
En el marco de la reunión anual de la Sociedad europea de Cardiología, celebrada en París esta semana, los cardiólogos han conocido las conclusiones de un nuevo estudio científico, está vez iraní, sobre la bondad de las nueces para el corazón y la salud cardiovascular.
El doctor Noushin Mohammadifard, del Instituto de Investigación Cardiovascular Isfahan, en Irán, enfatizó que comer nueces, al menos, dos veces por semana reduce en un 17% el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
«Las nueces son una buena fuente de grasa no saturada y contienen poca grasa saturada”, explica el cardiólogo. “También tienen proteínas, minerales, vitaminas, fibra, fitoesteroles y polifenoles que son beneficiosos para el corazón”, continúa.
Con anterioridad, diversos trabajos realizados en Europa y en Norteamérica coincidieron en vincular la ingesta de nueces con la protección cardiovascular, pero la evidencia era limitada en el Mediterráneo oriental, destaca el doctor Mohammadifard.
Seguimiento durante 12 años
Su estudio examinó, en una muestra de la población iraní, la asociación entre el consumo de nueces y el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte.
Se seleccionaron al azar un total de 5.432 adultos mayores de 35 años sin antecedentes de enfermedad cardiovascular, de las zonas urbanas y rurales de las provincias de Isfahan, Arak y Najafabad. La ingesta de frutos secos, incluidos nueces, almendras, pistachos, avellanas y semillas, se evaluó por primera vez en 2001 con un cuestionario de frecuencia de alimentos validado.
Se consultó a los participantes o familiares cada dos años, hasta 2013, por la existencia de eventos cardiovasculares y muerte. Los resultados específicos investigados fueron enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, enfermedad cardiovascular total, muerte por cualquier causa y fallecimiento por enfermedad cardiovascular.
Durante una media de seguimiento de 12 años se constataron 751 eventos (594 enfermedades coronarias y 157 accidentes cerebrovasculares), 179 muertes cardiovasculares y 458 fallecimientos por todas las causas.
El corazón prefiere nueces frescas crudas
Comer nueces dos o más veces por semana se asoció con un riesgo 17% menor de mortalidad cardiovascular, en comparación con su consumo una vez cada dos semanas.
La conexión fue sólida incluso después de ajustar los factores que podrían influir en la relación, como edad, sexo, educación, tabaquismo y actividad física. La ingesta de nueces se asoció inversamente con los otros resultados, pero perdió importancia después del ajuste.
La Sociedad Europea de Cardiología recomienda 30 gramos de nueces sin sal al día para una dieta saludable, al tiempo que señala que la densidad energética de las nueces es alta.
«Las nueces frescas crudas son las más saludables porque las grasas insaturadas pueden oxidarse en nueces rancias, haciéndolas dañinas”, explica Mohammadifard. “Se puede saber si las nueces están rancias por su olor a pintura y sabor amargo o agrio», aclara.