
La ciencia del ácido desoxirribonucléico (ADN) también sirve para restaurar, preservar obras de arte históricas y desenmascarar falsificaciones. Así, los investigadores son capaces de detectar agentes patógenos en pinturas, esculturas y confirmar su autenticidad.
En el proyecto ADN Leonardo Da Vinci, genetistas y científicos de otras disciplinas del Instituto J. Craig Venter (JCV), con el apoyo de la Fundación Richard Lounsbnery, identifican microbios que pueden dañar obras de arte.
Los investigadores Manuel G. Torralba, Claire Kuelbs, Kelvin Jens Moncera y Karen E. Nelson, del JCVI, en La Jolla, junto con Rhonda Roby, del Laboratorio de Delitos de la Oficina del Sheriff del Condado de Alameda, utilizaron hisopos de poliéster para recoger agentes patógenos en obras de arte de un coleccionista privado que vive en la localidad italiana de Florencia.
El detalle de su trabajo y las conclusiones se han publicado en Microbial Ecology. El hallazgo más significativo son los microbios oxidasa positivos, que localizaron principalmente en madera pintada y telas.
Según el Manual Merck de Diagnóstico y Terapéutica, entre los microorganismos oxidasa positivos importantes en biomedicina figuran todas las especies de Neisseria, Aeromonas, Pasteurella, Vibrio, Cordiobacterium hominis Pseudomonas, Flavobacterium, Alcaligenes, Moraxella, Campylobacter, Micrococcus, Actinobacillus lignieresii, Actinobacillus equuli Bordetella pertussis Bac, anthracis Brucella, Chromobacterium, Eikenella corrodens Plesiomonas y Branhamella catarrhali.
Envejecimiento de las obras de arte
Manuel G. Torralba, autor principal de este proyecto, recuerda que en estudios anteriores se ha intentado caracterizar la composición microbiana asociada con la descomposición de las obras de arte, pero “nuestros resultados -destaca- corresponden al primer estudio basado en la genómica a gran escala para comprender las comunidades microbianas asociadas con el envejecimiento de las obras de arte”.
En uno de estos trabajos anteriores se compararon restos de pelos de personas de Washington D. C. y de San Diego.

El equipo de Torralba sabe que, en el contexto del mundo del arte, estudiar los microbios que permanecen en la superficie de una obra de arte puede ayudar a confirmar su origen geográfico y autenticidad o identificar falsificaciones.
Para Torralba, a medida que el valor del arte continúa aumentando, la preservación es cada vez más importante para los museos y coleccionistas y, generalmente, implica monitorizar y ajustar la iluminación, el calor y la humedad.
En las conclusiones de este estudio se dice que se disciernen fácilmente las poblaciones microbianas entre los diferentes tipos de sustratos analizados, fundamentalmente de piedra y mármol, mejor que los de madera y lienzos.
Esta realidad la relacionan con la naturaleza porosa de la piedra y el mármol que albergan organismos adicionales y potencialmente humedad y nutrientes, junto con la probabilidad de formación de biopelículas.
Además, la diversidad microbiana en las pinturas es probablemente menor porque pocos organismos pueden metabolizar los escasos nutrientes que ofrece la pintura a base de aceite.
Biología en el arte
El documento recibió el apoyo de la Fundación Richard Lounsbery, con sede en Estados Unidos, como parte de su tema de investigación biología en el arte, que también incluyó esfuerzos de financiación inicial para obtener y secuenciar el genoma de Leonardo da Vinci.
El Proyecto de ADN Leonardo da Vinci involucra a científicos de Francia (donde vivió Leonardo durante sus últimos años y donde descansan sus restos), Italia (donde su padre y otros parientes fueron enterrados y donde los descendientes de sus hermanastros aún viven), España (cuya Biblioteca Nacional tiene 700 páginas de sus cuadernos) y Estados Unidos (donde más avanzadas están las técnicas forenses de ADN).
Finalmente, en este proyecto participan biólogos moleculares, genetistas de población, microbiólogos, expertos forenses y médicos que trabajan junto con otros investigadores, genealogistas, historiadores y artistas, entre otros, para descubrir y decodificar conocimientos previamente inaccesibles y preservar el patrimonio cultural.