A medida que la población envejezca en el Reino Unido aumentarán los casos de estenosis de la válvula aórtica que, ahora, se estima que afectan a unas 300.000 personas. El NHS (National Health Service) ha encendido la luz roja para que el Gobierno adopte medidas urgentes.
En un estudio de investigadores australianos que aparece en Open Heart, dirigido por Geoffrey A. Strange, del Instituto de Investigación del Corazón, en Sidney, se hace hincapié en esta alarmante situación, al tiempo que vaticinan que el NHS tendrá dificultades para hacer frente a la gran cantidad de personas que necesitan tratamiento para esta disfunción en los próximos años, y el número aumentará aún más a medida que la población envejezca.
Además, calculan que más de la mitad de las personas con enfermedad avanzada probablemente morirán dentro de cinco años “sin un tratamiento proactivo y oportuno”.
La estenosis aórtica surge cuando la válvula aórtica, la principal válvula de salida del corazón, se endurece y se estrecha. Esto significa que ya no puede abrirse por completo, lo que reduce o bloquea el flujo de sangre del corazón a la arteria principal (aorta) y al resto del cuerpo. En una parte significativa de las personas, la afección permanece silenciosa y los síntomas aparecen solo cuando la estenosis está avanzada.
Estos investigadores de Sidney aseguran que, dado el envejecimiento de la población del Reino Unido, puede haber una gran cantidad de personas aún no diagnosticadas que podrían beneficiarse de un tratamiento que les salve la vida.
Por lo tanto, los investigadores se propusieron proporcionar estimaciones informadas de la prevalencia general de la estenosis aórtica grave en el Reino Unido y cuántas personas podrían beneficiarse de la cirugía: reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica (SAVR) o implante transcateter de válvula aórtica (TAVI).
Prevalencia de estenosis aórtica en Reino Unido
Para llegar a la cifra de afectados por estenosis aórtica, los investigadores obtuvieron datos de población específicos de edad y sexo a nivel nacional de 2019, cuando casi un tercio (30%; 20,1 millones) de los 66 millones de habitantes del Reino Unido tenían 55 años o más.
Para llegar a estimaciones de prevalencia específicas por edad válidas y precisas, se basaron en datos de uno de los estudios más grandes de la afección hasta la fecha (NEDA). La prevalencia de enfermedad grave resultó del 3,5% entre los mayores de 75 años.
Utilizando todo esto como punto de referencia, el equipo de Strange estima la prevalencia de estenosis aórtica severa en 1,2% entre los 70 y 74 años; 0,7% entre 65 y 69 años; 0,5% entre 60 y 64 años; y 0,4% entre 55 y 59 años, siempre en 2019.
Luego estimaron las proporciones de aquellos con y sin síntomas y, de los que tenían síntomas, cuántos podrían ser tratados con el arsenal terapéutico actual y qué número necesitaría cirugía, según los patrones de tratamiento históricos.
También calcularon cuántas personas morirían si no se trataran, según el número total estimado de pacientes diagnosticados con esta disfunción en 2019 y las tasas de mortalidad reales de cinco años observadas entre las personas no tratadas en el estudio NEDA.
Con todas estas cifras, los investigadores estiman que la prevalencia general de estenosis aórtica severa entre los mayores de 55 años en el Reino Unido en 2019 fue de casi el 1,5%, lo que equivale a unas 300 000 personas que viven con esta afección potencialmente mortal.
Del número total de pacientes con estenosis aórtica, poco menos de 200.000 (68%) tenían una enfermedad grave (sintomática) en 2019, lo que provocó la necesidad de unos 116 000 procedimientos SAVR y 51.000 TAVI.
Riesgo de 35.000 muertes cada año
Pero las 92.389 personas con enfermedad silenciosa, que representan casi un tercio de todos los casos (32%), probablemente no serán diagnosticadas a menos que se les haga una prueba de detección proactiva de estenosis aórtica o se sometan a pruebas para otro problema cardíaco.
En opinión de estos científicos australianos, sin un tratamiento proactivo oportuno, hasta 172.859 de las personas con estenosis aórtica severa (59% en general) en 2019 morirán hasta 2024, lo que equivale a 35.000 fallecimientos cada año.
Unas 10.000 de estas muertes (casi el 6% de todos los casos) ocurrirán entre personas de 55 a 64 años, con 29.548 muertes adicionales (17%) entre personas de 65 a 74 años. La mayoría de los fallecimientos ocurrirán en personas de 75 a 84 años (86 383; 50%) y mayores de 85 años (47 121; 27%), estiman los investigadores.
“Críticamente, esta carga indicativa es mucho mayor que la capacidad actual dentro del NHS para evaluar, detectar, clasificar y tratar tales casos, y la prevalencia aumenta aún más a medida que la población envejece”, advierten estos científicos.
Los investigadores reconocen que no tienen forma de verificar sus estimaciones y advierten de que los datos de la población sobre la incidencia y la prevalencia de la estenosis aórtica en el Reino Unido son inadecuados, por lo que sus hallazgos deben interpretarse con cautela. No obstante, hacen hincapié en que sus estimaciones están en línea con las de los escasos estudios publicados anteriormente.