
Utilizando las bases de datos integradas de registros de salud más grandes del mundo, un equipo interdisciplinar de investigadores y clínicos israelíes y de Estados Unidos ha comprobado la eficacia de suministrar la tercera dosis de la vacuna ARNm para Covid-19. Los datos estudiados corresponden a más de 700.000 personas.
Esta dosis de recuerdo con el preparado BNT16NB2 se suministró a israelíes entre el 30 de julio y el 23 de septiembre de este año, coincidiendo con la cuarta ola de infección y enfermedad por coronavirus en Israel, durante la cual la variante Delta (B.1.617.2) fue la cepa dominante en el país para nuevas infecciones (con muy pocas excepciones).
Como se detalla en The Lancet, el Instituto de Investigación Clalit, en colaboración con investigadores de la Universidad de Harvard, elaboraron este estudio donde se proporciona la mayor evaluación revisada por pares de la efectividad de una tercera dosis de refuerzo de esta vacuna.
España es uno de los países que experimentan un nuevo repunte de las infecciones por SARS-CoV-2, a pesar de las campañas masivas de vacunación. Los analistas especulan que esta situación puede deberse a la mayor infecciosidad de la variante delta (B.1.617.2) del nuevo coronavirus y a la disminución de la inmunidad de las vacunas administradas meses antes. Ante esta situación, varios países tienen previsto administrar una tercera dosis de refuerzo.
Este estudio sugiere que una tercera dosis es eficaz para reducir los resultados graves relacionados con la enfermedad, en comparación con las personas que han recibido dos dosis hace, al menos, cinco meses.
Es, además, el primero en estimar la eficacia de una tercera dosis de una vacuna de ARNm, frente a resultados severos con ajuste para varios posibles factores de confusión, incluidas las comorbilidades y los de comportamiento.
Más del 90% menos de riesgo de hospitalización tras la tercera dosis de la vacuna
El gran tamaño del estudio también permite una evaluación más precisa de la eficacia de la vacuna en diferentes períodos de tiempo, diferentes subpoblaciones (por sexo, edad y número de comorbilidades) y diferentes resultados graves (que son más raros y, por lo tanto, requieren un mayor tamaño de muestra).
Así, estos científicos revisaron los datos de un total de 728.321 personas mayores de 12 años que habían recibido la tercera dosis de esta vacuna. A estos individuos se los emparejó cuidadosamente 1:1 con otros 728.321 individuos que habían recibido solo dos inyecciones del mismo preparado, al menos cinco meses antes.
El emparejamiento se basó en un amplio conjunto de atributos demográficos, geográficos y relacionados con la salud asociados con el riesgo de infección y de enfermedad grave, estado de salud y comportamiento de búsqueda de atención médica.
Los individuos se asignaron a cada grupo de forma dinámica en función de su estado de vacunación cambiante (198.476 individuos pasaron de la cohorte no vacunada a la vacunada durante el estudio). Se realizaron múltiples análisis para asegurar que la efectividad estimada de la vacuna fuera fuerte a posibles sesgos.
Los resultados muestran que, en comparación con las personas que recibieron solo dos dosis cinco meses antes, las que recibieron tres dosis de la vacuna (siete días o más después de la tercera dosis) tuvieron un 93% menos de riesgo de hospitalización relacionada con Covid-19, 92% menos riesgo de enfermedad grave por infección del SARS-CoV-2 y un 81% menos de riesgo de muerte relacionada con Covid-19.
Se encontró que la efectividad de la vacuna es similar para diferentes sexos, grupos de edad (edades 40-69 y 70+) y número de comorbilidades.
Tercera dosis de la vacuna altamente efectiva
Este trabajo también incluyó un análisis a nivel de población, que encontró que las tasas de infección comenzaron a disminuir para cada grupo de edad de entre siete a 10 días después de que ese grupo de edad se volvió elegible para la tercera dosis.
“El extenso despliegue a nivel nacional de la campaña de vacunación Covid-19 de refuerzo de tercera dosis de Israel brindó al Instituto de Investigación Clalit una oportunidad única para evaluar, a través de sus conjuntos de datos digitales ricos y completos, la efectividad de la tercera dosis en un entorno del mundo real contra las complicaciones menos comunes pero graves de Covid-19 ”, comenta el profesor Ran Balicer, autor principal del estudio y director del Instituto de Investigación Clalit.
A renglón seguido hace hincapié en que “estos resultados demuestran de manera convincente que la tercera dosis de la vacuna es altamente efectiva contra los resultados graves relacionados con Covid-19 en diferentes grupos de edad y subgrupos de población, una semana después de la tercera dosis. Estos datos deberían facilitar la toma de decisiones políticas informadas”.
Como recuerda Ben Reis, director del Grupo de Medicina Predictiva del Programa de Informática de Salud Computacional del Boston Children’s Hospital y la Facultad de Medicina de Harvard, hasta la fecha, uno de los principales impulsores de dudas sobre las vacunas ha sido la falta de información en torno a su eficacia. “Este cuidadoso estudio epidemiológico -añade- proporciona información fiable sobre la efectividad de la tercera dosis, que esperamos sea útil para aquellos que aún no se han decidido por ella”.
Ensayos aleatorizados y bases de datos observacionales
Por su parte, Miguel Hernán, director de la CAUSALab y de la Facultad de Salud Pública TH Chan de Harvard, opina que “esta investigación es un ejemplo perfecto de cómo los ensayos aleatorizados y las bases de datos observacionales de la salud se complementan entre sí. El ensayo de esta vacuna proporcionó pruebas convincentes de su eficacia para prevenir la infección sintomática, pero las estimaciones de enfermedad grave y grupos de edad específicos fueron demasiado imprecisas. Este análisis de la base de datos de alta calidad de Clalit emula el diseño del ensayo original, utiliza sus hallazgos como punto de referencia y los amplía para confirmar la efectividad de la vacuna en adolescentes. Esta combinación de evidencia de ensayos aleatorizados y estudios observacionales es un modelo para la investigación médica eficiente, algo que ahora es especialmente importante”.
Por último, Marc Lipsitch, director del Centro de Dinámica de Enfermedades Transmisibles y profesor de la Facultad de Salud Pública TH Chan de Harvard, opina que “en todos los estudios sobre la eficacia de las vacunas, un desafío importante es asegurarnos de que aquello que estamos comparando para identificar el efecto es similar en las otras características que pueden predecir si se infectan o enferman. Esto es especialmente difícil en el contexto de una campaña de vacunación dirigida a la edad en rápido crecimiento. La extraordinaria base de datos de Clalit hizo posible diseñar un estudio que abordó estos desafíos de una manera que brinda una tremenda confianza en las inferencias que surgen del estudio”.
La investigación se financió en parte por la recientemente anunciada Colaboración del Laboratorio de Vida Familiar Ivan y Francesca Berkowitz en la Facultad de Medicina de Harvard y el Instituto de Investigación Clalit.