
En total han sido 11 los murciélagos egipcios de Rousette los que dieron positivo a la infección activa por el virus de Marburg, un pariente cercano al virus del Ébola que también causa enfermedad hemorrágica en personas. Los equipos de investigación atraparon a los murciélagos por separado en tres distritos de salud de este pequeño país africano.
Los hallazgos, basados en la prueba de la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), datos de aislamiento de anticuerpos y virus, se acaban de publicar en Nature Communications. Sin embargo, los resultados preliminares se anunciaron a principios de diciembre de 2018 para garantizar una notificación rápida a los ciudadanos de Sierra Leona y la comunidad internacional.
El virus de Marburg se detectó en proyectos liderados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC), en EE UU; REDICT, financiado por USAID y dirigido por One Health Institute de la Universidad de California en Davis; y las universidades de Njala y Makeni, en Sierra Leona.
Para la investigadora Tracey Goldstein, de la Universidad de California, y miembro de este equipo «encontrar el virus de Marburg en murciélagos de Sierra Leona antes de cualquier caso conocido en seres humanos es un gran éxito, ya que los funcionarios de salud pública y los médicos ahora pueden incluirlo entre las posibles causas al diagnosticar casos de fiebre hemorrágica en la región».
Cepas angoleñas detectadas en murciélagos
Hasta la fecha, se han registrado una docena de brotes del virus de Marburg. El más reciente fue en Uganda en 2017. El mayor y más mortal ocurrió en Angola en 2005, donde murieron 227 personas.
Cinco de las nuevas cepas identificadas entre los murciélagos positivos para Marburg en Sierra Leona fueron genéticamente similares a la cepa que causó el brote en Angola. Esta es la primera vez que los científicos detectan estas cepas angoleñas en los murciélagos.
Los murciélagos positivos al virus eran todos de Rousette egipcios, el reservorio conocido para el virus de Marburg, que se alimenta principalmente de fruta. Los murciélagos infectados eliminan el virus en su saliva, orina y heces.
Se sabe que los murciélagos Rousette egipcios muerden las frutas, orinan y defecan donde comen, potencialmente contaminando frutas u otras fuentes alimenticias consumidas por otros animales o personas, especialmente niños.
Estos murciélagos a veces también sirven como fuente de alimento para las poblaciones locales. Las personas pueden estar expuestas al virus de Marburg a través de las mordeduras de los murciélagos cuando los atrapan.
Transmisión del virus de Marburg
Los científicos subrayan que no se deben eliminar ni erradicar estos murciélagos, por su importante papel ecológico y agrícola. Polinizan cultivos importantes, y los murciélagos comen miles de insectos cada noche, incluidos los mosquitos. De esta forma, ayudan a controlar las plagas que transmiten enfermedades y dañan los cultivos.
Concluyen que matar y entrar en contacto directo con los murciélagos en realidad puede aumentar el riesgo de transmisión del virus, no detenerlo.
El equipo PREDICT de UC Davis / University of Makeni y el equipo liderado por CDC / Njala University comenzaron a trabajar en Sierra Leona en 2016 después del brote de este virus, que ayuda a mantenerlo en la naturaleza al propagarlo sin enfermarse.
«Hace más de un año, trabajamos con nuestros colegas del gobierno de Sierra Leona para informar a las personas de todo el país lo más rápido posible sobre este nuevo riesgo para la salud y recordarles que no deben hacer daño ni entrar en contacto con los murciélagos» explica Brian Bird, también de la Universidad de California en Davis.
Acerca del virus de Marburg
La fiebre hemorrágica de Marburg es rara pero grave y afecta tanto a los humanos como a los primates. Está causada por el virus del mismo nombre, un virus ARN zoonótico (de origen animal) genéticamente único de la familia de los filovirus. Las cinco especies del virus Ébola son los únicos otros miembros conocidos de la familia de los filovirus.

Como se explica desde los míticos Centros de Control de Enfermedades, en Atlanta (EE UU), el virus de Marburg se reconoció por primera vez en 1967, cuando se produjeron brotes de fiebre hemorrágica simultáneamente en laboratorios en Marburg y Frankfurt, en Alemania y en Belgrado, entonces Yugoslavia (ahora Serbia).
Enfermaron 31 personas, inicialmente trabajadores de laboratorio y sanitarios y familiares que los habían cuidado. De ellos, siete murieron. Las primeras personas infectadas habían estado expuestas a monos verdes africanos importados o sus tejidos mientras realizaban una investigación. Un caso adicional fue diagnosticado retrospectivamente.
El reservorio del virus Marburg es el murciélago africano de la fruta Rousettus aegyptiacus. Los murciélagos de la fruta infectados con el virus de Marburg no muestran signos evidentes de enfermedad. Los primates (incluidos los humanos) pueden infectarse con este agente patógeno y desarrollar enfermedades graves con alta mortalidad. Se necesitan más estudios para determinar si otras especies también pueden albergar el virus.
Brotes esporádicos en toda África
Este murciélago Rousette es un especimen vidente que habita en cuevas y está ampliamente distribuido en África. Dada la amplia distribución del murciélago de la fruta, más áreas están potencialmente en riesgo de brotes de Marburg de lo que se sospechaba anteriormente. No se sabe que el virus sea nativo de otros continentes, como América del Norte.
Por lo general, aparece en brotes esporádicos en toda África. Se han notificado casos confirmados en laboratorio en Uganda, Zimbabwe, República Democrática del Congo, Kenia, Angola y Sudáfrica. Muchos de los brotes comenzaron con trabajadores mineros que trabajaban en minas infestadas de murciélagos.
Luego, el virus se transmite dentro de sus comunidades a través de prácticas culturales, entornos de atención familiar y personal de salud poco protegido. Es posible que también existan casos esporádicos y aislados, pero que no se reconozcan.
Si bien hubo casos de Marburg fuera de África, como durante el brote de 1967, son poco frecuentes. En 2008, un turista holandés desarrolló Marburg después de regresar a los Países Bajos desde Uganda y, posteriormente, murió. También en 2008, un viajero estadounidense desarrolló Marburg después de regresar a EE UU desde Uganda y se recuperó.
Ambos habían visitado una conocida cueva habitada por murciélagos frutales en un parque nacional.