Encuentran posible causa de la agresividad del cáncer de páncreas
Adenocarcinoma de páncreas a la izquierda, revestimiento normal del conducto a la derecha. Imagen: CC BY 2.0/Ed Uthman

En la Universidad de Osaka han logrado identificar un mecanismo novedoso por el que el cáncer de páncreas es tan agresivo. Este avance biomédico se traducirá en un futuro próximo en innovadores tratamientos terapéuticos que consigan frenar la migración de estas células cancerosas a otros órganos del cuerpo.

Es bien sabido que el de páncreas es, posiblemente, el más agresivo de los cánceres con un mal pronóstico y una supervivencia a cinco años de solo el 5% de los pacientes.

La mayoría de las muertes relacionadas con este letal carcinoma se debe a la metástasis, que ocurre cuando sus células cancerosas migran a otros órganos.

La mejor comprensión de los mecanismos moleculares que causan la metástasis del cáncer de páncreas es el primer paso para desarrollar tratamientos eficaces. Ahora, en un estudio que aparece en eLife, un equipo interdisciplinar de investigadores y clínicos japoneses de la Universidad de Osaka revelan los pormenores de un mecanismo desconocido para la metástasis del cáncer de páncreas.

Akikazu Harada, del Departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la Universidad de Osaka y primer autor de este artículo, detalla que analizaron tejidos humanos de cáncer de páncreas para demostrar que una molécula determinada tiene mayor actividad. Se trata de la proteína de señalización ARL4C que se sobreexpresa en estos pacientes.

Los resultados iniciales con respecto a la función de esta proteína sugirieron que podría estar involucrada en las capacidades migratorias e invasivas de las células de cáncer de páncreas. Para investigar este extremo y confirmar su situación en células invasoras de este cáncer, los investigadores diseñaron un experimento que simulaba la invasión de células cancerosas en el cuerpo humano.

Dispositivo de cultivo en 3D

El oligonucleótido antisentido (ASO) dirigido a Arl4c inhibe la metástasis del cáncer de páncreas. Imagen: Akikazu Harada

Con esta finalidad, crearon un dispositivo de cultivo en 3D que podía monitorear las células cancerosas que invaden el gel de colágeno circundante, que usaron para observar, a través de microscopio, la invasión de células vivas que contienen ARL4C. A esta molécula se la había marcado con fluorescencia.

“Descubrimos que ARL4C se localizó en los llamados pseudópodos invasivos, funcionalmente análogos, pero estructuralmente distintos de invadopodia en las superficies celulares”, explica Akikazu Harada. Sobre este término, explica que son extrusiones parecidas a pies bien caracterizadas que surgen de la superficie ventral de una célula que las cancerosas usan para invadir otros tejidos.

Por el contrario, los pseudópodos invasores son más largos y tienen un diámetro mayor que los invadopodios, y se extienden desde el extremo frontal de la célula. “En estos pseudópodos -matiza-, la proteína ARL4C reclutó otra denominada IQGAP1, que también se expresa en altas cantidades en numerosos cánceres, incluido el de páncreas, que transportó la enzima MMP14 a los pseudópodos, lo que permitió que la célula cancerosa penetrara e invadiera el gel de colágeno o la matriz extracelular”.

Una vez que desvelaron este nuevo mecanismo, los investigadores adoptaron un enfoque de terapia con oligonucleótidos utilizando los llamados antisentido (ASO). Se trata de moléculas cortas de ácido desoxirribonucleico (ADN) monocatenario, que actúan dentro de la célula para, en este caso, bloquear la producción de proteínas.

Aunque este hallazgo es preliminar, se abren nuevas vías terapéuticas prometedoras para este cáncer extremadamente agresivo y arrojan luz sobre su mecanismo de metástasis.

Páncreas, uno de los tipos de cáncer más agresivos

El páncreas es una glándula localizada detrás del estómago y por delante de la columna. Produce jugos que ayudan a descomponer los alimentos y hormonas que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre.

Según MedlinePlus, el cáncer de páncreas es la cuarta causa principal de muerte por cáncer en Estados Unidos. Algunos factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de páncreas incluyen: el tabaquismo, diabetes, pancreatitis crónica y algunos trastornos hereditarios.

El cáncer de páncreas es difícil de detectar con anticipación. No causa síntomas de inmediato. Cuando aparecen, suelen ser vagos o imperceptibles. Incluyen una coloración amarillenta de la piel y los ojos, dolor en el abdomen y la espalda, pérdida de peso y fatiga. Además, como el páncreas está oculto detrás de otros órganos, los clínicos de salud no pueden ver ni palpar los tumores en los exámenes rutinarios. Para el diagnóstico, es necesario hacer un examen físico, pruebas de sangre, exámenes de imágenes y una biopsia.

Dado que frecuentemente se detecta tarde y se disemina rápidamente, el cáncer de páncreas puede ser difícil de tratar. Los posibles tratamientos incluyen cirugía, radiación y quimioterapia así como terapia dirigida, que emplea fármacos para combatir células cancerosas específicas, causando menos daños a las células normales.

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