
La sobrealimentación reduce los frenos naturales de las neuronas del cerebro en la ingesta de alimentos. Este hecho se traduce en una cascada de cambios neurológicos que provocan la necesidad de continuar comiendo de forma patológica y conducen a la obesidad.

Esta es la principal conclusión de un curioso estudio publicado en Science (y cuyo paper adjuntamos), protagonizado por un equipo multidisciplinar y multinacional de investigadores estadounidenses, suecos y británicos.
El ensayo se llevó a cabo con ratones transgénicos, pero no por ello tiene menos importancia la conclusión a la que llegaron estos científicos dirigidos por el doctor Mark Rossi, de la Universidad de Carolina del Norte.
Los resultados demuestran cómo la obesidad inducida por la dieta altera la función de un sistema neurológico de supresión de la alimentación crucial. Estos hallazgos abren la puerta a identificar nuevos objetivos terapéuticos para hacer frente a los trastornos alimentarios.
Si bien la obesidad se puede relacionar con algunas causas médicas poco frecuentes, los hábitos alimenticios poco saludables son ampliamente reconocidos como el mayor determinante. Sin embargo, poco se sabe acerca de cómo la obesidad afecta el cerebro o los mecanismos neurológicos subyacentes que contribuyen a estos comportamientos alimentarios adversos.
Neuronas altamente modificadas tras sobrealimentación
Investigaciones anteriores sugieren que el área hipotalámica lateral (LHA), una región del cerebro que media las funciones fisiológicas relacionadas con la supervivencia, desempeña un papel crucial en el control de la conducta alimentaria.
En un modelo de ratón obeso, Mark Rossi y su equipo multinacional y multidisciplinar utilizaron una combinación de secuenciación de ácido ribonucléico (ARN) de una sola célula e imágenes de calcio de dos fotones para identificar alteraciones relacionadas con la obesidad en determinadas células dentro de esa área hipotalámica lateral.
Así, identificaron las neuronas glutamatérgicas que funcionalmente y en condiciones ideales frenan la ingesta de alimentos más allá de la saciedad. Sin embargo, en ratones alimentados con dietas altas en grasa, descubrieron que estas neuronas estaban altamente modificadas de manera única, lo que interrumpió este sistema natural de supresión de la alimentación para promover la sobrealimentación y, en consecuencia, la obesidad.