
A menudo es difícil para los médicos diagnosticar qué tipo de diabetes, 1 o 2, tiene un paciente. Si bien los análisis de sangre, como los anticuerpos contra las células que producen insulina o el riesgo genético de una persona de diabetes tipo 1 ayudan al diagnóstico, estos exámenes no dan un resultado por sí mismos y pueden interpretarse de manera muy diferente dependiendo de si una persona tiene otras características de la diabetes tipo 1.
La nueva calculadora, diseñada y desarrollada en la Universidad inglesa de Exeter y actualmente disponible en formato beta, combina la información disponible de los análisis de sangre con la edad de diagnóstico de una persona y el IMC para un enfoque de medicina personalizado. En su desarrollo, cuyas características se publican en BMJ Open, participaron también especialistas de las Universidades de Oxford y Dundee.
Como anécdota, recordar que a la ex primera ministra Theresa May se la diagnosticó inicialmente con diabetes tipo 2. Solo cuando el tratamiento con pastilla no funcionó el diagnóstico fue con el tipo 1.
Tratamientos diferentes para la diabetes tipo 1 y tipo 2
Financiado por NIHR, el estudio analizó datos de 1.352 participantes con diabetes y probó la calculadora en otros 582 participantes.
La nueva calculadora se basa en el éxito de otra similar desarrollada previamente en Exeter para ayudar a los médicos a determinar si un paciente tiene el subtipo de diabetes MODY, causado por un solo gen.
La calculadora se probó en más de 100.000 personas y más de 9.000 descargaron la aplicación para teléfono móvil.
Para el doctor Angus Jones, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, que dirigió la investigación, «el diagnóstico correcto de diabetes es absolutamente crucial para obtener los mejores resultados para los pacientes, ya que el tratamiento es muy diferente en la diabetes tipo 1 y tipo 2. Nuestra nueva calculadora puede ayudar a los médicos a combinar diferentes características para darles la probabilidad de que una persona tenga diabetes tipo 1 y evaluar si las pruebas adicionales pueden ser útiles».
El número de diabéticos se ha cuadriplicado en los últimos 30 años. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 422 millones de personas tenían diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980.