El azúcar aumenta la grasa alrededor del corazón
Consumir demasiado azúcar añadido y bebidas azucaradas está relacionado con un incremento de tejido graso que, a su vez, incrementa el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca y diabetes, según un estudio. Foto: Racool_studio / Freepik

El exceso de azúcar en la dieta se convierte en grasa que se almacena alrededor del corazón y en el abdomen. Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Minnesota ha encontrado que en esos tejidos adiposos se liberan sustancias químicas dañinas para el organismo. “Nuestros resultados -explica So Yun Yi, primer autor de este trabajo-, apoyan la limitación de la ingesta de azúcar adicional”.

El consumo excesivo de azúcar es un problema mundial. Los seis países con las mayores ventas de bebidas azucaradas per cápita son Chile, México, Argentina, Perú, Estados Unidos y Arabia Saudita. Además, son muchos los analistas que coinciden en que la demanda de azúcar aumentará en Asia, África y Rusia.

Este estudio observacional examinó las bebidas azucaradas (refrescos, bebidas de frutas y energéticas) y el azúcar que está en los alimentos tanto frescos para ser cocinados, como los ya procesados.

Así, estos científicos pudieron analizar la asociación entre el consumo de azúcar a largo plazo y las reservas de grasa alrededor del corazón y en otros órganos.

Los datos se obtuvieron de Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA), un estudio de cohorte de diversos centros en Alabama, California, Illinois y Minnesota. En este estudio se incluyeron un total de 3.070 participantes sanos de entre 18 y 30 años de edad.

Identificar 20 años antes la aparición de enfermedad cardiovascular

Este estudio tiene como objetivo identificar los factores que comienzan de dos a tres décadas antes del inicio de la enfermedad cardiovascular en la edad adulta. Está diseñado para examinar los factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad cardiovascular, así como para comprender mejor la historia natural de la enfermedad cardiovascular durante toda la vida adulta.

Los estudios a largo plazo como CARDIA son fundamentales para arrojar luz sobre las causas principales de las enfermedades cardiovasculares. En los últimos 30 años, los hallazgos han contribuido sustancialmente al conocimiento de los investigadores sobre la importancia del estilo de vida y los factores ambientales en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares más adelante en la vida.

El estudio CARDIA se financió inicialmente en 1983 para un ciclo de cinco años que incluía dos exámenes clínicos. Comenzó con un grupo de 5.115 hombres y mujeres blancos y de color, de 18 a 30 años en 1985-86.

Los participantes se seleccionaron para que, aproximadamente, hubiera el mismo número en subgrupos de raza, género, educación (escuela secundaria o menos y estudios superiores) y edad (18 a 24 años y 25 a 30 años) en cada uno de los cuatro centros: Birmingham (Alabama); Chicago, (Illinois); Minneapolis (Minnesota); y Oakland (California).

Depósitos de grasa por azúcar, un riesgo para el corazón

La ingesta de alimentos y bebidas se midieron tres veces durante un período de 20 años (desde 1985 a 2005). Después de 25 años, en 2010, los científicos llevaron a cabo pruebas de tórax y abdomen, con ayuda de Tomografía Axial Computarizada (TAC).

El objetivo era obtener datos de los volúmenes de grasa en el abdomen y alrededor del corazón. De esta forma encontraron que la ingesta de azúcar durante el período de 20 años estaba relacionada con la aparición de volúmenes de grasa a medida que se cumplían años.

La mayor ingesta de bebidas azucaradas y azúcar añadida la relacionaron, de forma gradual, con mayores reservas de grasa alrededor de determinados órganos. Como destaca la doctora Lyn Steffen, coordinadora de este trabajo y profesora de Salud Pública en la Universidad de Minnesota, “nuestros hallazgos proporcionan más evidencia de que consumir demasiado azúcar añadido y bebidas azucaradas está relacionado con un incremento de tejido graso. Y sabemos que los depósitos de grasa están relacionados con un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca y diabetes”.

Esta investigadora recomienda beber agua en lugar de bebidas azucaradas y alimentos más saludables en lugar de los que son ricos en azúcar, como los pasteles y las tartas. También hace hincapié en que, al comprar alimentos, debe leerse la etiqueta del envase para comprobar la cantidad de azúcar añadida. “Ser más conscientes del azúcar oculto -subraya- ayudará a reducir su consumo”.

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