Dr. Francisco Villarejo: 'Síndrome del escaparate'

DR. FRANCISCO VILLAREJO
Unidad de Neurocirugía del Hospital La Luz. Madrid

Las fracturas vertebrales por osteoporosis se deben tratar lo antes posible para evitar dolor, incapacidad y deformidad de la columna.

La osteoporosis es una enfermedad sistémica caracterizada por una pérdida mineral ósea progresiva, originando cambios en la arquitectura ósea que dejan el hueso vulnerable a una fractura después de un trauma mínimo o sin él.

La osteoporosis postmenopausia (tipo I) y la relacionada con la edad (tipo II) son las formas más frecuentes de pérdida mineral ósea observadas en la práctica clínica. Causas secundarias de osteoporosis incluyen el hipercortisolismo, hiperparatiroidismo, abuso de alcohol y períodos prolongados de inmovilización.

La columna vertebral es el sitio más común de fractura osteoporótica y las fractura de compresión vertebral aparecen en 25% de las mujeres entre 70 y 79 años y en más del 50% de las mujeres con edades de 80 años o superiores.

Hace años, el tratamiento de las fracturas vertebrales por osteoporosis consistía en inmovilizar al paciente en un lecho de escayola. Posteriormente, se desarrolló la vertebroplastia, la inyección de un cemento a través de la piel para evitar el dolor y estabilizar la vértebra fracturada. Más tarde, se introducía un balón que se inflaba para elevar la parte superior de la vértebra hundida, se retiraba una vez desinflado y se rellenaba el hueco creado con el cemento referido anteriormente.

Nueva silicona para las fracturas vertebrales por osteoporosis

Dr. Francisco Villarejo: Las fracturas vertebrales por osteoporosis se pueden y deben tratar
La elastoplastia con VK100 es una alternativa a base de silicona para el aumento vertebral percutáneo. Imagen cortesía de F. Villarejo

Con el tiempo, se aplicaron diversas técnicas como colocar stents metálicos y rellenarlos de cemento, radiofrecuencia, etc. No obstante, en los últimos años se ha desarrollado una nueva sustancia: una silicona llamada VK100.

Se trata de una especie de cemento menos rígido, que fragua con menos temperatura y que se mezcla muy bien con las trabéculas óseas de las vértebras fracturadas, siendo mucho mejor que el usado anteriormente, el polimetilmetacrilato (PMMA).

Al ser más elástico, produce presión sobre las vértebras adyacentes y reduce la frecuencia de fracturas a estas vértebras. Hemos tratado más de un centenar de fracturas vertebrales por osteoporosis en el Hospital La Luz con unos resultados excelentes.

La intervención se hace en un quirófano con anestesia general, dura unos 20 minutos y la inyección se realiza percutáneamente, es decir, sin abrir la piel. Con dos agujas, una en cada pedículo, mientras se inyecta después de prepararse el producto VK100 (se tarda unos cinco minutos).

Alta a las 24-48 horas

Se visualiza en una pantalla de rayos X cómo se distribuye por el cuerpo vertebral. La inyección se hace lentamente para evitar complicaciones menores y cada vértebra, dependiendo del tamaño y del grado de fractura, admite una cantidad diferente del producto que varía entre cuatro y ocho centímetros cúbicos de VK100.

Una vez confirmada la buena distribución de la sustancia inyectada, se retiran las agujas a los dos minutos de la inyección y se da un punto de sutura por donde ha entrado la aguja, aunque la mayoría de las veces no es necesario.

El paciente es dado de alta a las 24-48 horas. Con una faja blanda, puede incorporarse a su vida normal o de trabajo a los siete días.

De esta forma, se evita por tanto el corsé rígido y la inmovilidad que tanto preocupaba a los pacientes y, por supuesto, el dolor y la incapacidad creada por él.

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