependiendo de la proximidad a las plantas de tratamiento de agua. Estos hallazgos concuerdan con trabajos previos de muestras tomadas dentro de una planta de tratamiento en el río Weser, en Alemania.

El gadolinio (Gd), que figura como tierra rara en la Tabla Periódica de Mendeleiev, forma parte de los contrastes que se administran a aquellas personas que se someten a exploraciones biomédicas con esta tecnología.

Su nombre viene del mineral que se obtiene, la gadolinita. Su descubridor fue el suizo Jean de Marignac, en 1880, que lo había observado espectroscópicamente en muestras de didimia y gadolinita. Llegados a este punto, recordar también que el mineral gadolinita (óxido de gadolinio), recibe este nombre en honor al químico finlandés Johan Gadolin. En 1886 fue separada por Lecoq de Biosbaudran.

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