
Clínicos e investigadores norteamericanos han tratado con éxito a un feto con un trastorno génico mortal: la enfermedad de Pompe. La intervención en el útero de la madre ha sido la primera que se realiza en el mundo. El neonato, una niña que ahora tiene 16 meses, se recupera satisfactoriamente, según los médicos que la atienden en CHEO (Canadá).
Después de seis tratamientos de reemplazo de enzimas prenatales en ese centro sanitario, Ayla nació a término y en la actualidad recibe terapia enzimática posnatal.
En el estudio que aparece en New England Journal of Medicine, se explica el alcance de este hito biomédico, primero que se lleva a cabo en el mundo. Los protagonistas, por un lado, son científicos y clínicos estadounidenses de la Universidad de California en San Francisco, dirigidos por la doctora Tippi MacKenzie, cirujana pediátrica en los Hospitales Infantiles Benioff, codirectora del Centro de Medicina de Precisión Materno-Fetal y directora del Eli and Edythe Broad Center of Regeneration Medicine and Stem Cell Research. La otra gran protagonista es la pequeña Ayla Bashir.
“A medida que se dispone de nuevos tratamientos para niños con enfermedades genéticas, estamos desarrollando protocolos para aplicarlos antes del nacimiento”, puntualiza la doctora MacKenzie.
En este trabajo aparecen los resultados de seguridad y eficacia de la terapia de reemplazo enzimático (ERT) en el útero en un feto con CRIM (material inmunológico de reacción cruzada) negativo para la enfermedad de Pompe de inicio infantil.
Dos hermanos de Ayla fallecieron por Pompe
La historia familiar era positiva para la enfermedad de Pompe de inicio infantil con miocardiopatía en dos hermanos fallecidos previamente. Después de recibir ERT en el útero y terapia postnatal estándar, la paciente tenía una función motora apropiada para su edad y cardíaca normal después del nacimiento, alcanzaba los hitos del desarrollo, tenía niveles normales de biomarcadores y se alimentaba y crecía bien a los 16 meses de edad.
Cuando nació Ayla, sus padres no sabían si podría caminar. Zahid Bashir, padre de la niña, recuerda con angustia que no sabían si sería capaz de hablar, de comer, de reírse… “Seguimos asombrados por su progreso. La mayoría de las veces somos muy conscientes de que es un milagro”.
El éxito del tratamiento es una hazaña de colaboración entre la Universidad de California en San Francisco, donde hay un ensayo clínico en curso sobre el tratamiento, CHEO y The Ottawa Hospital, donde se diagnosticó y trató a la paciente, sin olvidar a la Universidad de Duke, donde trabajan los mejores expertos del mundo en la enfermedad de Pompe.
“Realmente necesitábamos a este grupo multidisciplinario de personas para ofrecer su profunda experiencia en todos los aspectos de la atención”, asegura la doctora MacKenzie.
En su opinión, “la terapia de reemplazo enzimático es una nueva frontera en el campo de la terapia fetal; ha sido emocionante verlo crecer a partir de un proyecto de investigación en mi laboratorio para impactar el resultado de esta familia en última instancia. La UCSF se considera el lugar de nacimiento de la cirugía fetal y es un privilegio especial para nosotros continuar ampliando las tecnologías y los tratamientos disponibles para ayudar a las familias que enfrentan un diagnóstico difícil durante el embarazo”.
Colaboración virtual en tiempos de Covid
En circunstancias normales, la familia de la paciente habría viajado al Centro de Tratamiento Fetal del Hospital Infantil Benioff de la UCSF, para participar en el ensayo clínico.
Cuando las restricciones de Covid-19 hicieron que los viajes internacionales fueran inviables, los expertos de los dos hospitales canadienses y estadounidenses se reunieron con la familia por videoconferencia para analizar alternativas.
La UCSF compartió el protocolo de tratamiento con el equipo en Ottawa, donde vive la familia. A lo largo del proceso, todo el equipo mantuvo reuniones semanales virtuales para analizar el estado de salud de la madre y del feto y monitorear la respuesta al tratamiento.
La enfermedad de Pompe, o glucogenosis tipo II, es una enfermedad genética que provoca la degeneración de tejidos en el corazón y el esqueleto. La mutación génica impide que la enzima alfa glucosidasa ácida degrade glucógeno, que es una de las sustancias utilizadas por las células para almacenar energía. Hasta hace poco, muchos de los bebés diagnosticados con esta enfermedad fallecían antes de cumplir un año.
En la actualidad, los tratamientos farmacológicos con Myozyme y Lumizyme han obtenido resultados prometedores en algunos pacientes. La Clínica de Enfermedades Neuromusculares Pediátricas de Stanford Medicine Children’s Health (EE UU) fue pionera en ofrecer estos tratamientos.
Por último, insistir en que hasta el año 2006, la enfermedad de Pompe o glucogenosis tipo II era incurable y con tratamiento meramente paliativo. El desarrollo de la terapia de sustitución con la enzima α-glucosidasa recombinante humana ha constituido el primer tratamiento específico para esta enfermedad.