![cerebro-adn Alzheimer: identifican 75 factores de riesgo génicos](https://biotechmagazineandnews.com/wp-content/uploads/2022/04/cerebro-adn-696x464.jpg)
Neurocientíficos de Europa, Estados Unidos y Australia han identificado 75 regiones del genoma asociadas con la enfermedad de Alzheimer. De estas, 42 son nuevas, lo que significa que nunca antes habían estado implicadas en la enfermedad.
Los pormenores de este hallazgo, que se detallan en el estudio observacional difundido hoy por Nature Genetics, despejan importantes cuestiones sobre los mecanismos biológicos del mal de Alzheimer, al tiempo que allanan el camino para un mejor diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
Una parte importante de este estudio lo llevaron a cabo, junto con investigadores de Australia y Estados Unidos, neurocientíficos franceses del Inserm, del Institut Pasteur de Lille, del Hospital Universitario de Lille y de este campus universitario.
Llevaron a cabo un estudio de asociación del genoma completo (GWAS) en el grupo de pacientes con Alzheimer más grande creado hasta ahora, bajo la coordinación del director de investigación de Inserm, Jean-Charles Lambert.
Concretamente, estos científicos estaban interesados en los datos genéticos de un total de 111.326 personas a las que se les había diagnosticado la enfermedad de Alzheimer o tenían parientes cercanos con este mal, así como 677.663 que estaban sanos. Estos datos se derivan de varias grandes cohortes europeas agrupadas dentro del consorcio European Alzheimer & Dementia BioBank (EADB).
Así, pudieron identificar 75 regiones (loci) del genoma asociadas con el Alzheimer, 42 de las cuales nunca antes habían estado implicadas en la enfermedad. Como explica Lambert, “tras este importante descubrimiento, caracterizamos estas regiones para darles un significado en relación con nuestro conocimiento clínico y biológico, y así obtener una mejor comprensión de los mecanismos celulares y los procesos patológicos en juego”.
Importancia de fenómenos patológicos ya conocidos
En la enfermedad de Alzheimer, dos fenómenos cerebrales patológicos están bien documentados desde hace tiempo: la acumulación de péptidos beta-amiloides y la modificación de la proteína Tau, cuyos agregados se encuentran en las neuronas.
Aquí, los científicos subrayan la importancia de estos procesos patológicos. Sus análisis de las diversas regiones del genoma confirman que algunas están implicadas en la producción de péptido amiloide y la función de la proteína Tau.
Además, estos análisis también revelan que en la enfermedad de Alzheimer está en juego una disfunción de la inmunidad innata y de la acción de la microglía; esto es, de las células inmunitarias presentes en el sistema nervioso central, que desempeñan un papel de basureros al eliminar sustancias tóxicas.
Finalmente, este estudio demuestra por primera vez que la vía de señalización dependiente del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) está involucrada en la enfermedad. El factor de necrosis tumoral alfa es una citoquina; esto es, una proteína del sistema inmunitario implicada en la cascada de inflamación, en particular, en los mecanismos de lesión tisular.
Según estos investigadores galos, sus hallazgos confirman y amplían el conocimiento de los procesos patológicos implicados en la enfermedad y abren nuevas vías para la investigación terapéutica. Como ejemplo, destacan la utilidad de la realización de ensayos clínicos dirigidos a la proteína precursora amiloide, la continuación de la investigación de células microgliales que se inició hace unos años y la orientación de la vía de señalización del TNF-alfa.
Sobre la base de sus descubrimientos, los investigadores también diseñaron una puntuación de riesgo génico para evaluar mejor cuales de los pacientes con deterioro cognitivo, dentro de los tres años posteriores a su manifestación clínica, desarrollarán la enfermedad de Alzheimer.
Alzheimer, principal causa de demencia
Lambert hace hincapié en que, ahora, esta herramienta que “no está diseñada para su uso en la práctica clínica, podría ser muy útil al establecer ensayos terapéuticos para clasificar a los participantes según su riesgo y mejorar la evaluación de los medicamentos que se prueban».
Más allá de esta caracterización exhaustiva de los factores genéticos de la enfermedad de Alzheimer, el equipo internacional también está desarrollando numerosos enfoques de biología celular y molecular para determinar su papel en su desarrollo.
Como quiera que esta ambiciosa investigación génica se ha realizado principalmente en poblaciones caucásicas, una de las consideraciones para el futuro -en opinión de Lambert- será realizar el mismo tipo de estudios en otros grupos étnicos, con el fin de determinar si los factores de riesgo son los mismos.
La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia (más del 60% de los casos de demencia diagnosticados en el mundo) y cada año se diagnostican unos 10 millones de nuevos pacientes.
Es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por la pérdida y muerte de neuronas, lo que produce un deterioro persistente de las funciones cognitivas que altera la capacidad funcional y condiciona discapacidad y dependencia de manera gradual y progresiva. La Sociedad Española de Neurología estima que, en nuestro país, hay unas 800.000 personas que padecen esta enfermedad.
La edad es el principal factor de riesgo para padecerla. Afecta a entre un cinco y un 10% de los adultos mayores de 65 años, unas cifras que se duplican cada cinco años hasta alcanzar una prevalencia de aproximadamente el 50% en la población mayor de 85 años.