
Una novedosa investigación básica, desarrollada por dos equipos multidisciplinares de investigadores de las universidades de Chicago y Texas, ha demostrado, en animales de laboratorio, que las bifidobacterias pueden acumularse en los tumores y mejorar la efectividad de la inmunoterapia contra el cáncer.
Concretamente, se refieren a la inmunoterapia CD47, un tratamiento anticancerígeno de amplio alcance que actualmente se está evaluando en varios centros hospitalarios de EE UU.
Los resultados del estudio codirigido por Yang-Xin Fu, del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, y Ralph R. Weichselbaum, codirector del Centro Ludwig para la Investigación de Metástasis de la Universidad de Chicago, se publican hoy en Journal of Experimental Medicine.
La proteína CD47 -explican estos científicos- se expresa en la superficie de muchas células cancerosas. Inhibir esta proteína puede permitir que el sistema inmunitario del paciente ataque y destruya al tumor. Los anticuerpos dirigidos a CD47 se prueban actualmente como tratamientos para una amplia variedad de cánceres en múltiples ensayos clínicos.
La inmunoterapia contra el cáncer funciona en presencia de bifidobacterias
Sin embargo, hasta ahora los estudios con ratones de laboratorio han arrojado resultados mixtos: algunos roedores parecen responder al tratamiento anti-CD47, mientras que otros no.
Los investigadores de las universidades de Texas y Chicago han descubierto que la respuesta al tratamiento depende del tipo de bacterias que viven en el intestino de los animales.

Los ratones portadores de tumores que normalmente responden al tratamiento anti-CD47 no respondieron cuando sus bacterias intestinales se eliminaron por una combinación de antibióticos. Por el contrario, el tratamiento anti-CD47 se hizo efectivo contra el cáncer de ratones que generalmente no responden, cuando se complementaron con bifidobacterias, un tipo de bacteria que a menudo se encuentra en el tracto gastrointestinal de roedores y personas sanos.
Según MedlinePlus, de NIH, las bifidobacterias pertenecen a un grupo de bacterias llamadas ácido lácticas. Se encuentran en alimentos fermentados como el yogur y el queso, y se utilizan en tratamientos con probióticos.
Se consideran bacterias amistosas y se toman para que crezcan y se multipliquen en las áreas del cuerpo donde normalmente crecerían. El cuerpo humano cuenta con una flora bacteriana normal que se encarga de realizar varios trabajos. Las bifidobacterias rompen los alimentos, ayudan al cuerpo a absorber los nutrientes y evitan el sobrecrecimiento de las bacterias malas.
Las bifidobacterias migran a tumores
Sorprendentemente, los investigadores encontraron que las bifidobacterias no solo se acumulan en el intestino; también migran a tumores, donde parecen activar una vía de señalización inmune llamada vía de estimulación de genes de interferón (STING).
Esto da como resultado la producción de más moléculas de señalización inmune y la activación de las células inmunes. Cuando se combina con el tratamiento anti-CD47, estas células inmunes activadas pueden atacar y destruir el tumor circundante.
El doctor Yang Xin Fu, profesor de Patología, detalla que este trabajo “demuestra que un miembro específico de la población microbiana intestinal mejora la eficacia antitumoral de anti-CD47 colonizando el tumor. La administración de especies bacterianas específicas, o sus progenies modificadas, puede ser una estrategia nueva y efectiva para modular varias inmunoterapias antitumorales”.
Por su parte, el doctor Weichselbaum, profesor de Oncología Radiológica, matiza que los resultados que han obtenido abren una nueva vía para las investigaciones clínicas sobre los efectos de las bacterias dentro de los tumores “y pueden ayudar a explicar por qué algunos pacientes con cáncer no responden a la inmunoterapia”.