
Después de analizar muestras de 17.500 pacientes con cáncer de próstata, investigadores de Estados Unidos han encontrado mutaciones en otros 11 genes vinculados estrechamente con el cáncer de próstata agresivo. Este avance abre las puertas a nuevos diagnósticos, más personalizados aún si cabe, para mejorar los tratamientos a estos carcinomas.
Un equipo interdisciplinar de investigadores y clínicos de la Facultad de Medicina Keck y del Centro Integral del Cáncer Norris, de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, describe sus hallazgos en un meta análisis que aparece en Jama Oncology.
Al combinar datos de 18 estudios que se llevaron a cabo en Estados Unidos, Europa y Australia, este equipo analizó muestras de sangre de pacientes con cáncer de próstata de ascendencia europea, de los que 9.185 tenían una enfermedad agresiva frente a otros 8.361 que no, y compararon la frecuencia de mutaciones entre los dos grupos.
En la primera etapa, secuenciaron la totalidad del conjunto de genes codificadores de proteínas en cerca de un tercio de los voluntarios. En la segunda etapa, los investigadores utilizaron muestras de los participantes restantes para ampliar un subconjunto de 1.749 genes que se habían asociado previamente con el cáncer o aparecieron como posibles candidatos en la primera fase.
Ese subconjunto incluía casi 200 genes implicados en la reparación del ácido desoxirribonucleico (ADN). Estos científicos matizan que, cuando ese proceso se interrumpe, se crea una oportunidad para que surjan y se afiancen células cancerosas.
Entre los 11 genes que se detectaron con mutaciones significativamente relacionadas con el cáncer de próstata agresivo figura el conocido por las siglas BRCA2, implicado por su conexión con la aparición del cáncer de mama.
Mutaciones de riesgo
La lista de genes, así como los que actualmente se analizan en pruebas genéticas que no se relacionan con enfermedades graves, podría influir en el tratamiento individualizado del cáncer de próstata, así como en las pruebas de detección.
El doctor Haiman, coordinador de este trabajo y codirector del Programa de Epidemiología del Cáncer en el centro oncológico Norris de la USC, hace hincapié en que las mutaciones que han localizado ahora también aparecieron en algunos pacientes que no tenían una enfermedad agresiva.
En su opinión, “esto sugiere que las mutaciones en estas personas pueden ponerlas en mayor riesgo de que su cáncer avance más adelante. Si bien las pruebas de detección se centran en hombres con enfermedad avanzada o antecedentes familiares, encontrar pacientes con enfermedad menos avanzada que porten estas variantes genéticas puede permitirles recibir formas específicas de tratamiento antes».
Los investigadores del equipo del doctor Haimen advierten que, a pesar del tamaño del estudio en el que se involucraron a 17.500 voluntarios, algunas mutaciones que aumentan el riesgo de cáncer de próstata agresivo son tan raras que se necesitan estudios aún de mayor tamaño.
Otra limitación es que los hallazgos pueden ser distintos de la población investigada; esto es, de pacientes con ascendencia europea.
Cáncer de próstata y genes
El cáncer de próstata surge cuando las células de esa glándula empiezan a crecer sin control. La próstata se sitúa debajo de la vejiga y delante del recto del varón. Tiene el tamaño de una nuez. Justo detrás de ella se encuentran las vesículas seminales, que producen la mayor parte del semen.
En esta área anatómica, la uretra que transporta la orina y el semen fuera del cuerpo a través del pene, pasa por el centro de la próstata.
En cuanto al cáncer de próstata, recordar que es uno de los más comunes. A menudo crece muy lentamente. Si no se propaga a otras partes del cuerpo, es posible que no cause problemas graves. Pero, en ocasiones, el cáncer de próstata puede crecer rápidamente y diseminarse a otras partes del organismo. Este tipo de cáncer es grave.
Cualquier hombre puede desarrollar cáncer de próstata. Pero ciertos factores pueden hacer que sea más probable su aparición, como la edad, ya que la probabilidad de padecerlo aumenta a medida que se envejece.
Asimismo, el riesgo de cáncer de próstata es mayor si el padre, un hermano o un hijo lo tienen o lo han sufrido. Por último, los afroamericanos, según diversas estadísticas, son más propensos a padecer cáncer de próstata.