
La feromona afrodisíaca descubierta en el semen de la lamprea marina atrae a las hembras listas para aparearse, según concluye este estudio. La publicación elegida por Anne Scott, coordinadora del equipo de investigadores de la Universidad estatal de Michigan y de la Universidad del Océano de Shanghai, para publicar este avance ha sido PLoS One (Public Library of Science).
En peces y otros animales que utilizan fertilización externa, la exposición al semen promueve comportamientos de desove. Sin embargo, no se han identificado compuestos específicos en el semen como feromonas afrodisíacas. En este trabajo, los científicos tenían el objetivo de identificar una feromona en la lamprea marina (Petromyzon marinus).
Es un pez sin mandíbula que engendra en agregaciones donde cada macho defiende un nido y las hembras que van ovulando se mueven de nido en nido para aparearse.
Descubrieron que un compuesto oloroso llamado espermina, originalmente identificado a partir del semen humano, es de hecho una feromona milt. En concentraciones muy bajas, la espermina estimuló el sistema olfativo de la lamprea y atrajo a las hembras ovulatorias, pero no atrajo a los machos ni a las hembras preovulatorias.
Espermina en el semen de la lamprea
Identificaron el receptor específico activado por la espermina en el tejido olfativo de la lamprea y un compuesto que bloquea este receptor impidió la atracción de las hembras ovulatorias a la espermina.
Para Anne Scott, «este descubrimiento implica una nueva estrategia que los animales machos utilizan para reclutar parejas a través de la liberación de señales químicas en el semen. Las hembras ovulatorias probablemente usan espermina liberada junto con el esperma como una señal confiable para la presencia de machos que desovan activamente en las cercanías».
Los resultados aclaran un mecanismo por el cual una feromona en el semen atrae a las hembras listas para aparearse e implica una posible conservación de la detección olfativa del semen de los vertebrados sin mandíbula a los humanos. De acuerdo con los autores, su identificación de feromonas del milt también puede tener implicaciones de manejo para el control o la conservación de las poblaciones de lamprea marina.
Llegados a este punto, recordar que el término feromona fue acuñado por los bioquímicos alemanes Karlson y Luscher en 1959, cuando descubrieron la primera feromona en hembras de gusanos de seda (la mariposa Bombyx mori). Se trata de la molécula Bombykol, que atrae a los machos a kilómetros de distancia.