
Los alimentos ultraprocesados incluyen productos horneados y aperitivos envueltos, bebidas gaseosas, cereales azucarados, comidas preparadas que contienen aditivos alimentarios, sopas de verduras deshidratadas y productos de carne y pescado reconstituidos que, con frecuencia, contienen altos niveles de azúcar, grasa y/o sal agregados, al tiempo que carecen de vitaminas y fibra. Se cree que representan alrededor de entre el 25% y el 60% de la ingesta diaria de energía en muchos países y se ha relacionado con riesgo de muerte.
Estudios anteriores han encontrado vínculos entre los alimentos ultraprocesados y mayores riesgos de obesidad, presión arterial alta, colesterol alto y algunos tipos de cáncer, pero la evidencia firme aún es escasa.
Ahora, en el primero de dos trabajos, publicados en BMJ, científicos franceses y brasileños evaluaron las posibles asociaciones entre los alimentos ultraprocesados y el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Más enfermedades cardiovasculares
Analizaron datos de 105.159 adultos franceses (21% hombres, 79% mujeres) con una edad promedio de 43 años que completaron seis cuestionarios dietéticos de 24 horas para medir la ingesta habitual de 3.300 alimentos diferentes.
Los alimentos se agruparon según el grado de procesamiento y las tasas de enfermedad se midieron durante un seguimiento máximo de 10 años (2009-2018).
Los resultados mostraron que un aumento absoluto del 10% en la proporción de alimentos ultraprocesados en la dieta se asoció con tasas significativamente más altas de enfermedad cardiovascular general, enfermedad coronaria y enfermedad cerebrovascular (aumento del 12%, 13% y 11%, respectivamente).
Por el contrario, los investigadores encontraron una asociación significativa entre los alimentos procesados mínimamente o sin procesar y los riesgos más bajos de todas las enfermedades señaladas.
Cuatro raciones al día, un 62% más de riesgo de mortalidad
En el segundo estudio, investigadores españoles evaluaron las posibles asociaciones entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y el riesgo de muerte por cualquier causa («mortalidad por todas las causas»).
Estudiaron a 19.899 voluntarios graduados universitarios españoles (7.786 hombres; 12.113 mujeres) con una edad promedio de 38 años que completaron un cuestionario dietético de 136 ítems como parte del estudio Seguimiento Universidad de Navarra (SUN).
Por cada porción diaria adicional de alimentos ultraprocesados, el riesgo de mortalidad aumentó relativamente en un 18%
También en este trabajo los alimentos se agruparon según el grado de procesamiento y las muertes se midieron en un promedio de 10 años.
Los resultados mostraron que un mayor consumo de alimentos ultraprocesados (más de cuatro porciones por día) se asoció con un 62% más de riesgo de mortalidad por todas las causas en comparación con un menor consumo (menos de dos porciones por día). Por cada porción diaria adicional de alimentos ultraprocesados, el riesgo de mortalidad aumentó relativamente en un 18% (un efecto de dosis-respuesta).
Políticas para limitar el consumo de alimentos ultraprocesados
Ambos estudios son observacionales, por lo que no pueden establecer la causalidad, y existe la posibilidad de que algunos de los riesgos observados puedan deberse a factores de confusión no medidos.
Sin embargo, ambos estudios tuvieron en cuenta los conocidos factores de riesgo del estilo de vida y los marcadores de la calidad de la dieta. Además, los resultados respaldan otras investigaciones que relacionan los alimentos altamente procesados con la mala salud.
Como tal, ambos equipos de investigación dicen que las políticas que limitan la proporción de alimentos ultraprocesados en la dieta y promueven el consumo de alimentos no procesados o mínimamente procesados son necesarias para mejorar la salud pública mundial.