
En Journal of Virology, órgano oficial de la Sociedad estadounidense de Microbiología, un equipo de investigadores y clínicos del Cincinnati Children’s Hospital Medical Center (EE UU) acaba de publicar los resultados que, hasta el momento, han contrastado de la nueva vacuna contra los cuatro subtipos del virus del Ébola (Zaire, Bundibugyo, Sudan y Taï Forest) que infectan a las personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los huéspedes naturales del virus del Ébola son los murciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae. El virus se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados, de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que se encuentran muertos o enfermos en la selva.
Es sabido que la enfermedad por el virus del Ébola (EVE) es grave y, con frecuencia, mortal para las personas. Este agente patógeno se detectó por primera vez en 1976 en dos brotes simultáneos registrados en Nzara (ahora Sudán del Sur) y Yambuku (República Democrática del Congo). La aldea en que se produjo el segundo de ellos está situada cerca del río Ébola, que da nombre al virus.
La OMS recuerda que el brote de Ébola de 2014-2016 en África occidental fue el más extenso y complejo desde que se descubrió el virus hace 44 años.
Hubo más casos y más muertes en este brote que en todos los demás juntos. Además, se extendió a diferentes países: empezó en Guinea y después se propagó, a través de las fronteras terrestres, a Sierra Leona y Liberia.
Desarrollo de vacunas recombinantes
La nueva vacuna también podría ampliar y extender la durabilidad de la inmunidad protectora inducida por las vacunas vivas actuales que ya se están probando en ensayos clínicos contra especies individuales del virus del Ébola, según Karnail Singh, coinvestigador principal de este estudio.
En su opinión, “esto podría ser un avance significativo en el esfuerzo global para prevenir o controlar los brotes de Ébola, especialmente si esta vacuna, utilizada sola o en combinación con otra vacuna, da como resultado una inmunidad protectora duradera y a largo plazo contra diferentes subtipos del virus”.
En este trabajo se recuerda que el brote mortal de Ébola en África occidental entre 2013 y 2016 aceleró los esfuerzos internacionales para desarrollar vacunas para estos virus altamente infecciosos y dañinos. Esto condujo al desarrollo de vacunas recombinantes contra el Ébola en las que la glicoproteína del subtipo Zaire se manipula en otro vector viral vivo modificado.
Cuando se administran, estas vacunas vivas inducen respuestas inmunitarias contra la glucoproteína del Ébola que, a su vez, protegen contra cualquier ataque posterior por el virus.
Singh y sus colegas informan que si bien las vacunas de vectores vivos están produciendo resultados alentadores en ensayos clínicos, hasta el estudio actual, ninguno de los nuevos preparados en desarrollo ha demostrado inducir respuestas inmunitarias que reaccionen de forma cruzada contra múltiples especies del virus Ébola.
Un enfoque diferente para conseguir la nueva vacuna contra el Ébola
La nueva vacuna adopta un enfoque novedoso, según el estudio. Los investigadores diseñaron una partícula bivalente y esférica similar al virus del Ébola (VLP) que incorpora dos glicoproteínas genéticamente diversas (una del virus del Ébola de Zaire y otra, del virus del Ébola de Sudán) en un núcleo esférico.
Este enfoque no causará enfermedad en el receptor ya que las VLP carecen del material genético y no se multiplican. La vacuna funciona estimulando las respuestas inmunes contra el Ébola que generan anticuerpos contra el virus, para atacar a las diferentes especies de virus.
Cuando los investigadores administraron su nueva vacuna Ébola VLP a modelos animales apropiados, produjeron respuestas inmunes sólidas contra especies de virus Ébola que se sabe que son patógenas en humanos.
Aunque la nueva vacuna utiliza dos especies de virus de Ébola, Singh asegura que podría funcionar contra los cuatro virus de Ébola patógenos conocidos, ya que las respuestas a una de las glicoproteínas generan respuestas de reacción cruzada contra las otras dos especies de virus de Ébola.
Los investigadores hacen hincapié en que, a pesar de estos resultados preliminares prometedores, se necesitan pruebas preclínicas adicionales exhaustivas de la futura vacuna contra el Ébola VLP antes de que se pueda probar en ensayos clínicos.
En este estudio han participado también especialistas de las universidades de Cincinnati, Emory y Luisiana.