
Ocho mil voluntarios han participado en un innovador estudio de investigadores estadounidenses con Inteligencia Artificial (IA), en el que han logrado un diagnóstico médico del insomnio.
En un estudio que difunde PloS ONE, los autores aseguran que con su modelo de aprendizaje automático pueden predecir eficazmente el riesgo de una persona de sufrir un trastorno del sueño. Utilizaron datos demográficos, de estilo de vida y otros de laboratorio y de pruebas físicas.
Samuel Y. Huang, de la Universidad Commonwealth, y Alexander A. Huang, de la Universidad Northwestern Feinberg, ambas en Estados Unidos, integraron el equipo que ha llevado a cabo este estudio con un total de 7.929 voluntarios.
De esta cifra, 4.055 eran hombres (51 %) y, el resto, 3.874, fueron mujeres (49 %). La edad media fue de 49,2 años. Por etnias, 2.885 eran de raza blanca (27 %), 2.144 de raza negra (21 %), 1.6.39 hispanos (21%) y 1.261 de otras razas.
Explican que utilizaron modelos logísticos univariados, con el insomnio como resultado, para identificar las covariables asociadas a él. Emplearon el modelo de aprendizaje automático XGBoost “debido a su prevalencia en la literatura, así como a su mayor precisión predictiva en la predicción de la atención médica”.
Las covariables del modelo se clasificaron según la estadística de cobertura para identificar los factores de riesgo de insomnio. Así, utilizaron explicaciones aditivas bien formadas para visualizar la relación entre estos factores de riesgo potenciales y el insomnio.
La principal conclusión de este trabajo es que los modelos de aprendizaje automático “pueden predecir eficazmente el riesgo de un trastorno del sueño, utilizando covariables demográficas, de laboratorio, de examen físico y de estilo de vida e identificar factores de riesgo clave”.
Depresión e insomnio
En general, 2.302 pacientes del estudio tenían un diagnóstico médico de un trastorno del sueño. Con XGBoost pudieron predecir el riesgo de diagnóstico de trastornos del sueño con gran precisión, utilizando 64 de las variables totales incluidas en el conjunto de datos.
Los mayores predictores del trastorno del sueño, según el modelo de aprendizaje automático, fueron la depresión, el peso, la edad y la circunferencia de la cintura.
En este orden de cosas, en el estudio se dice que “las visualizaciones completadas para las cuatro principales covariables continuas concordaron con la literatura actual: existe una fuerte evidencia epidemiológica de que los problemas del sueño se relacionan fuertemente con la depresión. Múltiples artículos han encontrado dificultad para conciliar el sueño y disminución de las horas de sueño con aumento de la depresión. Además, la depresión se ha relacionado con un sueño de menor calidad y un mayor agotamiento durante el día”.
Estos investigadores destacan que también existe una fuerte evidencia bibliográfica del vínculo entre el peso y los trastornos del sueño, así como de la relación entre el aumento de la edad y el aumento de los trastornos del sueño. La edad avanzada se ha asociado con un aumento de la latencia del sueño, una disminución del tiempo dedicado al sueño de movimientos oculares rápidos (REM) y al sueño en etapa 3, y una mayor frecuencia de despertares durante la noche.
Además, subrayan que el aumento del uso de cafeína se relaciona con la dificultad para conciliar el sueño, la disminución del tiempo para conciliarlo y la disminución de la calidad del sueño. Asimismo, el aumento de alcohol se asocia con trastornos del sueño, lo que conduce a una disminución de la latencia del sueño y una posible necesidad fisiológica de alcohol como depresor para permitir el sueño en múltiples pacientes.
Variables asociadas con la falta de sueño
El doctor Huang explica que lo que distingue a este estudio sobre los factores de riesgo del insomnio de otros es ver que “no solo influyen los síntomas depresivos, la edad, el consumo de cafeína, los antecedentes de insuficiencia cardíaca congestiva, el dolor de pecho, la enfermedad arterial coronaria y la enfermedad hepática. Hay otras 57 variables que se asocian con el insomnio”.
Está científicamente comprobado que los trastornos del sueño son un factor de riesgo significativo para la diabetes, las enfermedades cardíacas, la obesidad y la depresión. Por ello y, para concluir, recordar que el profesor José María Ordovás, discípulo de Grande Covián y considerado el precursor de la Nutrigenómica y la Nutrigenética, suele comentar en su círculo más íntimo que “hay que recetar más sueño”.