
Al comparar miles de escáneres, investigadores de 22 centros de todo el mundo han logrado visualizar cómo la anorexia reduce varias zonas del cerebro e implica la pérdida de neuronas o las conexiones entre ellas.
Subrayan que los cambios cerebrales en la anorexia “fueron más graves que en cualquier otra afección psiquiátrica que hayamos estudiado”. Ahora y gracias a estos mapas cerebrales, podrán evaluarse los efectos de los tratamientos.
Como detallan en el metanálisis que aparece en Biological Psychiatry, las personas con anorexia muestran «reducciones considerables» en tres medidas críticas del cerebro: espesor cortical, volúmenes subcorticales y área de superficie cortical. Las reducciones en el tamaño del cerebro son significativas porque se cree que implican la pérdida de células cerebrales o las conexiones entre ellas.
La doctora Esther Walton, de la Universidad británica de Bath y coordinadora de este trabajo, hace hincapié en que los resultados son algunos de los más claros hasta ahora que demuestran vínculos entre los cambios estructurales en el cerebro y los trastornos alimentarios.
Según esta investigadora, las personas con anorexia mostraron reducciones en el tamaño y la forma del cerebro entre dos y cuatro veces mayores que las personas con afecciones como depresión o trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Y especula con la posibilidad de que estos cambios observados en el tamaño del cerebro pueden atribuirse a reducciones en el índice de masa corporal (IMC).
Según los resultados, estos neurocientíficos subrayan la importancia del tratamiento temprano para ayudar a las personas con anorexia a evitar cambios cerebrales estructurales a largo plazo.
El tratamiento generalmente implica formas de terapia cognitiva conductual y, de manera crucial, aumento de peso. Muchas personas con anorexia son tratadas con éxito y estos resultados muestran el impacto positivo que dicho tratamiento tiene en la estructura cerebral.
Graves cambios del cerebro con anorexia
El estudio analizó cerca de 2.000 escáneres cerebrales preexistentes de personas con anorexia, incluidas las que estaban en recuperación, y otras que no tenían esta enfermedad.
Para las personas en recuperación de la anorexia, los neurocientíficos encontraron que las reducciones en la estructura cerebral eran menos severas, lo que implica que, con un tratamiento y apoyo temprano apropiado, el cerebro podría repararse a sí mismo.
La doctora Esther Walton explica que trabajaron intensamente durante varios años con neurocientíficos de todo el mundo. “Poder combinar miles de escáneres cerebrales de personas con anorexia nos permitió estudiar los cambios cerebrales que podrían caracterizar este trastorno con mucho más detalle”, añade.
Este equipo involucró a investigadores de Universidad Técnica de Dresden, Alemania; la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York; y el King’s College, de Londres.
Además, formaron parte del Grupo de Trabajo de Trastornos de la Alimentación ENIGMA, dirigido por expertos de la Universidad del Sur de California. El Consorcio ENIGMA es un esfuerzo internacional para reunir a investigadores en genómica de imágenes, neurología y psiquiatría, con el fin de comprender el vínculo entre la estructura y función del cerebro y la salud mental.
El profesor Paul Thompson, investigador principal de este Consorcio, destaca que «la escala internacional de este trabajo es extraordinaria. Científicos de 22 centros de todo el mundo combinaron sus escáneres cerebrales para crear la imagen más detallada hasta la fecha sobre cómo la anorexia afecta al cerebro. Los cambios cerebrales en la anorexia fueron más graves que en cualquier otra afección psiquiátrica que hayamos estudiado. Los efectos de los tratamientos y las intervenciones ahora pueden evaluarse, utilizando estos nuevos mapas cerebrales como referencia».
Miedo a aumentar de peso
Para Thompson, “la anorexia afecta al cerebro más que cualquier otra afección psiquiátrica. Esta es realmente una llamada de atención, que muestra la necesidad de intervenciones tempranas para las personas con trastornos de la alimentación».
La anorexia es un trastorno alimentario que causa que las personas pierdan más peso de lo que se considera saludable para su edad y estatura. Las personas con este trastorno -según MedlinePlus– pueden tener un miedo intenso a aumentar de peso, incluso cuando están con peso insuficiente. Es posible que hagan dietas o ejercicio en forma excesiva o que utilicen otros métodos para reducirlo.
Sin embargo, no se conocen las causas exactas de la anorexia. Muchos factores probablemente estén involucrados. Los genes y las hormonas pueden jugar un papel. No obstante, las actitudes sociales que promueven tipos de cuerpos muy delgados también pueden contribuir.
Así, los factores de riesgo para la anorexia incluyen: estar más preocupado o prestarle más atención al peso y la figura; tener un trastorno de ansiedad en la niñez; tener una imagen negativa de sí mismo y problemas alimentarios durante la lactancia o la primera infancia, entre otros.
Con frecuencia y siempre según MedlinePlus, la anorexia comienza durante los años anteriores a la adolescencia a principios de la edad adulta y es más común en mujeres.